El Mallorcan Carlos Moyá decidió abrir una etapa sabática en su carrera de tenis Después de ocho años como entrenador de Rafa Nadal y quince como profesional. Con la raqueta guardada en su caso, El extenista de Mallorcan ha tomado una temporada como “desintoxicación” Para disfrutar de la familia y el tiempo que ha robado. Y también, para prestar más atención a Algunos de sus pasatiempos, como invertir en la bolsa de Wall Street.
“Estoy bastante concentrado en la bolsa estadounidense durante años (…) Me encanta seguirla”, confesó Moyá esta semana en un coloquio en Madrid. Quien fue el primer español en alcanzar el número uno en el “ranking” del ATP, en marzo de 1999, tiene un agente inversor en los Estados Unidos que le aconseja cuando compra acciones e invierte en fondos.
Desde que ingresó a esta ruta para que sus ahorros fueran rentables, Moyá ha optado principalmente por el magnate estadounidense Warren Buffet, Considerado el inversor más exitoso en el mundo y que hace unos días anunció que, a los 94 años, dejará la presidencia ejecutiva de la Compañía Hathway de Berkshire, a fines de 2025.
“No me considero un experto en estos temas, pero realmente me gustó leer sobre eso. Siempre me ha encantado entrenar, estar consciente, y ahora tengo más tiempo. He leído mucho y siempre he tratado de confiar en lo mejor”, dice.
Moyá, de 48 años, dejó tenis profesional en 2010, después de ganar Roland Garros en 1998 y unos veinte torneos ATP. Posteriormente, fue nombrado capitán de la Copa Davis a fines de 2013, aunque solo estuvo un año después de no obtener los objetivos marcados.
En 2016, se convirtió en entrenador de Nadal, a quien ayudó a completar un récord de sueños hasta su despedida en noviembre del año pasado.
Incluso siendo un jugador, Moyá entendió que a pesar de haber amasado mucho dinero al servicio y al resto, tendría dos tercios de su vida sin la raqueta, por lo que era necesario garantizar la solvencia económica a través de las finanzas.
“En España hay muy poca cultura financiera. Es algo que no piensas a los 20 años, pero es muy importante que alguien de esta edad tenga a alguien a tu lado. Los lados, pero ese dinero termina”, dice.
Por lo tanto, es necesario que los tenis de los jugadores del circuito profesional dediquen una parte de lo que ganan para invertir en su futuro para cubrir sus espaldas. Moyá se ha casado desde 2011 con la actriz Carolina Cerezuela, con quien tiene tres hijos, entre 14 y 11 años.
Con sus inversiones en Wall Street, el ex host ha logrado “un colchón importante” de ahorros, aunque reconoce que por la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump, no gana por sorpresa.
A pesar de la turbulencia y Trump, está decidido a continuar invirtiendo en los Estados Unidos porque su estrategia es a largo plazo, sin asumir riesgos excesivos: “Debe tener un estómago para saber que puede haber esos descensos, pero si tiene una estrategia, se adhiere y confía si ha valido la pena en el pasado”.
“No me importa quién sea (en la Casa Blanca) Trump lo será y luego no lo será, y el mercado de valores de EE. UU. Continuará.
La compra de acciones es solo una de las facetas económicas que Moyá ha cultivado en los últimos años. En Mallorca, Real Estate Investments ha emprendido que un caballo ganador para su atractivo turístico ha sido bien. Como Nadal, también está vinculado al mundo de Paddle como embajador y socio de la compañía Mallorcan Brisk Padel, dedicada a la fabricación de raquetas de alta calidad.