El Parkinson es la segunda enfermedad neurodegenerativa más común de origen multifactorial. – .

El Parkinson es la segunda enfermedad neurodegenerativa más común de origen multifactorial. – .
El Parkinson es la segunda enfermedad neurodegenerativa más común de origen multifactorial. – .

El Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa que afecta al sistema nervioso central. Se caracteriza por su progresión gradual y su impacto en el control del movimiento. Los síntomas más comunes incluyen temblores en las extremidades,
rigidez muscular o dificultad para coordinar movimientos. A medida que avanza la enfermedad, pueden surgir problemas con la postura, el equilibrio y la marcha.

El 11 de abril se conmemoró el Día Mundial del Parkinson para concienciar sobre esta enfermedad y homenajear a James Parkinson, el médico británico que describió por primera vez la enfermedad en 1817.

Según explica el neurólogo especialista en trastornos del movimiento y Parkinson, Elías Fernández Toledo, esta enfermedad “se debe a una disminución de los niveles de dopamina en el cerebro, que se manifiesta por una ralentización de la movilidad”.

El también docente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Concepción explicó que es la segunda enfermedad neurodegenerativa más común y su origen es multifactorial, ya que “el principal factor de riesgo es la edad, pero también intervienen factores ambientales, como la exposición a toxinas”. . , y factores genéticos, entre otros”.

“Es importante resaltar que esta enfermedad presenta síntomas que afectan la movilidad (llamados síntomas motores) y otros que no (síntomas no motores). Entre los síntomas motores el más relevante es la lentitud en la movilidad. También se acompaña de temblor, rigidez e inestabilidad al caminar”, dijo Fernández, agregando que entre los síntomas no motores se encuentran
Se encuentran con pérdida del olfato, estreñimiento, trastornos del estado de ánimo, fallos de memoria y alteraciones del sueño.

El profesional advirtió que los síntomas no motores generalmente aparecen antes que los motores, siendo los signos de aparición
para un diagnóstico precoz. La sensación de bajo nivel de azúcar en sangre alertó a Gloria Medina Medina, una persona con este
enfermedad, quien decidió acudir a un diabetólogo para que la oriente con análisis de sangre. Las sospechas del médico llevaron a más pruebas y luego remitió a Gloria a un neurólogo, donde recibió la respuesta con certeza: tenía la enfermedad de Parkinson.

“El diagnóstico de la enfermedad de Parkinson es clínico, esto quiere decir que se basa en la anamnesis y el examen físico.
neurológico. Se suelen solicitar pruebas de laboratorio e imágenes cerebrales para descartar otros diagnósticos alternativos”, explicó Fernández.

Gloria tenía 47 años y, según dijo, “me consideraba muy joven para recibir un diagnóstico tan catastrófico para mí y que me iba a impedir trabajar, entonces fue súper fuerte. De ahí consulté a dos neurólogos más para ver si coincidían en el diagnóstico y lamentablemente los dos neurólogos lo confirmaron”. Medina sintió cómo su salud se deterioraba ya que, según su experiencia, cada paciente desarrolla la enfermedad de manera muy diferente y debe pasar meses buscando el tratamiento y las dosis adecuadas.

“Me llevó alrededor de un año y medio, dos años estabilizarme”, recordó. “Mi Parkinson tiene más que ver con rigidez que con temblores, entonces si no estás activo te vuelves cada vez más rígido y eso te lleva a quedar postrado”,
afirmó Medina, quien observó que la actividad física era su mayor ayuda en la búsqueda de una mejor calidad de vida.

Motivada por mostrar este avance a otras personas con su misma condición, creó el “Grupo Coronel Parkinson”, que ya cuenta con más de 200 personas “que están recibiendo terapias físicas y cognitivas gratuitas a través del municipio. Esto ha ayudado mucho a evitar el deterioro y evitar que se postren, porque sin rehabilitación física
Principalmente el deterioro está avanzando mucho”, afirmó.

Tratamientos disponibles y apoyo del entorno.

“El tratamiento de las personas con la enfermedad de Parkinson debe ser integral, incluyendo actividad física, terapias de rehabilitación, terapia farmacológica y las llamadas terapias avanzadas”, afirmó Elías Fernández, quien mencionó como esenciales la kinesiología, la logopedia, la psicología y la terapia ocupacional. para tratamientos, aunque Gloria identificó que el acceso a ellos es lento a través del sistema público, lo que obliga a los pacientes que no quieren que su enfermedad avance rápidamente a buscar alternativas en el sistema privado, aumentando los costos.

“En cuanto a la terapia farmacológica, existen múltiples tratamientos, la gran mayoría incluidos en la canasta que ofrece el programa GES (Garantías Explícitas en Salud)”, explicó Fernández. El profesional indicó que en nuestro país existen terapias más avanzadas que están indicadas cuando “el control de los síntomas no es suficiente con las terapias anteriores, que incluyen estimulación cerebral profunda (cirugía de Parkinson) y terapias de lesiones mediante radiocirugía o ultrasonido focalizado. alta intensidad (HIFU)”, dijo.

En caso de que a alguno de nuestros seres queridos le diagnostiquen Parkinson, Gloria enfatizó que lo primero que aconseja a los familiares es que “aunque no quieran salir, sáquenlo a caminar, déjenlo tomar aire, y no se encierren en la casa”. , porque el diagnóstico de Parkinson está muy, muy estigmatizado socialmente. Entonces la gente tiene miedo de salir a la calle, porque todos los miran, por los temblores, por la dificultad para caminar, pero ese es el error más grave: quedarse encerrados”.

Esta recomendación fue respaldada por Fernández, quien destacó la importancia de acompañar a los pacientes en los que la enfermedad se ha desarrollado más y que son dependientes de algunas de sus actividades diarias. Para Gloria “la red de apoyo es fundamental para cada paciente. Cuando hablamos de Parkinson hablamos de vejez, pero no siempre se da en la vejez. En el grupo tenemos pacientes como un joven de 42 años que se motiva a mantenerse activo, aunque trabaja y se acuesta completamente dolorido y luego levantarse le cuesta, pero mantenerse activo es una causa, un motivo por el cual moverse. adelante”, explicó.

“Hoy existen aproximadamente 40.000 personas con esta enfermedad en nuestro país y se proyecta que este número aumente en el futuro, de la mano con el envejecimiento de nuestra población”, describió Fernández. Para él, la prevención es un punto crucial y destacó la actividad física frecuente y los estilos de vida saludables (nutrición equilibrada, buen consumo de agua y bajo consumo de alimentos procesados) como el principal factor protector contra la enfermedad.

“También se ha descrito que el consumo moderado de cafeína podría reducir el riesgo de desarrollar Parkinson”, afirmó, invitando a mantener un buen control de enfermedades crónicas como la hipertensión arterial o la diabetes mellitus, ya que “se ha demostrado que un mal control de la cafeína de estas enfermedades favorece la progresión del Parkinson”, concluyó.

 
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