La “Guerra Civil” de Alex Garland: criaturas en un conflicto fratricida

La “Guerra Civil” de Alex Garland: criaturas en un conflicto fratricida
La “Guerra Civil” de Alex Garland: criaturas en un conflicto fratricida

8 – GUERRA CIVIL

(Guerra Civil/Estados Unidos – Reino Unido, 2024)

Dirección y guión: Alex Garland

Duración: 109 minutos

Protagonizada por: Kirsten Dunst, Wagner Moura, Stephen McKinley Henderson, Cailee Spaeny, Jesse Plemons y Nick Offerman

Estreno en cines

No todo es lo que parece. Los tráilers, piezas publicitarias y reportajes periodísticos previos a su estreno en Estados Unidos -donde encabezó la taquilla en su primer fin de semana, convirtiéndose en el mejor estreno del muy de moda estudio A24- sugieren que Guerra civil Es una película bélica en toda regla, rica en escenas de acción, fugas, gritos y explosiones. Pero nuevo trabajo del británico Alex Garland (ex machina, Aniquilación y Hombres: terror en las sombras) es otra cosa. Sí, tiene lugar entre enfrentamientos armados y un estado de anomia total, pero su esencia es más bien supervivencia y reflexiónpor la ausencia de una moral tranquilizadora, y de un virtuosismo audiovisual funcional acorde con el largo, tortuoso e impredecible camino que recorren. tres fotoperiodistas veteranos y un joven aprendiz mientras el mundo –o Estados Unidos, que para Hollywood es lo mismo– se desmorona.

La elección de la profesión no es casual, ya que permite dos cosas. Por un lado, que ellos –y, con ellos, los espectadores– puedan tener acceso directo y privilegiado a lugares y personajes que serían inalcanzables si fueran ciudadanos salvajes. Por otra parte, observar los acontecimientos con atención y con una mirada ecuánime, si se quiere, despojada de intereses ajenos a los propios, incluso cuando sean víctimas directas de lo que sucede: El país envuelto en una guerra interna no es otro que el suyo, el de la bandera de bastones horizontales y estrellas.. El escenario, aunque improbable en el corto plazo, tiene una impronta plausible que lo hace escalofriante. Aquí no hay grandes evocaciones de ciencia descontrolada -algo que sí ocurrió en el período apocalíptico-. 28 días después, del que Garland fue guionista, ni un factor externo que opere como detonante (¡musulmanes y/o rusos, fuera!). Es un futuro cercano muy parecido a un presente con sus particularidades exacerbadas, que no es lo mismo que exagerado.

Si la forma habitual en la que suelen comenzar este tipo de historias es con imágenes de un informativo que ofrece una raconto de lo sucedido, Garland opta por hacerlo con el presidente de Estados Unidos -que ya se encuentra en su tercer mandato- anunciando una Escalada del conflicto generado por el exitoso intento de secesionismo de California y Texas, dos de los estados más importantes e históricamente situados en antípodas ideológicas: uno muy progresista; el otro es muy conservador. La verdad es que ambos han creado las llamadas Fuerzas Occidentales y desobedecieron órdenes ejecutivas. No hay detalles temporales sobre cuánto tiempo lleva durando la guerra hasta que Garland conoce al reputado fotógrafo de Reuters Lee Smith (Kirsten Dunst), el periodista Joel (el brasileño Wagner Mourade Tropa de élite) y su veterano colega de New York Times (Stephen McKinley Henderson) cubriendo una batalla en Brooklyn y cruzándose con la jovencísima Jessie (Cailee Spaeny). Pero el escenario dominado por edificios en ruinas, locales saqueados y calles repletas de restos de coches abandonados o quemados, permite imaginar que no empezó precisamente ayer.

La cuestión es que Lee evita la muerte segura de Jessie, quien también es fanática de su labor de salvadora. Una vez en el hotel, Una advertencia de que algo importante sucederá en Washington pone al cuarteto en camino a la Casa Blanca., iniciando así un viaje en coche de varios centenares de kilómetros en el que cada nueva e involuntaria parada les propondrá situaciones límite que superarán (o no) juntos. En su mayoría situaciones muy violentas que Garlard retrata como tales. El tono es pacíficamente inquietante., sin estridencias ni una posición política definida. Aquí no hay buenos ni malos. O, si las hay, son dos caras de una misma moneda. Después de todo, se trata de criaturas involucradas en una guerra fratricida de la que nadie saldrá ileso.

 
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