Dani Alves ha quedado en libertad provisional este lunes a las 16.26 horas. El jugador, condenado a cuatro años y medio de prisión por agresión sexual a una joven en la discoteca Sutton de Barcelona, ha conseguido recaudar el millón de euros solicitado como fianza por los jueces en sólo cinco días. A media tarde salió de la prisión de Brians 2, donde permanecía desde el 20 de enero de 2023.
Además de pagar la fianza millonaria, para salir de prisión Alves ha entregado sus dos pasaportes (el español y el brasileño) a la sección 21. Tiene prohibido salir de España y acercarse o comunicarse con la víctima. También tendrá que acudir a los tribunales cada semana para firmar. Si no cumple con cualquiera de estas medidas corre el riesgo de regresar a prisión.
La decisión de los jueces de dejar en libertad provisional al futbolista se explica porque Alves aún no ha sido sentenciado en firme. La prisión en la que permanecía hasta ahora era preventiva y no fruto de la sentencia firme del caso, que todavía tardará alrededor de un año y medio, porque después del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) se podrá recurso ante el Tribunal Supremo.
Alves ya llevaba un año y dos meses en prisión preventiva y podría permanecer en prisión provisional dos años como máximo. La prisión provisional impide al imputado disponer de los permisos que le otorgarían una vez finalmente condenado y realizar programas penitenciarios para su rehabilitación, ya que aún puede ser absuelto si prosperan sus recursos.
Los magistrados creen que el riesgo de fuga del futbolista se ha “reducido” tras la condena a cuatro años y medio de prisión porque suponen la mitad de la pena solicitada por la Fiscalía.
Aunque admiten que “persiste” cierto peligro de fuga, los jueces consideran que se puede combatir con otras medidas, como la fianza impuesta y la prohibición de salir de España, la entrega de sus pasaportes (español y brasileño) y la obligación de a la firma semanal en el tribunal.
Para tomar su decisión fue clave el año y dos meses que Alves lleva ya en prisión preventiva por la pena impuesta de cuatro años y medio (que las acusaciones han apelado para que se aumente y la defensa para que se reduzca). Los magistrados subrayaron que “difícilmente” habrá sentencia firme en el plazo máximo (hasta enero de 2025) que se puede prorrogar la prisión preventiva.
Esto no significa que Alves no vaya a volver a prisión. La prisión provisional tendrá que ser nuevamente evaluada por el TSJC tras resolver el recurso, y la Audiencia de Barcelona volverá a tener sobre la mesa la entrada en prisión de Alves (esta vez como condena firme) una vez le toque ejecutar la sentencia definitiva que dictará el Tribunal Supremo.
Desacuerdos por el dinero
La rapidez con la que el futbolista ha podido recaudar el dinero para liberarlo reabre el debate sobre si la Justicia tiene velocidades diferentes para ricos y pobres. La fianza para obtener la libertad provisional “se aparta del concepto de justicia material y se desvía más hacia un concepto en el que se distingue la justicia para los ricos de la justicia para la gente corriente”, criticó la abogada de la víctima, Ester. García.
Por su parte, la catedrática de Derecho Penal de la Universidad de Valencia Paz Lloria recuerda que la prisión provisional, si no hay riesgo de reincidencia (que en el caso de Alves los jueces descartan por falta de antecedentes), “es un adelanto de la pena”. Una pena definitiva, que, de estimarse el recurso de la defensa, podría incluso reducirse, recuerda Lloria.
“Lo ideal”, argumenta Lloria, “sería que en todos los casos, menos en el de Alves, se razonara igual y se agilizaran los procesos para que los trámites no se eternizaran con la presentación de los recursos”. En definitiva, extender el razonamiento garantista a todas las causas, independientemente del nombre y condición del imputado.
La cuestión económica y su impacto en el riesgo de fuga generó incluso desacuerdos dentro del tribunal. Los dos magistrados partidarios de la libertad bajo fianza de Alves admitieron que el futbolista no presenta dificultades económicas, aunque consideraron que la fianza de un millón de euros era adecuada para alcanzar la libertad provisional.
Por otro lado, el magistrado partidario de mantener a Alves en prisión recordó que la “gran capacidad económica” -sólo se compró su casa en Esplugues por cinco millones de euros, explicó- y el alto poder adquisitivo de su familia y amigos hacen que Le resulta viable facilitar la salida de España, renunciando incluso al millón de euros depositado en concepto de fianza.
Si el jugador incumple alguna de las medidas cautelares impuestas, volverá a prisión. El jugador prometió a los jueces que no huiría porque creía en la Justicia. Sólo el propio Alves podrá decidir si cumple su promesa.
