Este año, como muchas otras compañeras de la generación de 2006, como Ana Gea, Aitana Miranda, Lucía Ángulo y un largo etcétera de una de las generaciones más exitosas que ha dado nuestro baloncesto femenino, una de las mejores jugadoras que ha pasado por el Cantera del Unibasket y, anteriormente, del extinto Campus Promete, dejará el equipo de su tierra natal y el que la ha visto crecer, humana y deportivamente, desde que empezó a regatear un balón con cinco años.
Aroha Estebas Ceballos representa mejor que nadie los valores que el baloncesto requiere de las chicas que lo abrazan; los que requieren las mujeres a nivel profesional, con una extraordinaria formación académica; y, principalmente, las que la sociedad necesita para entender que mujeres como ella son fruto de un feminismo basado en la determinación y la perseverancia.
La presencia de Aroha en Unibasket no sólo ha sido fundamental para dar cohesión, junto a todos sus compañeros, a su generación baloncestista; También ha ayudado a las niñas a ver en ella un modelo a seguir a seguir, tanto dentro como fuera de la cancha. La continuación ideal de maravillosos ejemplos anteriores como Elena Salcedo o Paula Estebas. Nombres que, sin duda, sumarán en el futuro algunas de las chicas que ahora forman parte del filial del Unibasket o de cualquiera de los numerosos equipos de baloncesto que tenemos la suerte de tener en La Rioja.
El baloncesto, por los bonitos valores que encierra, es uno de los pilares fundamentales que sustenta el relevo generacional que está propiciando la irrupción real de la mujer en la sociedad. Y el hecho de que una joven como Aroha haya sabido combinar en sí misma algunas de las mejores cualidades que debe atesorar una mujer del siglo XXI, como son la capacidad, la dedicación y el tesón, la convierte en ese espejo que todos los padres buscan cuando, después de Al darle un beso de buenas noches a nuestras hijas en la cama, idealizamos su futuro.
Cuando comience el nuevo curso académico y deportivo, Aroha y muchos de sus compañeros lo harán lejos de La Rioja, iniciando estudios universitarios, que sin duda finalizarán con éxito. Son capaces de todo. Y son capaces porque saben que lo son.
Espero que regresen algún día, porque necesitamos a Arohas. Muchos más Arohas.
