Colombia, Estados Unidos y otros dieciséis países se han unido para lanzar una declaración conjunta que aumenta la presión internacional sobre Hamás, exigiendo la liberación de los rehenes que este grupo islamista mantiene en la Franja de Gaza desde hace más de doscientos días.
Este llamado global llega en un momento crítico, donde el destino de los ciudadanos detenidos, incluidos los de las naciones signatarias, está en juego. “Exigimos la liberación inmediata de todos los rehenes retenidos por Hamás en Gaza“, destaca el comunicado difundido por la Casa Blanca, que marca un hito en la diplomacia internacional en su esfuerzo por resolver uno de los conflictos más prolongados y dolorosos del siglo.
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Este documento está firmado por líderes de Argentina, Austria, Brasil, Bulgaria, Canadá, España, Dinamarca, Francia, Alemania, Hungría, Polonia, Portugal, Rumania, Serbia, Tailandia, Reino Unido, además de Estados Unidos y Colombia.
La preparación del comunicado, según reveló un alto funcionario estadounidense, enfrentó importantes desafíos debido a desacuerdos en la redacción, que retrasaron su publicación hasta ahora.. La versión final, elaborada en las últimas dos semanas, busca ser un mensaje claro de unidad y determinación frente a las atrocidades cometidas por Hamás.
“La situación de los rehenes y de la población civil en Gaza, protegida por el derecho internacional, es motivo de preocupación mundial”, afirma el comunicado, subrayando la gravedad de la crisis humanitaria que afronta la región. Están en marcha esfuerzos de mediación liderados por Qatar, Estados Unidos y Egipto, que intentan llegar a un acuerdo que permita la liberación de los rehenes y garantice un alto el fuego “inmediato y prolongado” en Gaza.
Según los detalles compartidos, esta propuesta facilitaría no sólo la liberación de los rehenes, sino también mejoras en las condiciones de vida de los habitantes de Gaza, permitiendo su regreso a sus hogares y tierras, con acceso a asistencia humanitaria.
Sin embargo, estos esfuerzos se han visto frustrados por la reciente negativa de Hamás a aceptar la propuesta, exigiendo un alto el fuego permanente en lugar de una tregua temporal. Este punto muerto se produce en un momento especialmente tenso, tras la publicación de un vídeo de Hamás que muestra a uno de los rehenes israelíes, Hersh Goldberg-Polin, criticando al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y a su gobierno por su incapacidad para conseguir su liberación..
Las palabras de Goldberg-Polin reflejan la desesperación y el sufrimiento de los aproximadamente 129 israelíes que todavía están cautivos en Gaza, de los cuales, según Hamás, alrededor de setenta pueden haber muerto ya.
La última oferta de mediación incluye la liberación de mujeres, ancianos y otros hombres con afecciones médicas graves, una medida destinada a aliviar el impacto humanitario de la detención prolongada de rehenes.
Por ahora, la comunidad internacional sigue expectante, esperando que este llamado a la acción marque el comienzo de un nuevo capítulo hacia la paz y la justicia para aquellos afectados por décadas de conflicto.
El Foro de Familias Desaparecidas y Rehenes, una organización que aboga por el regreso de los rehenes, reaccionó al vídeo de Goldberg-Polin, expresando preocupación por el bienestar de los cautivos y subrayando la urgencia de su liberación. La familia de Goldberg-Polin, particularmente su madre Rachel Goldberg, quien incluso se reunió con el Papa Francisco para pedirle apoyo, ha expresado abiertamente la necesidad de traer a Hersh y a los otros rehenes a casa.
Del lado israelí, Daniel Hagari, portavoz de las Fuerzas Armadas de Israel, reafirmó el compromiso de su país de continuar las operaciones contra Hamás hasta que se garantice la liberación de todos los rehenes y condenó el uso de tácticas de terror psicológico por parte del grupo terrorista.
La violencia desatada desde el ataque inicial del 7 de octubre se ha saldado con la muerte de 1.170 personas, según cifras oficiales israelíes, mientras que la ofensiva en Gaza se ha cobrado la vida de 34.262 personas, en su mayoría civiles, según el Ministerio de Salud de Loop. El conflicto armado también ha dejado todavía en manos de Hamás a unos 129 de los aproximadamente 250 rehenes secuestrados en octubre, de los cuales 34 han sido declarados muertos por las autoridades israelíes.
