Después de la voz de los libros – .

Después de la voz de los libros – .
Después de la voz de los libros – .

Maribel Riaza ha escrito una historia de la lectura que responde a preguntas de este tipo: ¿Por qué se leía en voz alta antiguamente? ¿Para qué está más preparado nuestro cerebro: escuchar o leer? ¿Cómo será la lectura del futuro? Estas y otras preguntas encuentran respuesta en un volumen lleno de curiosidades.

En esto haciendo de, Maribel Riaza cuenta el origen de La voz de los libros. (Aguila).

***

Érase una vez. Un ánfora del 480 a.C. conservada en el Museo Británico de Londres representa la figura de un hombre de pie sobre un pedestal, de piel oscura, cabello rizado, barba poblada y envuelto en una toga que deja el hombro al descubierto. Si nos fijamos bien, de su boca salen unas palabras en forma de “sándwich” en las que podemos leer “Érase una vez en Tirins…”. “Érase una vez”, ¿cuántas veces hemos escuchado y pronunciado nosotros mismos estas palabras? Me impresiona que después de más de 2.500 años, generación tras generación sigamos iniciando historias con la misma fórmula. Porque las historias nacieron desde que existimos como especie, es algo intrínseco a nuestra naturaleza, y existían incluso antes de que se inventaran los libros, es la voz de los libros.

La idea de escribir sobre cómo hemos disfrutado las historias surgió de mi experiencia profesional. Empecé a trabajar en el sector de los audiolibros hace casi ocho años cuando tuve la oportunidad de colaborar con Storytel, la primera plataforma de audiolibros: grabaciones de lecturas en voz alta realizadas por profesionales y gracias a las cuales podemos disfrutar de los libros a nuestro propio ritmo. todas las horas del día. Entonces me di cuenta de que escuchar a otros leer en voz alta no era algo nuevo, sino que en realidad es como se ha leído a lo largo de nuestra historia.. Tenemos tan interiorizado que leer es hacerlo en silencio y en soledad que pensamos que siempre ha sido así y resulta que, dependiendo de los países o clases sociales a las que nos referimos, es algo que de forma extensa y mayoritaria Sólo tiene unos pocos siglos de vida. Lo habitual era leer en voz alta y en compañía de otros.

En este caso no hemos tenido que ir a excavar en el suelo sino leer con mucha atención textos de cada una de las épocas.

El libro hace un recorrido histórico y descubrimos que en la Antigüedad la lectura era un acontecimiento social más, o cómo en los monasterios de la Edad Media se leía durante las comidas o en el Renacimiento existía la figura del “lector de su majestad”. Esta es una práctica que sobrevivirá hasta el siglo XX. XX donde conocemos cómo se leía en voz alta en las fábricas de tabaco de Cuba, donde cada uno de los trabajadores aportaba parte de su salario para que otro quedara libre de leerles en voz alta.

Durante estos años de investigación Me he sentido como una especie de “arqueólogo de la palabra hablada”. Podemos saber cómo eran las casas en la época romana porque el Vesubio dejó a Pompeya sepultada con lava, y hoy podemos ver cómo era la distribución de las casas o qué vasijas se utilizaban, pero ¿cómo sabemos cómo se leía? En este caso no hemos tenido que ir a excavar en el suelo sino leer con mucha atención textos de cada una de las épocas.

Todas estas pruebas y muchas más son las que han llevado a los expertos a afirmar que la forma habitual de leer era hacerlo en voz alta.

Por ejemplo, el romano Plinio el Joven hizo copia de toda la correspondencia que envió a lo largo de su vida y gracias a ellas hoy podemos conocer cómo era la vida cotidiana en la Roma del siglo I y, entre otras cosas, saber cómo se leía, porque nos cuenta. Por ejemplo, nos cuenta que cuando comía con su esposa o amigos le gustaba que le leyeran un libro en voz alta. El silencio y la soledad de la caza propiciaban el estudio y la lectura, por lo que era recomendable llevar siempre consigo unas tablillas para leer.. Además, en las fiestas era habitual agasajar a los invitados con lecturas.

