La Jornada – El arte de Vlocke Negro es trinchera y herramienta de cambio social – .

La Jornada – El arte de Vlocke Negro es trinchera y herramienta de cambio social – .
La Jornada – El arte de Vlocke Negro es trinchera y herramienta de cambio social – .

La entrevista a Vlocke Negro se desarrolla en una situación insólita: mientras elabora clandestinamente pintas en un tren a plena luz del día. Por eso hay que tener cuidado de no ser descubierto (como se dice coloquialmente, ser descubierto) y, si eso sucede, salir corriendo tan rápido como tus piernas te lo permitan.

Esta es una acción habitual en él y una de las principales líneas de su trabajo, más allá del mundo de las galerías y espacios culturales donde expone su obra artística en esquemas convencionales, que también es social, crítica y rebelde contra el sistema, como reafirma. en la exposición que presenta hasta el 12 de mayo en la galería José María Velasco, en pleno barrio rudo de Tepito (Peralvillo 55, colonia Morelos).

Grieta es una retrospectiva de alrededor de 70 piezas –entre grabado, pintura, instalación, video, mural y litografía– que reflejan las dos décadas de carrera de este politólogo, nacido en 1981 en Ciudad Nezahualcóyotl, Estado de México, en el corazón de una familia que emigró de la mixteca oaxaqueña.

La globalización, las migraciones, la injusticia, la desigualdad social y la gentrificación, así como el cambio climático, son algunos de los temas que aborda con su propuesta, basada en gran medida en la estética que emana de los movimientos sociales -con predominio de la gráfica y los colores rojo y negro- como así como graffiti y, en general, arte urbano.

Es un arte de resistencia.resume el artista, que se resiste a desvelar su nombre, así como a mostrar públicamente su identidad. Sigo haciendo trabajo clandestino, por eso me cuido; Es parte de las zonas donde me muevo, nunca se sabe, ¿no? Tienes que mantener un perfil bajo. Quizás tengamos que hacer una revolución por el agua.el argumenta.

Explica que volvió a su seudónimo de sus años de estudiante en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (donde fue activista en el paro de 1999), cuando el movimiento antiglobalización o globalifóbico estaba en pleno auge. oscilar y se hizo más visible una táctica de manifestación callejera llamada bloque negroSe desarrolló en los años 80 del siglo pasado en Europa, especialmente en las protestas antinucleares, en las que los participantes visten ropa negra y se cubren el rostro para evitar ser identificados por las autoridades.

El arte es para mí una ventana de expresión, una forma de reflexionar y participar políticamente también en el ámbito social. Sí, creo que el arte es una trinchera, una herramienta de cambio social.subraya Vlocke Negro para responder por qué no practica su formación como politólogo de forma convencional o más académica.

“Estoy muy vinculado a los movimientos sociales, a los pueblos indígenas, a los movimientos contraculturales. soy de la ciudad Neza; Entonces yo también he tenido que lidiar con el proceso migratorio incluso desde mi propia familia, de vivir con familiares que están en Estados Unidos, y yo mismo fui migrante por un tiempo en Europa. Mis padres son de un pueblo de la región Mixteca donde no hay más que hacer que irse. Por eso me interesan este tipo de temas y el sentimiento que intento transmitir con mi trabajo”.

Grieta Es la continuación de la muestra. Fisuras (presentado en La Santísima Galería, en la ciudad de Oaxaca), con cuyos títulos el artista quiso resaltar que, en estos tiempos en los que las grandes revoluciones y los grandes movimientos sociales parecen haber pasadoesta forma de arte es una forma de descomponer gradualmente el sistema.

Siento que los que estamos haciendo este tipo de trabajo y movimiento nos estamos resquebrajando, somos como una especie de chorrito, un poco para desafiar al sistema y hacer reflexionar a la gente. En ese sentido, me identifico con los conceptos de romper y romper, aunque sin considerar que estamos haciendo una revolución masiva, sino resquebrajando individualmente el sistema.

Concluye el tiempo de descanso que se tomó Vlocke Negro y con él la charla. Ahora, a volver a sus pintas en el tren, esperando terminarlas, no sin antes aclarar que la aparente contradicción de exhibir y poner a la venta su obra incluso en las redes sociales no tiene otro fin que reunir recursos para sobrevivir y financiar su lado clandestino.

 
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