A poco más de una cuadra de Aguado 775, sede histórica de Atenas, se construye la nueva casa donde conviven los nuevos sueños del barrio General Bustos. Esta es la casa que alberga a los ocho chicos “elegidos” que forman parte de la cantera Verde. Son ocho chavales del interior de Córdoba y de fuera de la provincia que conviven y comparten el sueño de brillar en el baloncesto y con una camiseta tan grande como la de Atenas.
Desde hace un mes viven en la casa que alquila el club y que reemplaza la histórica pensión ubicada en el primer piso de la sede, al lado del salón de presidencia, donde pasaban sus ratos Fabricio Oberto y Leandro Palladino, entre otros, cuando traían sus sueños de grandeza desde Las Varillas y Concepción del Uruguay.
Hoy hay chicos de San Francisco, Río Tercero, Embalse y hasta San Luis. Son ocho niños los que viven en la casa que ofrece muchas comodidades. Entre ellos Mirko Kozarquien ya tiene minutos en el equipo de Atenas que juega en la Liga Argentina de básquet, buscando el ascenso a la Liga Nacional, “la” plaza del griego.
Junto a Kozar conviven Gabriel Prado, Marco Espíndola, Tiago Tomatis, Bautista Usandivaras, Bruno Asensio, Facundo Valfre y Tomás Durando.
La casa tiene cuatro habitaciones, cada una con dos camas. También hay un trastero para guardar ropa, y otro para que los padres puedan visitar a los niños e incluso quedarse con ellos. Tiene cocina, un bonito patio y hasta barbacoa.
Los niños también pueden complementar sus estudios en casa. Dos de ellos ingresan al colegio secundario Hortus Conclusus, ubicado a pocas cuadras del lugar, otros tres continúan por la modalidad online y los estantes están iniciando una carrera universitaria.
Los chicos tienen una profesora de inglés y una profesora de ajedrez. También hay un cocinero que se encarga de preparar la comida necesaria para los deportistas. Cada uno de los niños entrena con su categoría, pero cada semana participan en entrenamientos personalizados con leyendas del club Mario Milanesio y Donald Jones.
Germán Baralle, director deportivo del club, y Analía Romero, quien es protectora de la Junta Directiva, están a cargo de lo que en el barrio General Bustos llaman “la casita de Atenas”.
“Los niños tienen apoyo emocional en este nuevo lugar. Tenemos un compromiso con los padres. Se trata de calidad del seguimiento, no sólo deportivo, sino integral”, destacó Romero a La voz.