Los expertos en el Siglo de Oro español también han encontrado muchos ejemplos en los que los autores se dirigen directamente a los lectores y además no les llaman lectores sino “oyentes”, porque así iban a conocer la historia, escuchándola. Por ejemplo en La búsqueda desde Quevedo leemos “Oyente, si me ayudas, con tu malicia y tu risa, diré verdades en camiseta, casi desnudo”.. Y en Don Quijote hay muchos ejemplos donde podemos aprender cómo se leía en esta época. No sólo lo vemos en los diferentes personajes, desde Alonso Quijano que lee solo y en silencio, hasta el cura que lee en voz alta a otros, pasando por Sancho Panza que cuenta historias de forma oral. Todas estas evidencias y muchas más son las que han llevado a los expertos a afirmar que la forma habitual de leer era hacerlo en voz alta.

En muchos casos, al ser un tema que sólo se ha tratado brevemente en libros sobre lectura, librerías o bibliotecas, gran parte de la información estaba al final de la página o era una pista que me dirigía a otro lugar.

Pero no quería escribir un libro para filólogos. sino explicar de forma amena y sencilla por qué se leyó en voz alta, cuáles fueron los motivos, cómo esto cambió y qué efecto tuvo incluso en los movimientos políticos, sociales y religiosos. Por ello, he recreado escenas en las que aparecen personas de diferentes etapas históricas leyendo y compartiendo lectura con otros, desde cuevas prehistóricas hasta cómo lo hacemos hoy en día, cuando, por ejemplo, le leemos un cuento a un niño. Una vez presentada cada una de las escenas, paso a explicar las causas o razones por las que así fue, destacando anécdotas o curiosidades (¡que son muchas!) que acompañan a este asunto. Así, el lector podrá acceder a una exposición histórica lineal que mezcla partes narrativas y partes informativas, todo ello construido en pequeños fragmentos con un título que hace referencia a su contenido, pero a la que también se puede acceder de forma independiente, sin necesidad de seguir las instrucciones. orden establecido. Para esta parte tuve que acceder a multitud de estudios científicos, libros, artículos que se encuentran debidamente registrados en la bibliografía.. En muchos casos, al ser un tema que sólo se ha tratado brevemente en libros sobre lectura, librerías o bibliotecas, gran parte de la información estaba al final de la página o era una pista que me dirigía a otro lugar.

La segunda parte del libro hace referencia a la lectura en voz alta en la actualidad, por lo que la metodología de trabajo ha cambiado. En este apartado tuve que recurrir a conversaciones y entrevistas con diversas personas que me mostraron su forma de disfrutar de la lectura en compañía de otros. Finalmente, se incluye un apéndice donde se incluyen referencias literarias y cinematográficas que demuestran que la lectura en voz alta ha prevalecido a lo largo de nuestra historia.. En los primeros borradores se mezclaban estos ejemplos con recreaciones y explicaciones históricas, pero se decidió llevarlos al final para diferenciar claramente qué documentos eran pruebas que certificaban lo que intentábamos transmitir (entre los que se encuentran obras como Don Quijote ) y que eran obras artísticas que habían sido creadas fuera de su momento histórico y si bien captaron muy bien lo que estaba sucediendo, no pueden considerarse un testimonio de que la lectura se produjera de esa manera.

Somos una sociedad que tiene tan interiorizado que la lectura es algo individual y que se desarrolla en el silencio que consideramos importante mostrar pinturas u otras representaciones que mostraran la realidad de cada momento.

Por supuesto, el objetivo de hablar de cómo ha leído la humanidad a lo largo de su historia es tan vasto que incluso en las más de 400 páginas que tiene el libro no cabe y parte de la dificultad estuvo en decidir a qué se hacía referencia. y lo que quedó fuera.

Finalmente, una parte muy importante del proceso creativo fue la selección de fotografías que incluye el libro y que muestran pinturas de todas las épocas donde aparecen personas leyendo en voz alta en compañía y que sirvieron para ilustrar el mensaje principal que queríamos transmitir. Somos una sociedad que ha interiorizado tanto que la lectura es algo individual y que se da en silencio, que consideramos importante mostrar pinturas u otras representaciones que mostraran la realidad de cada momento y donde se incluyera la lectura compartida.

—————————————

Autor: Maribel Riaza. Calificación: La voz de los libros. Editorial: Aguilar. Venta: Todos tus libros.

5/5

(2 Valoraciones. Califica este artículo, por favor)

 
For Latest Updates Follow us on Google News
 

PREV ‘En esta sociedad racional todavía hay lugar para la magia’ – .
NEXT Luisa Cabral e Iván Sedano, ganadores de la 11° edición de ‘Mi libro favorito’ para fomentar la lectura