La Serie Nacional de Béisbol de Cuba se vio envuelta este martes en un nuevo episodio de violencia, cuando un grupo de aficionados pinareños agredió al árbitro principal del partido contra Matanzas tras una jugada polémica en la novena entrada.
El hecho se produjo luego de que un corredor pinareño fuera declarado out en tercera base por el árbitro, pese a que en las imágenes se veía claramente que se encontraba quieto.
Su decisión desató el enojo de la afición local, quienes arrojaron objetos al campo y gritaron insultos contra el encargado de impartir justicia.
“Después de lo que pasó, las cosas van, las cosas vienen, y no hay control de la situación en el estadio Capitán San Luis”, se escucha decir en un vídeo publicado por Deportes 360.
Comentarista Pavel Otero critica indisciplina social
Luego de lo sucedido, el comentarista de la televisión cubana Pavel Otero criticó duramente la actitud de la afición pinareña. “Esta jugada de hoy en el Estadio Capitán San Luis de Pinar del Río se ha viralizado en las redes. Evidentemente el árbitro se equivocó, pero NADA justifica la indisciplina social”, dicho Loma.
El comentarista destacó que “si cada vez que alguien comete un error en su profesión lo vamos a atacar físicamente, entonces nuestra sociedad se convertiría en una jungla llena de animales salvajes”.
Sin embargo, el incidente ha reavivado las críticas al trabajo arbitral en la Serie Nacional de Béisbol. En lo que va de la temporada se han presentado varios casos polémicos que han generado gran polémica entre aficionados y especialistas, reconoció el reportero.
En este sentido, otro árbitro de Series Nacionales y eventos internacionales, que pidió no ser identificado, declarado al periodista Ernesto Amaya: “En esa jugada el árbitro no estaba bien posicionado, al no buscar la esquina de la base, debió colocarse, al menos, un paso a su derecha”.
La violencia contra los árbitros es un problema que no sólo afecta al béisbol cubano, sino que se ha convertido en una lamentable realidad en varios deportes alrededor del mundo. Lo insólito es que muchos aficionados culpan al árbitro y lo acusan de provocar este tipo de reacciones violentas.
