Alberto Rey publica el libro “Peliculero”, su particular homenaje al cine

Alberto Rey disecciona el mundo del cine en platós de televisión, podcasts y medios impresos, incluido Fuera de Serie, con un bisturí agudo, certero y, por momentos, descarado. Ahora revela su pasión por el séptimo arte (y sus estrellas) en el libro “Peliculero”. Se publica el 5 de junio.

Este largometraje consta de dos partes. La primera tiene lugar en el maravilloso Cine Doré, sala de proyección de Filmoteca Española, en Madrid. A las nueve de la mañana Alberto Rey está en la puerta. Nos presentamos. Entramos. El fotógrafo le hace unos retratos y charlamos tumbados en dos asientos. La segunda tiene lugar en una cafetería cercana, de apático diseño minimalista, con las mesitas tan juntas que la vecina lo ha oído todo.

El resultado es su libro, cineasta (Ediciones Península): “Es una forma de devolver al cine lo que me ha dado a mí, que por así decirlo suena a folklore. Estoy acostumbrado a leer cosas sobre cine en las que parece, y esto pasa mucho con el arte, que está aislado de todo lo demás. Las películas son películas y no tienen nada que ver con el mundo, con el tiempo, y sin embargo lo que quería hacer es contar cómo para mí el cine es parte de la vida, conecta con otras cosas, nos conecta. Hace lo que somos, lo que no somos, no son espejos para mirar sino puertas para atravesar, como dice el escritor Fran Lebowitz; y me parece que el cine también lo es, te permite a veces fantasear, identificarte, funciona en muchos niveles y, aunque odio la nostalgia, te moldea como persona cuando vas creciendo como adulto. “Pertenezco a esta generación pesada que ha decidido no crecer y mantener los años 80 y 90 en formaldehído”.

Los créditos iniciales nos dicen que alberto rey nació en Madrid en 1976, con un fuerte vínculo de sangre con Valladolid, cuna de toda su familia y su ciudad de veraneo. Con este comienzo comenzamos esta película que va, va, tropieza y viaja a su propio ritmo… Un cero en el guión.

El periodista Alberto Rey en la Filmoteca. Ale Megale

Preguntar. Estudió Economía…

Respuesta. Pero terminé estudiando sobre series, cine y cultura pop, porque mi idea es que todo esté conectado. Hice Economía porque hay una idea en mi generación, también muy perversa, de que las cosas son lineales en la vida, tienes una carrera siempre ascendente que has elegido a los 18 años cuando no sabes ni qué hacer con tu vida, y Eso es mentira y lo pruebo. Pero esa fantasía generacional de que todo va a subir, para mejor… bueno, la nacida en los 70 y 80 es la que se ha llevado un mayor golpe cuando esto se ha derrumbado. Es cierto que funcionó durante unos años y yo pertenezco a la parte de esa generación que ha visto ese colapso, y lo he vivido. Le doy mucha importancia a la suerte y la he tenido.

P. ¿Realmente cree eso?

r. Después del paréntesis cultural, y también cinematográfico, de la Dictadura, de repente llegaron los años 80, en los que tuvimos que hacer los 60, los 70 y los 80 a la vez y al final resultaron, según se mire. , muy bueno o muy malo. Eso ha marcado mucho al personaje. Entre los nacidos del 68 al 85 es donde late todo el núcleo del cambio, del desencanto generacional, por eso está el público general donde pescan Marvel, Alien, Indiana Jones, Star Wars, la fantasía y el escapismo puro. y duro.

P. ¿En qué momento le pilló este “virus” del cine?

r. He tenido muchas epifanías cinematográficas, pero suena un poco cursi, todo el mundo las tiene, porque al final el cine es una experiencia… hasta que las series de televisión llegaron con fuerza, hace unos 15 años.

P. Volvemos: ¿cuándo ha sentido esas epifanías?

r. Cuando he visto películas solo. Por ejemplo, he dejado fuera del libro el capítulo dedicado a Crash y David Cronenberg, porque para mí es una película y un director muy importante y me dio cierta vergüenza… Me revuelve por dentro de una manera muy concreta y sí, Sus películas las considero muy epifánicas. El primer recuerdo cinematográfico real que tengo es ver El retorno del Jedi con mi hermana muy pequeña y mi padre en un cine del centro de Madrid y se me quedó grabado y te da mucha columna vertebral a tu experiencia cinematográfica. Desde entonces he visto la película otras veces y es un absoluto desastre.

P. Hablando de tu padre, en “Peliculero” hablas de tu relación con él, de la separación…

r. Tanto mi hermana como yo tenemos una carencia absoluta que, por un lado, nos convierte en discapacitados emocionales y, por otro, en superhéroes culturales. Disney apenas tuvo importancia en nuestra infancia. Mi teoría es que desde que mi padre vino con nosotros a ver películas y dibujos animados los encontraba especialmente infantiles, y a mí también… Sí asocio la experiencia del cine sobre todo con mi padre. Y también teníamos gustos cinematográficos muy similares y sin embargo muy poca comunicación.

“Peliculero”, Ed. Península. 19,90 euros.

P. ¿Cómo ha sido el proceso de escribir “Peliculero”?

r. Tenía muy claro dónde empezar y terminar, qué sensaciones quería transmitir. Lo bueno de pertenecer a una generación tan pesada como la X es que tenemos referencias comunes muy claras y en cierto modo muy rígidas, y esto facilita encontrar puntos comunes. Sé que no soy el único niño que estaba loco por Star Wars, que no soy el único que tuvo un mal día cuando murió Matthew Perry. El orden me ha resultado muy natural. Empiezo con La dama y el vagabundo, que es la primera que vi y de la que no tengo ningún recuerdo, y termino al salir del cine después de ver Barbie y decir, vale, aquí lo dejo, ahora soy ese hombre que bebe de una bola de cristal, la fiesta es tuya.

P. Hablas de “Basic Instinct”, “Alien”, Almodóvar, Linklater, Woody Allen, Harry Potter… mucho material en casi 30 capítulos.

r. Con Instinto Básico el mundo se volvió loco, se obsesionó durante seis meses, que ahora creo que ya no existe. Su guionista, Joe Eszterhas, dice que celebró el Oscar follándose a su protagonista, Sharon Stone… ella es guionista, dice mentiras. También te digo que ese guión es una catedral, no me canso de verlo, siendo una película ridícula. He crecido con Linklater… ahorita veo la trilogía de Before Sunrise y me da vergüenza, les digo que carajo estás haciendo, pero joder, pero como tienes 20 años joder es fácil, se han convencido de que El amor verdadero es caminar, hablar… Años después te das cuenta de que es real, con el tiempo lo recodificas.

P. Amor…

r. El cine me lo ha explicado antes de que yo lo viviera. He odiado Los puentes de Madison y esa grotesca realidad de Memorias de África, pero hombre, la gente está muriendo, tienes esclavos y toda tu obsesión es este hombre, y así es como funciona una obsesión amorosa. Los puentes de Madison, esa sensación de última oportunidad, cuando tienes 20 años ni siquiera te planteas eso y ahora me parece apasionante. Como el cinismo de Woody Allen… Cuando los ves cuando eras joven, te dejan cosas en la cabeza y luego, cuando los intelectualizas de alguna manera, que probablemente no tendríamos que hacer, te das cuenta de lo importantes que han sido para ti. . Negar la pulsión sexual, la avaricia como pasiones humanas me parece una grosería porque es infantilizar al espectador, pero si el espectador es una generación pues creo que mola. Es algo que extraño en las películas ahora, que me traten como a un adulto.

 
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