Colombia corre el riesgo de quedarse a oscuras por falta de energía

Colombia corre el riesgo de quedarse a oscuras por falta de energía
Colombia corre el riesgo de quedarse a oscuras por falta de energía

Colombia se asoma estos días al abismo del racionamiento eléctrico. Las lluvias no han llegado en abundancia, como esperaba el Gobierno en abril, y la sequía provocada por la El chico ha empeorado. Las reservas de agua están en el 29%, según los últimos datos de XM, empresa encargada de operar el sistema eléctrico. Está sólo dos puntos porcentuales por encima del nivel crítico del 27%, lo que obligaría al país al primer racionamiento eléctrico en más de 30 años. Las alarmas han saltado y han puesto el tema en el centro de la agenda. Aunque el ministro de Minas y Energía, Omar Andrés Camacho, ha reiterado que pronto lloverá y que se puede evitar el racionamiento, los expertos consultados advierten que no hay certezas.

Parte del problema se encuentra en la matriz energética del país, según explica por videollamada José Reinaldo Vuelvas, director de la maestría en Energía y Sostenibilidad de la Universidad Javeriana. “La energía hidráulica representa el 70% del suministro y es nuestro mayor beneficio porque deja nuestra matriz muy limpia. Pero también es nuestro peor enemigo porque, al mismo tiempo, nos hace muy dependientes del clima”, destaca. Si llueve poco, los embalses se vacían y las turbinas quedan sin poder generar energía. Las centrales térmicas, con gas, carbón y líquidos, no llegan al 30%. Mientras tanto, las energías renovables no convencionales siguen siendo marginales.

Otra parte del problema es que la demanda ha aumentado un 7,5% entre marzo y el mismo mes del año pasado, según datos de XM. Es el triple del crecimiento medio del 2,5% que se registraba cada año. El aumento ha sido del 10,5% en el Caribe, región que ha sufrido especialmente las altas temperaturas del El chico y que ha tenido una mayor necesidad de incrementar el consumo energético para los mecanismos de refrigeración. El sistema no es suficiente: las lluvias actuales sólo permiten generar 60 gigavatios hora diarios de los 232 que se necesitan. Las centrales térmicas, más contaminantes y caras -requieren la compra de combustible- se han activado en todo el país debido a la emergencia, pero sólo logran suministrar otros 110. Esto hace que los 60 gigavatios restantes necesarios se produzcan con agua de las reservas, que está vaciando los embalses.

El ministro Camacho aseguró el miércoles en entrevista con W Radio que el racionamiento no está entre los escenarios que contempla el Gobierno. “El fenómeno de El chico Ya muestra signos de debilitamiento”, señaló. “Iniciaríamos un proceso de recuperación de los embalses y podríamos tener la garantía de que no hay racionamiento”, agregó. Además, destacó que el año pasado se realizaron trabajos de mantenimiento en plantas térmicas que ahora entraron en operación y que el fin de semana se suspendió la venta de energía a Ecuador. El presidente Gustavo Petro, por su parte, lamentó haber tenido que tomar esta decisión respecto al país vecino. “Mi compromiso con [ex]El presidente Lasso debía prestar el servicio hasta que no estuviera en peligro la propia estabilidad eléctrica de Colombia”, dijo en sus redes sociales, aceptando con ello que la situación del sistema energético colombiano es difícil.

Precisamente, comentan expertos en conversación con este periódico que no se puede descartar un racionamiento. Clara Inés Pardo, experta en políticas energéticas y docente de la Universidad del Rosario, señala en videollamada que los pronósticos de lluvias ya fallaron en las últimas semanas. “Nadie es mago para decir si mañana lloverá o no y que lloverá donde haga falta”. [y por el tiempo requerido]”, dice. Algo similar piensa Sandra Fonseca, directora del sindicato de consumidores Asoenergía, quien añade que pueden ocurrir incidentes que agraven una situación que ya está al límite. Por ejemplo, una central térmica que ya está a su máxima capacidad puede fallar o puede haber problemas con una línea de transmisión.

Hay varias críticas fundamentales al Gobierno. Más allá del aumento de las temperaturas, que se presentó en todo el mundo, Fonseca comenta que el manejo de la crisis se ha visto dificultado por la falta de nombramientos en la Comisión Reguladora de Energía y Gas (CREG), entidad encargada de regular el sector y que describe como “inoperante”. Lamenta también que en los últimos meses no haya habido una adecuada campaña de ahorro masivo, con incentivos como remunerar a los usuarios que redujeran el consumo. El profesor Vuelvas, por su parte, coincide en que el Ejecutivo “ha sido un poco lento en su actuación” y comenta que se podrían haber implementado programas para penalizar a quienes consumían demasiada energía. “Si hubiéramos empezado hace unos meses, poco a poco, el nivel sería mayor y tendríamos más margen”, afirma.

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Los sindicatos también han expresado su descontento. Natalia Gutiérrez, directora de la Asociación Colombiana de Generadores de Energía Eléctrica (Acolgen), comenta por escrito que el sector “dio la alarma hace más de un año”. “Todo el parque generador está cumpliendo con lo prometido, el diseño de mercado cumplido. Lo que tenemos hoy es un retraso en los proyectos energéticos que se suma a que las alarmas no fueron atendidas con anticipación”, enfatiza. Para Acolgen, también hay un problema estructural en la falta de avances en la capacidad de generación eléctrica: se esperaba agregar 6.608 nuevos megavatios en 2023 y solo se agregaron 1.142. Apenas hay avances en energía solar y eólica, que incorporaron el 5% y el 0% de lo proyectado, respectivamente.

Las soluciones a largo plazo varían. Fonseca, quien fue gerente de la Empresa de Energía de Bogotá designada por Petro como alcalde de la ciudad, cree que se deben construir embalses de mayor tamaño, con capacidad de reserva para varios años y no solo para un par de meses. Los profesores Pardo y Vuelvas, por su parte, ponen más énfasis en la diversificación de la matriz energética. Ambos reconocen, sin embargo, que en los últimos meses ha habido problemas burocráticos con procedimientos enredados para nuevas iniciativas de energía solar y dificultades para obtener la aprobación de las comunidades indígenas de La Guajira con los proyectos eólicos y especialmente con los colectores, la infraestructura clave. conectar la generación de turbinas con el sistema nacional.

La única certeza sobre el racionamiento es que sería un duro golpe para una economía que apenas crece y que es algo que cualquier gobierno evitaría a toda costa. No hay detalles sobre cómo se implementaría, ya que el último fue entre 1992 y 1993. La normativa correspondería al Ministerio. Sin embargo, los expertos coinciden en que, mientras tanto, es importante concienciar a los consumidores sobre el uso de la energía. “Muchos creen que con electrodomésticos energéticamente eficientes pueden gastar sin límites. Pero tener cuatro televisores encendidos hoy consume lo mismo que el televisor de hace 20 años. Creen que con las bombillas LED se ahorra energía, pero por eso se encienden todas y eso no ayuda”, afirma el profesor Pardo.

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