España y China unidas por dragones

A estas alturas el cine de animación español no tiene que demostrar nada. Está ‘Planeta 51’, de los estudios Ilion de Alcobendas, que costó 55 millones de euros y llegó a 3.400 salas de Estados Unidos. O ‘Klaus’, de Sergio de Pablos, con 40 millones de presupuesto aportados por Netflix y nominada al Oscar de animación, hazaña que este año ha repetido la artesanal ‘Robot Dreams’ de Pablo Berger.

‘Dragonkeeper’ ronda los 20 millones y no se habría podido hacer si no fuera una coproducción con China. «Son 3 o 4 años y un millar de personas trabajando. A nivel europeo, una película de animación familiar, sencilla y de nivel medio, no baja de los 12 o 13 millones. Si queremos ser más ambiciosos, ya son 20 o 30”, ilustra su director, Salvador Simó (Barcelona, ​​1975). ¿Cuánto cuesta una película de Disney o Pixar? “90, 120 millones… Sin tener en cuenta el presupuesto de publicidad y marketing”, compara el autor de ‘Buñuel en el laberinto de las tortugas’, Goya de animación en 2019.


Tráiler de ‘Dragonkeeper’.

‘Cuidador del Dragón. Guardiana de dragones’ inauguró el Festival de Málaga y llegará a más de 300 salas de cine este viernes 19 de abril de la mano de A Contracorriente, la mayor distribuidora independiente de nuestro país. Su protagonista es una niña de corazón puro, Ping, que mantiene un vínculo con los dragones en la China imperial hace 2.500 años. La factura visual es impecable y el ritmo se acerca más al trabajo de Miyazaki que al frenesí de las películas de animación recientes.

“En ‘Dragonkeeper’ prima la aventura y mandan los personajes”, afirma su autor, admirador de ‘Los Goonies’, ‘Pesadilla antes de Navidad’ y ‘Mi vecino Totoro’. “Hay momentos de humor, pero es la propia historia la que los pide, no insertamos artificialmente un gag tras otro”. Simó se hizo cargo de los personajes cuando el director inicialmente previsto, Ignacio Ferreras (‘Arrugas’), abandonó el proyecto. La colaboración con los chinos parece complicada.

“La codirección (con Li Jianping) es relativa, porque, por contrato, toda la parte narrativa y creativa es española”, remarca Simó. «Los chinos se aseguraron de que la película fuera fiel a su cultura. El año pasado tuvimos que ir a supervisar al equipo, porque Jianping no estaba, es un cargo político más que otra cosa. El director explica que ahora una producción de esta magnitud se podría abordar con dinero español, pero en 2012, cuando se empezaron a negociar los derechos de la saga literaria de Carole Wilkinson en la que se basa, fue imposible.

El director Salvador Simó.

‘Dragonkeeper’ tenía que convencer en China y Occidente. “No creo que los niños chinos sean menos inteligentes que los del resto del mundo”, ironiza Salvador Simó. «Es cierto que culturalmente se tiende a sobreexplicar las historias. Pero China se ha abierto mucho y los jóvenes consumen productos occidentales, ya no hay tanta diferencia cultural.

Inteligencia artificial

Las películas de Studio Ghibli, señala el director, tienen un ritmo lento y a los niños les encantan. «El mercado tiende a pensar que a los niños hay que darle todo, yo intento tratar al público infantil con respeto. “Son capaces de comprender muchas más cosas que nosotros con su mente abierta e inteligente”. ‘Dragonkeeper’ es una película familiar, coincidió, “pero también tiene que entusiasmarlos intelectualmente y hacer que quieran volver a verla, porque con cada nueva visualización descubren cosas nuevas”.

Meses antes del estreno de una producción de Disney o Pixar ya lo sabemos gracias al merchandising. La ‘major’ también domina la distribución en salas, al igual que Sony y Warner. “A Contracorriente y Antena 3 están haciendo un gran trabajo, pero no deja de ser la lucha de David contra Goliat”, lamenta Salvador Simó. Si el estreno en salas sigue siendo importante para dar a conocer una película, en el caso de los dibujos animados es imprescindible. «Mira ‘Klaus’. Es una pena que solo se haya visto en Netflix.

Ping, el pequeño protagonista de ‘Dragonkeeper’.

El cine de animación español “lleva muchos años luchando y demostrando que está a la vanguardia”, se felicita el director. «El Gobierno necesita darse cuenta de que ésta es una industria que genera mucho dinero y trabajo. Hasta que eso suceda seremos competitivos a nivel creativo, pero no a nivel comercial. ‘Dragonkeeper’ compite con producciones de 80 y 90 millones. “Por eso el Gobierno debe hacer algo para evitar la fuga de talento”.

La Inteligencia Artificial también revolucionará la fabricación de imágenes en un género costoso y laborioso. Simó, que ha trabajado en los efectos especiales de las sagas ‘Piratas del Caribe’ y ‘Las Crónicas de Narnia’, se muestra optimista. «Creo que la IA acabará encontrando su lugar, no se puede escapar de ella, hay que utilizarla de forma inteligente, a pesar de la redundancia. Al final es una herramienta más para trabajar más rápido, pero nunca sustituirá la parte creativa.

 
For Latest Updates Follow us on Google News
 

PREV Joaquín Furriel y Oscar Martínez brillan en una película dramática y muy exitosa
NEXT Estos son los estrenos imperdibles de mayo, con “Nahir” entre los más destacados