Mediante la cirugía reparadora prenatal, que mediante el cierre de la columna defectuosa del feto, detiene el daño químico o mecánico que podría presentar desde el nacimiento, el equipo del programa de Espina Bífida del Hospital Dr. Franco Ravera Zunino (HFRZ), tomó un paso adelante respecto al defecto neuronal, desarrollando importante investigación, que fue publicada en la prestigiosa revista científica suiza “Fetal diagnostic and Therapy”.
“Mientras operábamos, dejamos de lado la antigua asociación de la espina bífida abierta con el mielomeningocele. Y nos dimos cuenta de que, en ocasiones, este disrafismo también está relacionado con la mielosquisis. Ambas lesiones exponen una médula espinal abierta, con fuga de líquido cefalorraquídeo, pero tienen comportamientos y consecuencias diferentes”, dijo el neurocirujano del HFRZ, Dr. José Miguel Müller.
Con lo anterior, el especialista explicó que “la falla de cierre en el tubo neural del feto que se presenta entre los días 16 y 26 de gestación, deja una médula espinal expuesta al ambiente intrauterino, que al entrar en contacto con las sustancias químicas del líquido, líquido amniótico o roce contra las paredes uterinas durante el crecimiento fetal, provocando una malformación de Chiari II, daño motor (problemas para caminar), un desarrollo menor o mayor de hidrocefalia, entre otros problemas de salud.
El estudio
El Dr. Müller señaló que “nos preguntamos como equipo si existía o no relación entre ambas lesiones con un menor o mayor desarrollo de hidrocefalia, o si se asociaba con una mejor o peor marcha y así lo llevamos a cabo”. el estudio en 71 pacientes de nuestro hospital. Seguimos con imágenes de resonancia magnética, analizando las correlaciones radiológicas, el tipo de lesión, las dimensiones de la aurícula ventricular y el grado de gravedad de Chiari II”.
“Después de detectar diferencias en las lesiones, concluimos que corresponden a subtipos de espina bífida abierta. En el caso del mielomeningocele las manifestaciones clínicas tienden más hacia pie zambo (anomalía congénita) y peor marcha. Para la mielosquisis, en cambio, peor grado de Chiari II. También planteamos la importancia de ampliar el estudio a análisis biomoleculares e histológicos para profundizar en las diferencias encontradas”, afirmó el neurocirujano.
Impacto
El Dr. Edgardo Corral, ginecólogo, líder de Medicina Fetal del HFRZ, dijo que “somos un referente nacional en la materia, tercero a nivel latinoamericano, y sin duda, el hecho de que una revista de tan alto prestigio internacional publique esta investigación valida y nos motiva a avanzar en ese nivel también. Se trata de un estudio pionero, autónomo, trabajado en conjunto con el departamento de investigación del hospital, que explica la presencia de diferentes comportamientos y subtipos en la espina bífida, lo que abre la posibilidad de recibir respuesta de la comunidad científica internacional”, y agregó que también “se nos ayuda a aclarar el estado actual, anticipar cuál será el modelo para predecir, dirigir a los equipos hacia un mejor tratamiento después de la reparación prenatal y explicar mejor el comportamiento de la afección a los padres”.
Renato Anfossi, jefe del Departamento de Investigación del HFRZ, concluyó que “es un trabajo original, apoyado por el Fondo de Financiamiento para la Publicación en Revistas Indexadas que tiene el hospital. Es un primer abordaje que brinda una respuesta temporal e invita a los especialistas a profundizar en el análisis, lo que visibiliza a nivel internacional nuestro conocimiento sobre la espina bífida, tanto por las intervenciones como por el interés científico, que finalmente posiciona al hospital como un centro de observación. para el resto del mundo”.
