El sistema tributario español ha estado sujeto a numerosos debates, especialmente en torno a la distribución de la carga fiscal. Uno de los datos más incomprensibles del público en general es que Alrededor del 70% de la población en España no contribuye al impuesto sobre la renta de las personas naturales o el IRPF.
Esto no significa que no presenten el estado de resultados, sino, debido a bajos ingresos, deducciones o exenciones, Su contribución efectiva al impuesto es nula.
Este “fenómeno” se ha intensificado en los últimos años debido a las reformas fiscales que han elevado el mínimo exento y las deducciones ampliadas, especialmente dirigidas a medianos y bajos ingresos.
Aunque esto también puede parecer una medida progresiva está concentrando aún más el peso del sistema fiscal en una minoría de contribuyentes. Una paradoja total.
Cómo se distribuye realmente el IRPF en España
Según los últimos datos oficiales, El 40% de los declarantes de IRPF, que es equivalente a casi el 70% de la población total, no pagan realmente este impuesto. Esto significa que su resultado fiscal es cero o incluso negativo (es decir, reciben devoluciones).
En cambio, El 10% más rico de los contribuyentes supone que el 57% del total recaudado por IRPF. La concentración es aún más marcada si se observa que El 1% más rico paga 21% y el máximo de 0.1% contribuye al 7% del total.
Este elenco genera una estructura fiscal donde Una parte muy pequeña de la sociedad es apoyar la mayor parte del sistema.mientras que la mayoría están fuera de la obligación de contribuir directamente al apoyo del estado a través de IRPF.
¿Y cómo es la situación en otros países desarrollados?
Este fenómeno no es exclusivo de España. De hecho, La mayoría de las economías desarrolladas con sistemas fiscales progresivos tienen una concentración similar En la recaudación del impuesto sobre la renta.
En EE.UUPor ejemplo, El 40% de la población no paga impuestos federales sobre los ingresosy la tasa marginal máxima del 37% se aplica a ingresos superiores a $ 609,000.
En Reino UnidoLa situación es aún más sorprendente: El 44.7% de los ciudadanos no pagan ningún impuesto sobre la rentamientras El 10% más rico contribuye al 69% de los ingresos fiscales totales.
Un trabajador británico con un salario de 150,000 libras paga 53,460 libras en IRPFEn contraste con otro que gana 25,000 libras, que paga solo 2,486 libras. A pesar de esta progresividad obvia, el discurso político aún gira en torno a la idea de que “los ricos deben pagar más”, cuando ya Son ellos quienes apoyan la mayor parte del peso fiscal.
En AlemaniaEl 37.4% de la población no paga impuestos sobre la renta, mientras que en Australia La cifra es del 58.5%. Estas proporciones confirman una tendencia generalizada en los países desarrollados: carga del impuesto sobre la renta Cae muy significativamente en el ingreso más alto.
Las reformas fiscales en España amplían el número de no contribuyentes
En los últimos años, las diferentes reformas promovidas por los gobiernos de la izquierda y la derecha han tratado de aliviar la presión fiscal en las clases medias y bajas.
Esto se ha hecho principalmente a través del aumento de los mínimos exentos de personal y familiares, así como a través de deducciones específicas de maternidad, alquiler, familia o discapacidad numerosa.
El resultado es una proporción creciente de ciudadanos que, aunque presentan el estado de resultados, no terminan pagando el impuestoo incluso recibir devoluciones más grandes que sus retenciones.
Esta dinámica se ha intensificado con la inflación, ya que muchos salarios han aumentado, pero no lo suficiente como para generar una contribución neta al IRPF después de aplicar las deducciones actuales.

Además, algunas comunidades autónomas han implementado reducciones adicionales en la sección regional del impuesto, que Aumenta aún más el número de personas que permanecen fuera del sistema de contribución efectiva.
El debate eterno sobre la justicia fiscal
La idea de que “los ricos deben pagar más” sigue siendo una de las banderas principales del discurso fiscal progresivo. Sin embargo, los datos muestran que Hay una profunda progresividad en IRPFTanto en España como en otros países desarrollados.
Cargar incluso más del 10% que ya admite más de la mitad del sistema puede tener consecuencias negativascomo el desánimo del esfuerzo, la inversión o la atracción del talento. A largo plazo, esto puede debilitar la base impositiva total y, paradójicamente, reducir la capacidad de recolección del estado.
Además, La desconexión de una mayoría social con respecto a la contribución fiscal directa puede erosionar el contrato social. Si la mayoría no paga IRPF, pero exige servicios públicos de calidad, la tensión entre los derechos y los deberes se hace más evidente.
Con las tendencias demográficas y económicas actuales, es probable que esta dinámica se mantenga o incluso acentuada.
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