El crudo relato de los taxistas sobre cómo es trabajar en un contexto de inseguridad y violencia en Mendoza

El crudo relato de los taxistas sobre cómo es trabajar en un contexto de inseguridad y violencia en Mendoza
El crudo relato de los taxistas sobre cómo es trabajar en un contexto de inseguridad y violencia en Mendoza

Luego de varios hechos delictivos con distintos grados de violencia de los que fueron víctimas taxistaslos conductores presentaron una petición en la Legislatura de Mendoza exigiendo medidas para combatir inseguridad. Y aunque hubo una rápida respuesta del Ministerio de Seguridad y volverán los controles fijos y móviles, las medidas parecen no ser suficientes. MDZ se subió a un taxi para conocer cómo puede cuidarse el conductor y cómo es la respuesta de los policías.

Según Hugo, nuestro conductor, “salir a la calle es caminar con mucho miedo de no volver a casa”, mientras asegura que “hoy caminar en el taxi “Es uno de los trabajos más peligrosos que existen”.

Esa frase concuerda con el último episodio que cobró importancia en los medios. Fue lo que ocurrió cerca de Campo Papa el pasado lunes, donde un conductor de 51 años fue salvajemente golpeado en la cabeza por un par de delincuentes que iban armados e incluso le dispararon dos tiros.

La luz violeta y el botón de pánico

A lo largo del recorrido, el taxista Nos mostró el botón de pánico y la luz violeta que es una señal de alarma para la Policía. La primera es clave, “siempre que funcione, si no estamos del lado de Dios”, afirma, mientras que la segunda merece un párrafo aparte.

Mientras conducíamos por la ciudad, Hugo encendió la luz violeta, que se refleja en el techo, parachoques y laterales del vehículo. Incluso encontró una patrulla, por lo que inició un simulacro de llamada de auxilio.

“Ahorita tengo la luz violeta encendida. El conductor de ese celular que viene detrás de nosotros tendría que encender la sirena, encerrarme y decepcionarte. O no sabe que esa luz es cuando alguien tiene un problema o está ignorando la situación, “Nos mira como si fuéramos turistas. Entonces a veces te sientes impotente”, lamenta.

Luego, agrega que esta señal funciona a través de un botón de pánico. Así, “cuando la Policía ve la luz, tiene la obligación de detenernos, porque estamos en un estado en el que necesitamos ser controlados o asistidos si es un caso de emergencia”.

Zonas peligrosas

Otra gran preocupación para los conductores son las llamadas “zonas rojas”. Así identifican algunos sectores del departamento de Las Heras, la zona oeste de Godoy Cruz, la parte baja de Luján de Cuyo o Rodeo de la Cruz, en Guaymallén, por citar algunos ejemplos.

Hugo nos cuenta que fue víctima de actos ilícitos en varias ocasiones y dice que “no hay taxista que nunca ha sido tocado”. Luego, agrega que “lo peor fue cuando llevé a un joven de la guardia de un hospital al barrio La Estanzuela. Él lloraba desconsoladamente como si se hubiera muerto un familiar o algo así y antes de llegar me atacó con una piedra en la cabeza, cerca de la oreja, y me robó algunas pertenencias. Me asistió un policía de la Comandancia, me llevaron a una pequeña habitación en La Estanzuela y de allí me llevaron en ambulancia al Hospital Español. “Estuve hospitalizado durante tres días por una lesión en la cabeza”.

Cuando estábamos a punto de finalizar el viaje, le preguntamos qué haría si le pidiéramos que cambiara el destino para ir a un lugar peligroso, algo que suele ocurrir: “en ese caso, ¿puedo fingir que el coche se avería o presionar el botón de pánico para que “la policía me siga y me controle”, dijo.

Finalmente en destino, le pedimos al conductor que nos espere para entrar a la redacción para sacar el dinero para pagar el traslado. “No van a volver con un arma, ¿verdad?” respondió. Y esa es otra de las estrategias criminales a las que en ocasiones pueden enfrentarse.

Así es viajar en taxi en tiempos de violencia

 
For Latest Updates Follow us on Google News
 

NEXT Colombia y Argentina ordenan regreso de diplomáticos a sus embajadas