Paciente mayor complejo. Ese es el nombre que se utiliza para definir a aquellas personas mayores que, entre otras características, o padecen varias enfermedades crónicas al mismo tiempo o sólo una que los hace vulnerables; y acuden frecuentemente al médico, tanto en Atención Primaria como en servicios de urgencias o consultas externas. En relación con este sector de la población, este viernes se presentó en La Rioja la Estrategia para el Paciente Mayor Complejo, que incluye un programa para determinar a través de sensores el nivel de fragilidad de estas personas y el riesgo de que sufran caídas.
El objetivo de este plan, detallado por la ministra de Sanidad y Políticas Sociales, es ofrecer una atención “integral y cercana” a estos ciudadanos que, a nivel nacional, representan sólo el 5% de la población, pero consumen alrededor del 65% de la recursos. asistencia sanitaria, ya que son los solicitantes del 80% de las consultas de Atención Primaria y Comunitaria y del 60% de los ingresos hospitalarios.
Quieren hacer hincapié, ha subrayado María Martín, “más que en la enfermedad, en la prevención y la detección precoz”. Y ahí es donde entran en juego los proyectos de fragilidad y la prevención de caídas. El proceso, según explica Victoria Musitu, puede iniciar desde el profesional de la salud o desde el propio paciente. En el primero de estos casos, si se detecta “un primer indicio” de que la persona en cuestión puede ser un paciente frágil, se le cita a la consulta de Enfermería y se le realiza un estudio. “Son sensores que se colocan a nivel abdominal y con los que el paciente realiza una serie de ejercicios establecidos por el propio dispositivo”, precisó la directora de Enfermería. “Se necesitan cinco minutos para hacerlo y luego una tableta transforma esa información en gráficos que definen el riesgo de fragilidad y caídas: alto, medio o bajo”, agregó.
Una vez obtenidos estos datos, se pasan al resto de equipos que trabajan con ese paciente para que establezcan unas pautas, en línea con las gráficas obtenidas. “Lo que se hace es encender una bombilla para evitar un efecto dominó derivado de no haber detectado ese nivel de fragilidad”, explicó Musitu.
Además de este proyecto, que se pondrá en marcha próximamente, la Estrategia Paciente Mayor Complejo cuenta con programas que ya están en funcionamiento como la Unidad de Extracciones en Casa Móvil, que ha atendido a una veintena de personas desde su puesta en marcha. Además, se establecen pautas tanto para que los pacientes no tomen más medicación de la necesaria como para que no incumplan las pautas que sí necesitan. También queremos potenciar el papel de la enfermera gestora de casos en Atención Primaria.
Todo este plan ha sido presentado en la Jornada de Atención Primaria, en la que María Martín ha hecho un balance de cómo está actualmente esta parte de la asistencia sanitaria riojana. En él, el consejero destacó que la región cuenta con diez médicos más y siete enfermeras más en Atención Primaria que en julio del año pasado, que se han incrementado las plazas MIR de 25 a 27 y que se intentará que el mayor número de Los residentes que finalizan en septiembre se quedan en La Rioja. “Ofreciéndoles las mejores condiciones posibles”, concluyó.
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