¿Por qué llueve cada vez que los ciclistas llegan a Catalunya? Por desgracia, habrá que estar pendientes del tiempo el 4 y el 5 de julio de 2026. Parece que los profesionales del ciclismo, da igual que sean hombres o mujeres, viajen con la bici cargada de rayos y truenos, como los que asustaban no muy lejos de la meta de Sant Boi de Llobregat, el lugar donde Marianne Vos gratificó a la Vuelta femenina con una victoria de prestigio.
Vos no está en la Vuelta para ganarla, porque para ello la acompaña en su equipo Pauline Ferrand-Prévot, muy enfadada el domingo por el lío que se montó en los controles de bicis que efectuaban los jueces de carrera. Miran que los pesos sean los correctos y sobre todo que no haya un motor escondido entre los tubos del cuadro. Nunca han encontrado nada, pero siguen empeñados en ello.
Líder italiana
El Visma, el mismo que visten y calzan Vingegaard y Van Aert en categoría masculina, llegó corriendo al podio de lanzamiento de Barcelona y casi no tuvieron tiempo de escuchar aquello de preparadas, listas, porque salieron con el cronómetro en marcha. Por eso, marcaron un tiempo lejos del que esperaban, una pérdida en segundos que le impidió a la corredora neerlandesa vestirse con el jersey rojo de líder, que en la tercera etapa llevará la italiana Letizia Paternoster (Lidl-Trek), con un apellido muy acorde con lo que está sucediendo estos días en Roma, aunque ella sea nacida en la región del Trentino, mucho más al norte, tierra de escaladoras.
Cuesta que las metas se llenen todavía con el ciclismo femenino. Y eso que el Ayuntamiento de Sant Boi, al igual que el de Molins de Rei, en la salida, hicieron esfuerzos para informar a los vecinos de que la Vuelta visitaba la ciudad. Hasta hubo un llamamiento para que 400 niñas y niños de los colegios de Sant Boi se acercasen a la llegada para desafiar a la amenaza de lluvia.
En la Vuelta femenina hay animador en la meta, que nadie se aburra y cumpla con los deberes de no perderse el esprint de las corredoras. A los niños se les instruye con términos ciclistas. “¿Qué es un pelotón?”, se les pregunta. Y la respuesta, que se escucha por los altavoces, provoca un estallido de risas: “una pelota muy grande”, responde una niña. Otra dice que llegan unas deportistas que van en bici como ella. Y, cuando aparecen, como suele ser habitual, apenas las ven, entre paraguas enormes, debido a la tremenda velocidad que exhiben.
Vos acelera en la curva con giro de 180 grados que aparece a 120 metros de la llegada. Allí arranca como si no hubiese un mañana y con tiempo suficiente para levantar los brazos, celebrar el triunfo y trazar luego un corazón entre los dedos de las manos. Vos ya sabía lo que era ganar en Catalunya, por la puerta grande además, porque en junio del año pasado se convirtió en la primera vencedora de la Volta. En tres semanas lo tendrá más complicado, ya que este lunes la organización de la ronda catalana anunció la presencia de Demi Vollering, la última vencedora de la Vuelta, título que espera repetir el sábado, en el camino para tratar de volver a adjudicarse el Tour a finales de julio, después de la actuación masculina.
Caídas en Begues
Hubo caídas por culpa de la lluvia, sobre todo en la bajada desde Begues, una de las carreteras más transitadas por cicloturistas barceloneses, entre otras la de la neerlandesa Anna van der Breggen se fue al suelo. En la Vuelta, aunque parezca que sólo corren ciclistas de los Países Bajos, hay 30 nacionalidades diferentes, con la mallorquina Mavi García, instalada ya en la décima plaza de la general.
Después del paso por carreteras barcelonesas -más que aceptable presencia de público en el paso por localidades como Vilafranca del Penedès– la Vuelta se desplaza a Aragón para disputar este martes la tercera etapa entre Barbastro y Huesca con 132 kilómetros de recorrido.
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