El presidente Javier Milei reiteró sus intenciones de vetar la eventual nueva fórmula de jubilación e indicó que le “importa un carajo” el apoyo legislativo que haya tenido la iniciativa, al mismo tiempo que se jactó de haber despedido a “25 mil empleados estatales, ”y avance: “Vamos a despedir a 50 mil más”.
Lo hizo durante su participación en el Foro Económico Latam, el evento de finanzas y economía que se desarrolla en Parque Norte.
Durante su discurso, el presidente también se refirió al ajuste: “Comenzaron a cuestionar su calidad; De 123 años tuvimos un déficit de 113. No fue fácil hacerlo”, y agregó que “a diferencia de otros que terminaron volando por los aires con un ajuste de medio punto, nosotros hicimos un ajuste de siete puntos, aquí estamos parados y vamos a seguir luchando. “
Sobre el equilibrio fiscal, y al día siguiente de la media sanción de la nueva fórmula jubilatoria en la Cámara de Diputados, afirmó: “Cada vez que los degenerados fiscales de la política quieran ir a romperla, voy a vetar todo. “Me importa un comino”.
“Es verdad que la política estorba, ensucia. Cuando se mira la Ley de Bases más el DNU se trata de devolver la libertad a los ciudadanos, de hacer los mercados más procompetitivos, y hay un tercer elemento que es acabar con los empleos. Este tercer punto lo explica muy claramente”, desarrolló.
En la misma línea, amplió: “No me importa nada. Ayer los fiscales degenerados, una de las cosas que hicieron, alardear de ser castos y creerse más que el resto del pueblo, mientras para aprobar una ley que favorezca al resto de los argentinos menos a los jets, han estuvo en suspenso durante seis meses “Se apresuran a aumentar sus salarios en un 80%”.
“Están buscando romper el equilibrio fiscal”, afirmó al tiempo que admitió que imitará a su par de El Salvador, Nayib Bukele, quien “gobernó a puro veto” durante su primera presidencia en 2019. “Todo lo que hicieron los fiscales degenerados, “Los veté a todos, que es lo que voy a hacer”, anticipó Milei.
Por otro lado, el presidente dedicó unos minutos a explicar en detalle su rechazo a las jubilaciones privilegiadas que reciben los expresidentes y aludió a los dichos de Miguel Ángel Pichetto: “Ayer un diputado empezó a defender las jubilaciones privilegiadas. Como es un derecho adquirido no es que vaya a tocar a los que están detrás. Es decir que juegan de mí hacia adelante”.
“Puedo estar cuatro u ocho años si todo va muy bien, pero luego, una vez que termine con esto, voy a tener que salir a trabajar, así que tengo que ocuparme activamente de hacer las cosas que son buenas. porque sino el día después me muero de hambre. ¿Qué conferencias voy a vender si fui un desastre como Presidente? No es un tema menor. Piensan que hacer lo malo es normal, hay un seguro total (jubilaciones privilegiadas), ¿qué seguro? Se acabó, si hacen las cosas mal se van a morir de hambre”, atacó.
La promesa de avanzar con la motosierra en el Estado: “Vamos a despedir a 50 mil más”
En otro pasaje de su discurso, el presidente aseguró que el 90% del ajuste que lleva a cabo se compone de una “motosierra” estatal, y aclaró que sólo el 10% es una “licuadora”, y reveló que avanzará con el Despidos en el Estado hasta cancelar 75 mil contratos.
“No sé si se acuerdan, que mi frase está “fuera” de reconocimiento internacional, y me llevó a reducir a la mitad el número de ministerios. Eso no fue gratis porque obviamente despedimos gente, en términos de contratos vamos a despedir a 75 mil y sacamos 25 mil, eliminamos transferencias discrecionales a las provincias, y obra pública”, puntualizó.
Como contrapeso, también reveló que su Gobierno apuesta por “realizar una fuerte política de contención social”, y destacó el trabajo de la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, “que tan torpedeada ha sido en los últimos días”.
“Hicimos un ajuste tremendo y sólo tenemos un reclamo social de los gestores de la pobreza”, se escudó, y amplió: “Ellos creían que era gratis, obviamente toda la gente que se estaba quedando sin trabajo se iba a enojar y están operándolo en ella”.
En el tramo final de su discurso, el Presidente pidió crear “las instituciones correctas, ya sea el DNU, la Ley de Bases”, a la que calificó como “fase 1 de las reformas estructurales” para establecer “las condiciones para que en un plazo de tiempo En, como máximo, 40 años, volveremos a ser una potencia mundial”.
