Cataluña ha registrado, en este primer trimestre del año, un total de 7.230 casos de tosferina frente a los 566 que contabilizó durante todo el 2023. El último informe de la Agència de Salut Pública de Catalunya (Aspcat), al que ha tenido acceso EL PERIÓDICO y que datos de este miércoles, refleja cómo los casos, en apenas tres meses, multiplican por 13 las cifras alcanzadas a lo largo del año anterior. La tosferina comienza con una fase catarral similar al resfriado que dura una o dos semanas, a la que siguen unos ataques de tos muy fuertes con un sonido agudo muy característico.
Además, las curvas epidémicas de la tosferina son largas, por lo que Salut considera que aún quedan “algunos meses, quizás un par”, antes de llegar al pico máximo. Para dar una idea de cómo está aumentando, entre enero y febrero de este 2024, Salut notificó 2.284 casos. Un mes después ya son 7.230. Pese a ello, la conselleria, que insiste en reforzar la vacunación contra la tosferina, precisa que la epidemia no está tensando el sistema sanitario ni supone un grave desafío de salud pública. De hecho, la mayoría de los casos son leves.
La conselleria asegura que el sistema no está tensionado ni se “desbordará”, pero insiste en reforzar la vacunación
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Pero hay que prestarle atención. En el último mes, en Catalunya, un bebé de menos de un mes estuvo en la uci a causa de esta enfermedad infecciosa. Se ha recuperado satisfactoriamente, según Salut. De momento, en Catalunya no se ha registrado ninguna muerte. En España falleció por tosferina el año pasado un lactante cuya madre no se había vacunado durante el embarazo, como recoge el informe del Centro Nacional de Epidemiología (CNE) del Instituto de Salud Carlos III, que fue avanzado hace dos días por ‘El País’.
El documento de este miércoles de la Aspcat precisa que, de estos 7.230 casos notificados de tosferina en lo que va de año, un total de 4.650 (un 59% de ellos) se confirmaron microbiológicamente con una prueba PCR o por vínculo epidemiológico. De estos 4.560, un total de 14 estuvieron hospitalizados, y uno (el bebé menor de un año), en la uci. Así, de todos los contagios, solo un 0,3% necesitaron ingresar, lo que refleja el bajo impacto sanitario que tiene la tosferina en comparación con otras epidemias como la bronquiolitis, que en 2022 saturó las ucis pediátricas.
La franja de edad más afectada es entre los 10 y 14 años, y la mayor parte de brotes se producen en las escuelas
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El incremento de contagios de tosferina se está produciendo principalmente en la franja de edad de entre 10 y 14 años (que aglutina un total de 2.844 casos), seguida de la franja de edad comprendida entre los 15 y los 49 años (1.821 casos) y por los niños de entre 5 y 9 años (1.237 casos). La mayor parte de brotes están teniendo lugar en las escuelas, seguidas del ámbito familiar.
En la capital catalana, la Agència de Salut Pública de Barcelona (Aspb) ha registrado de momento un total de 337 casos, según los últimos datos actualizados el pasado 24 de marzo, frente a los 67 de todo el 2023.
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El Vallès y Lleida
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La tosferina es una infección respiratoria aguda bacteriana muy contagiosa. Se considera una enfermedad endémica a nivel mundial con brotes epidémicos cada tres o cinco años. Como explica el subdirector general de Vigilància i Resposta a Emergència de Salut Pública, Jacobo Mendioroz, tras la pandemia del covid hay más personas “susceptibles” de contagiarse. Ocurre con más enfermedades infecciosas, como el sarampión. “No solo en Catalunya, sino en toda Europa”, precisa.
Mendioroz explica que los equipos de vigilancia epidemiológica están viendo más casos en las comarcas del Vallès y Lleida debido, en parte, a que son zonas que “notifican mejor”. “La tendencia es la misma en todas partes”, insiste y, aunque responde que es “difícil” hacer predicciones, avisa de que las curvas de la tosferina pueden ser “largas”. “Nos pueden quedar algunos meses, quizás un par, antes de llegar al máximo”, cuenta este epidemiólogo.
“Las curvas epidémicas de la tosferina son largas. Nos pueden quedar algunos meses, quizás un par, antes de llegar al máximo”
Jacobo Mendioroz
— Subdirector general de Vigilància i Resposta a Emergència de Salut Pública
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La tosferina, además, no solo afecta a niños, sino también a personas de cualquier edad. En Barcelona ciudad, por ejemplo, según las cifras de la Aspb, el segundo grupo más afectado después del de los niños de entre 10 y 14 años, es el de los mayores de 30. “La estrategia más eficaz es la vacunación con mucha diferencia –subraya Mendioroz–. Hay que vacunar a los menores [esta vacuna se pone a los 2, 4 y 11 meses, y después hay un recuerdo a los seis años] y al mujeres embarazadas para que transmita los anticuerpos al feto.
“Pérdida” de calendarios vacunales
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“Una de las consecuencias del covid ha sido la pérdida de muchos calendarios vacunales. La tosferina es especialmente preocupante en cuanto a mortalidad en los lactantes muy pequeños”, explica por su parte el pediatra Gonzalo Pin, quien insiste en volver a las tasas vacunales de antes de la pandemia. “Aunque España es uno de los países con mejores calendarios vacunales, lo que está pasando es un problema de tasa vacunal, no un fallo de la vacuna”, asevera.
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Pin también pone énfasis en la idea de revacunar de la tosferina. “Para que las vacunas sean eficaces tienen que tener un recuerdo posterior. Cuando no se hace ese recuerdo es cuando aparecen los casos en edades que en teoría ya no deberían tener tosferina”, concluye.
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