Ciencia y Tecnología. Importante investigación sobre microplásticos en el río Chubut – .

Ciencia y Tecnología. Importante investigación sobre microplásticos en el río Chubut – .
Ciencia y Tecnología. Importante investigación sobre microplásticos en el río Chubut – .

Como lo señala el estudio “El estuario del río Chubut como fuente de microplásticos y otras partículas antropogénicas hacia el Océano Atlántico Sudoccidental” de Erica Giarratano, Rosana Di Mauro, Leonel I. Silva., Juan P. Tomba, Rodrigo D. Hernández- Moresino de 2022 “Este río es utilizado para la generación de energía eléctrica, riego y abastecimiento de agua potable a las ciudades ubicadas en el valle fértil del río (28 de Julio, Dolavon, Gaiman, Trelew y Rawson) (Chiarandini Fiore et al ., 2013). La llanura aluvial del río Chubut está ocupada por pequeños asentamientos dedicados a la agricultura y la ganadería. Estas actividades económicas han provocado un aumento de nutrientes en el agua (Bermejo et al., 2018; Liberoff et al., 2019), potenciado también por el uso de fertilizantes (Kopprio et al., 2015). El río tiene gran importancia para la economía local relacionada con actividades agrícolas, ganaderas y pesqueras, que contribuyen a generar diferentes tipos de residuos y contaminantes, teniendo como destino final el Océano Atlántico. Y señalaron que “este estudio tuvo como objetivo investigar por primera vez la abundancia y tipo de partículas antropogénicas (PA) en sedimentos y aguas del estuario del río Chubut. Inicialmente se centró en la contaminación por microplásticos, aunque luego se amplió a las AP cuando quedó claro que otros tipos de materiales representaban componentes importantes de las muestras. “Los hallazgos actuales pueden contribuir a aumentar la conciencia ciudadana y política sobre este tema de gran preocupación mundial, y se utilizarán como base para diseñar estudios más específicos en el futuro”.

Recientemente se publicó una nueva investigación sobre microplásticos en el río Chubut, elaborada por investigadores del CENPAT, donde se centraron en estudiar microplásticos, siete metales y un metaloide para determinar si la almeja asiática puede servir como biomonitor de la contaminación, como ocurre en otros lugares del mundo. . .

El estudio se basó en la almeja Corbicula fluminea, también conocida como almeja asiática, en el río Chubut. Este es el registro más austral de esta especie invasora que se distribuye por gran parte del planeta. Corbicula fluminea es originaria de Asia, África y Australia y se estima que llegó al Río de la Plata en 1979 en el agua de lastre de barcos o como cebo vivo para la pesca. Generalmente vive enterrado hasta 10 centímetros en fondos blandos de arena, grava o arcilla y puede posarse sobre estructuras artificiales como tuberías o filtros industriales. Además, tolera un amplio rango de temperatura de 2 a 36 °C.

Como señala Erica Giarratano, miembro del Laboratorio de Química Ambiental y Ecotoxicología (LAQUIAE) de CESIMAR, “queríamos ver si esta especie podría ser útil para monitorear la calidad de los sedimentos ya que vive enterrada y, a su vez, el agua que está arriba porque esta especie tiene la capacidad de filtrarla para obtener alimento. Evaluamos metales esenciales para el metabolismo del organismo como cobre, manganeso, níquel y zinc, y otros metales no esenciales, como cadmio, cromo, plomo y arsénico. Dentro de estos últimos sólo encontramos el arsénico. “Por este motivo, no recomendamos consumir la almeja asiática, como ocurre con otras especies durante la Marea Roja”.

Los microplásticos más encontrados fueron fibras de PET transparentes y fibras de algodón teñidas, posiblemente provenientes de redes y sedales de pesca y del lavado de ropa, respectivamente. La abundancia de microplásticos en las almejas asiáticas del río Chubut, según el estudio, indicaría un nivel bajo a moderado. Esto está en línea con la conclusión de otro trabajo del mismo investigador, al comparar las concentraciones de microplásticos en sedimentos y agua del mismo río con otros estudios a nivel mundial.

De esta manera, los especialistas aseguran que la extendida almeja asiática podría servir como un biomonitor útil para evaluar cambios en la calidad ambiental de sistemas estuarinos y de acuicultura en fresco como el río. “Estudiar y monitorear la bioacumulación de microplásticos y elementos como el arsénico en los bivalvos es crucial para evaluar el riesgo potencial para el ecosistema y la salud humana a través de su consumo”, afirman los autores.

Finalmente, sobre los niveles de arsénico, Giarratano explica que es un problema natural a nivel país, ya que hay gran cantidad de este metaloide en aguas subterráneas provenientes de rocas: “La hipótesis que manejamos es que vendría de los sedimentos. y ceniza volcánica de la región andina. Pero se necesitan más estudios para confirmarlo”. De todas formas, el investigador aclaró que “nos parece importante resaltar, para tranquilidad de todos los chubutenses que beben agua potable que proviene del río Chubut, que el nivel de arsénico en el agua del río no fue detectable, lo que refuerza la hipótesis de que el arsénico estaría en los sedimentos”.

Resaltamos la importancia de esta investigación en momentos en que se conoció que en los primeros cinco meses del año, la ejecución de la Función de Ciencia y Tecnología (C&T) del presupuesto nacional cayó 24,2% en términos reales respecto de los primeros cinco meses. de 2023. De esta forma, la función se sitúa 36 puntos reales por debajo de los valores de 2015.

 
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