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Ford inauguró esta semana su nueva planta de motores en su centro industrial de Pacheco, una inversión de 80 millones de dólares que formó parte de los 660 millones de dólares desembolsados en total para renovar la fábrica y producir la nueva generación de la camioneta Ranger a partir de mediados de 2023. Después de la ceremonia de apertura, Martín Galdeano, presidente de Ford Argentina y Sudamérica, habló con LA NACION sobre la inversión, la situación del mercado y la competitividad de la industria.
– ¿La idea de ubicar motores surgió después de que se aprobara el proyecto Ranger?
– Sí, fue en dos etapas. Primero fue el proyecto del nuevo Ranger y luego el proyecto del motor. Podríamos fácilmente importar motores, pero (fabricarlos aquí) nos da mucha más flexibilidad a la hora de producir, cambiar las combinaciones de producción y adaptarnos mejor. Hoy lamentablemente no nos trae mejores costos, pero cuando propusimos el proyecto generó más eficiencia. Confiamos en que cuando se normalicen los impuestos se conseguirá.
– El Gobierno anunció la reducción de aranceles para la importación de repuestos. ¿Ya está implementado?
– Veo que hay un buen entendimiento en todas partes. Para producir y exportar en un proyecto de esta magnitud hay que ser competitivo, y el marco fiscal y regulatorio es muy importante. Hay acciones que se están tomando, como tener un régimen diferente cuando uno importa para exportar, como la fábrica de Aduanas que tenemos aquí. El impuesto PAIS se está discutiendo estos días y eso es importante, porque nos pega de lleno en nuestra competitividad exportadora. Es muy importante que se esté discutiendo. Para nosotros es importante que la macro se estabilice, para las inversiones de largo plazo, pero para todos los demás hay diálogo.
– ¿Qué impacto tiene específicamente el impuesto PAIS?
– Históricamente, Argentina tenía 12,5 puntos de carga tributaria entre ingresos brutos, impuestos municipales -que nosotros no pagamos por exportar, pero sí nuestros proveedores- y el impuesto a los débitos y créditos, y hoy está entre 20 y 25 puntos de carga tributaria. Brasil tiene el 7% y México y Tailandia no tienen nada. Cuando exportamos el Ranger, competimos para abastecer los mercados de Estados Unidos, Sudáfrica y Tailandia, que tienen diferentes regímenes de exportación.
– ¿Qué riesgo hay de perder mercados si esto no se corrige en el corto plazo?
– Hoy abastecemos a todos los países de América del Sur. Hace tres semanas estuve en Chile. Hay 82 marcas de automóviles registradas y el 60% son de origen asiático. Competir con esta carga tributaria es muy difícil en un mercado como Chile. Exportamos la Ranger anterior a México, y hoy no. México es un país muy abierto y no nos comprará porque seamos argentinos, sino porque somos competitivos y eficientes en costos y calidad. Actualmente se suministra desde Sudáfrica.
– ¿La expectativa es que se concrete la bajada de tarifas a las piezas, y luego una reducción del impuesto PAIS?
– Sí, esa es la expectativa.
– El Ministro de Economía dijo que de aprobarse el paquete fiscal, el impuesto PAIS volvería al 7,5%…
– Son muchos 10 puntos, y 7 y medio también.
– Es un impuesto que no debería existir y que desaparecerá cuando se abra el tipo de cambio…
–Sería un cambio importante, sí.
– ¿Puede el RIGI (Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones) ayudar a atraer inversiones en el sector de la automoción?
– Es importante que exista un régimen de este tipo para las inversiones a largo plazo. Lo que planteamos en su momento es que llevamos 110 años en la Argentina y necesitamos las mismas reglas de juego que para cualquiera que venga nuevo. Tiene que ser aplicable a todos. Por supuesto, para ingresar al RIGI hay que realizar una inversión de la naturaleza que requiere el RIGI. [N. de R.: US$200 millones], pero con las mismas reglas del juego. Tienen que ser equivalentes.
– ¿No está claro?
– No, eso es lo que le explicamos. Está muy bien, es importante para la industria y para la Argentina, pero el pedido es que sea igual para todos, los que recién entran y los que llevan 110 años, como es el caso de Ford. Los temas que estoy poniendo encima de la mesa son competir en igualdad de condiciones. En cuanto a impuestos, en Argentina son altísimos, pero todos los terminales compiten en igualdad de condiciones. Para exportar no competimos con las mismas reglas de juego que otras plantas, y eso es un problema.
– ¿Qué perspectivas hay para el mercado en el segundo semestre?
– Después de un primer trimestre que había caído un 30% respecto al año pasado, en mayo la caída acumulada en el año fue del 22%. Vemos una recuperación y algunas cuestiones fueron ayudadas, como los niveles de precios que no han aumentado durante varios meses. Lo que hicimos nosotros (para Ford) fue reflejar en los precios los descuentos que daban los concesionarios. Eso me parece que ha ayudado, y algunas decisiones de compra alentadas por el dólar financiero. Si me preguntas hoy, veo una industria de 350.000/370.000 unidades para este año.
– Con motor nacional, ¿qué contenido local y regional tendrá ahora el Ranger?
– Nuestro objetivo es un 50% de contenido regional. Ford ya fabricaba motores (los Puma) y con la nueva planta seguimos con ese modelo.
– ¿En qué momento está el suministro de repuestos? Hubo terminales paradas debido a las inundaciones en Brasil el mes pasado.
– Tuvimos algún proveedor del segundo anillo con problemas, pero entre el stock que teníamos en fábrica y el del proveedor intermedio lo solucionamos. Sabemos que hubo problemas en toda la región y nos involucramos con la ayuda de Ford y nuestro brazo filantrópico.
– ¿Ya está superado el problema de los pagos de autopartes con proveedores extranjeros?
– Estamos con suministro normal, sí.
– ¿Qué nivel de producción prevé hoy para todo el año?
– Esperamos un crecimiento del 15% para todo el año. No vamos a llegar a 110.000 (la capacidad instalada de la planta de Pacheco), pero tenemos oportunidades de crecimiento.
