El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, deberá regresar a un tribunal de Manhattan el martes, cuando su juicio criminal por “dinero secreto” entra en su tercera semana.
Las actuaciones del martes se producen después de un largo fin de semana de tres días. La primera semana del caso giró en gran medida en torno a la selección del jurado, mientras que en la segunda la fiscalía y la defensa presentaron declaraciones iniciales y testimonios de testigos.
Trump, el presunto candidato republicano en la carrera presidencial de 2024, ha sido acusado de 34 cargos penales por falsificación de registros comerciales relacionados con el pago de 130.000 dólares a la estrella de cine para adultos Stormy Daniels.
Los fiscales alegan que Trump le pagó a Daniels “dinero para que guardara silencio” para garantizar su silencio antes de las elecciones presidenciales de 2016, después de que ella afirmara haber tenido una aventura con él.
Sin embargo, para que los cargos penales se mantengan, los fiscales deben convencer a los jurados de que las falsificaciones se hicieron al servicio de otro delito.
Han argumentado que los pagos de “dinero para mantener el silencio” estaban diseñados para influir en la carrera de 2016, durante la cual Trump enfrentó un escrutinio por sus relaciones con las mujeres, incluidas acusaciones de acoso.
La defensa, por otro lado, ha sostenido que Trump es inocente y que estaba actuando dentro de la ley para evitar que su familia avergonzara públicamente. Además, el expresidente ha negado haber tenido relaciones sexuales con Daniels.
Se espera que el juicio dure aproximadamente seis semanas, según Juan Merchán, juez que preside el caso.
Testigos testifican sobre la actividad de la campaña.
La semana pasada fue llamado al estrado el primer testigo, el ex editor del National Enquirer, David Pecker.
Durante cuatro días y 10 horas de interrogatorio, Pecker dijo a los fiscales que se convirtió en los “ojos y oídos” de la campaña de Trump, después de una reunión con el entonces candidato presidencial y su abogado Michael Cohen.
Pecker relató que se comunicaba regularmente con Cohen, mientras compraba los derechos exclusivos de las historias que luego sofocaba, como parte de un plan llamado “atrapar y matar”.
Esas historias incluían información que podría haber sido políticamente perjudicial para Trump. Incluían un relato de una supuesta aventura con la modelo Karen McDougal y una afirmación de un portero de la Torre Trump de que Trump había engendrado un hijo fuera del matrimonio.
Los fiscales dijeron que este plan de “atrapar y matar” era parte de un esfuerzo coordinado para reducir la investigación sobre las acusaciones que Trump enfrentó de conducta sexual inapropiada.
Pecker testificó que el esfuerzo estaba destinado explícitamente a ayudar a la campaña de Trump y que el político no parecía preocupado de que la información llegara a su familia.
Durante el contrainterrogatorio, la defensa señaló que Pecker había celebrado otros acuerdos de “atrapar y matar” con figuras prominentes, incluido el ex gobernador de California Arnold Schwarzenegger y el destacado político demócrata Rahm Emanuel, en un aparente intento de socavar la afirmación del editor de que su acuerdo con Trump fue extraordinario.
Tras el testimonio de Pecker, los fiscales llamaron al estrado a Rhona Graff, quien trabajó como asistente comercial de Trump de 1987 a 2021.
Ella testificó que una vez vio a Daniels en la Torre Trump antes de que Trump se postulara para presidente. Añadió que escuchó a Trump decir que estaba interesado en incluirla en The Apprentice, el reality show que presentaba.
Graff dijo que las direcciones de correo electrónico de Daniels y McDougal estaban almacenadas en los sistemas informáticos de la empresa de Trump.
El banquero Gary Farro testificó más tarde que el abogado de Trump, Michael Cohen, abrió cuentas con él poco antes de las elecciones para dos empresas fantasma, incluida una que se utilizó para pagar a Daniels.
Farro dijo que Cohen le hizo creer que la empresa, Essential Consultants LLC, estaría involucrada en consultoría inmobiliaria. Su testimonio se reanudará el martes.
El juez Merchan también podría decidir esta semana si Trump violó una orden de silencio parcial que le prohíbe hablar sobre las personas involucradas en el juicio, incluidos Cohen y Daniels, quienes se espera que testifiquen.
Los fiscales dijeron la semana pasada que Trump había violado la orden más de una docena de veces en publicaciones en redes sociales y comentarios públicos. Algunas de esas violaciones ocurrieron incluso en el tribunal, agregaron.
Si bien las sanciones podrían incluir penas de cárcel, los fiscales han dicho que no buscan eso en este momento.
El juicio en Nueva York es el resultado de una de las cuatro acusaciones penales que enfrenta actualmente Trump.
La semana pasada, la Corte Suprema de Estados Unidos escuchó los argumentos del equipo de defensa de Trump, afirmando que sus acciones mientras estaba en el cargo deberían estar protegidas por la inmunidad presidencial.
El caso tiene una relación directa con una de las acusaciones penales en su contra: un caso federal presentado en Washington, DC, que alega que Trump intentó anular las elecciones de 2020. Los abogados de Trump han sostenido que debería tener inmunidad de procesamiento porque sus declaraciones y acciones constituyeron actos oficiales.
No quedó claro de inmediato cuándo el tribunal superior emitirá una decisión en el caso.
Trump también enfrenta un caso federal separado iniciado en Florida relacionado con documentos clasificados que retiró de la Casa Blanca después de que terminó su mandato. Los fiscales alegan que hizo esfuerzos por ocultar esos documentos, incluso después de que los funcionarios intentaron recuperarlos.
La cuarta acusación es un caso a nivel estatal en Georgia: allí enfrenta más acusaciones relacionadas con los esfuerzos por anular los resultados de las elecciones de 2020.
