‘El precio del poder’ (1983), dirigida por Brian De Palma, nos sumerge en el mundo de la mafia cubana en Miami, protagonizada por Al Pacino en el legendario papel del mafioso Tony Montana. La trama sigue el ascenso y caída de Montana, un inmigrante cubano que llega a Miami durante el éxodo del Mariel ocurrido a principios de los años 80, y que poco a poco se convierte en un poderoso narcotraficante, enfrentándose a la violencia y la corrupción en su búsqueda de poder y poder. La película es una nueva versión de ‘Scarface’, el clásico del cine de gánsteres dirigido por Howard Hawks y protagonizado por Paul Muni. La película, que actualmente se encuentra disponible en el catálogo de Netflix, abandonará la plataforma el próximo 31 de marzo.
La película recibió varias nominaciones y premios, en particular tres nominaciones a los Globos de Oro, incluido el de Mejor Actor en un Drama para Al Pacino. A pesar de no ganar ningún premio, ‘El precio del poder’ se ha convertido en una película de culto y ha dejado un importante legado en la cultura popular.
Técnicamente, la película destaca por su dirección visual y atmósfera inmersiva. De Palma utiliza una cinematografía sorprendente y una edición dinámica para crear una sensación de tensión y peligro constante. Por otro lado, la fantástica banda sonora de Giorgio Moroder contribuye a la intensidad emocional de la película, dejándonos unas secuencias en las que el uso de la música es una clase magistral para el espectador. El guión fue escrito por Oliver Stone, quien en ese momento estaba lidiando con su propia adicción a la cocaína.por lo que decidió huir a París, utilizando la redacción de este manuscrito como parte de su propia terapia de desintoxicación.
El reparto está encabezado por Al Pacino y Steven Bauer en el papel de Manny Rivera, colega y socio de Tony Montana. El reparto lo completan jóvenes talentos como Michelle Pfeiffer y Mary Elizabeth Mastrantonio, que combinan a la perfección con actores veteranos como Robert Loggia o el ganador del Oscar, F. Murray Abraham. Mención especial merece el trabajo de Pacino dando vida a su icónico personaje, Tony Montana, que encarna a la perfección la ambición excesiva y la violencia despiadada.
Los críticos de Fotogramas se refirieron a la película como un “mirada delicuescente a la mafia cubana “que tiene muy poco que ver con ‘Scarface’ de Howard Hawks, a pesar de sus pretensiones.” Además, también añade en la valoración que “su juego se reduce a un largo repertorio de excesos, tanto en la violencia como en el supuesto discurso, con una resolución formal tan aparente como educada. Dentro de un universo casi idéntico, ‘Atrapado por su pasado’ es una obra infinitamente superior”.
