El Espanyol-Andorra de la jornada 36 se presentó como un choque decisivo para ambos equipos. El Espanyol, por un lado, con sus aspiraciones de conseguir el ascenso directo a LaLiga Santander. El Andorra, del otro, en su lucha por conseguir la salvación. Ambos llegaban al partido con la necesidad de sumar los tres puntos, aunque por motivos muy distintos.
En cualquier caso, el choque no necesitaba más alicientes que los puramente deportivos… y sin embargo los tenía. Y no fue otro que ver a Gerard Piqué, dueño del Andorra, en el estadio de la entidad de Perica. Y nadie ignora el pasado de Piqué en el máximo rival del Espanyol, contra el que vivió duelos cuanto menos intensos.. Por eso, había mucha expectativa sobre cómo sería recibido en el Estadio Frente Escenario, pero no hubo pitos ni cánticos.
De hecho, la presencia de Piqué en ‘territorio hostil’ ha pasado completamente desapercibida, hasta el punto de que ni siquiera se han mostrado imágenes suyas en televisión. A ello posiblemente haya ayudado el hecho de que el exjugador del Barcelona no se haya sentado en el palco presidencial, sino en uno de los palcos privados del estadio, más resguardado de la atenta mirada del público y la prensa.
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