El papel de la literatura en una infancia prolongada – .

El papel de la literatura en una infancia prolongada – .
El papel de la literatura en una infancia prolongada – .

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La importancia de este segmento trasciende lo comercial: los libros son dispositivos de los adultos para dedicar atención y tiempo a los niños, dos recursos fundamentales en el largo proceso de crecimiento.

Brenna Hasset, profesora de osteología y arqueología forense en la Universidad de Central Lancashire en Inglaterra, autora del libro Crecer como humano. La evolución de la infancia (2022), propone que la ventaja evolutiva más importante de nuestra especie es tener una infancia larga y altamente exigente. Los niños, incluso antes de nacer, exigen una gran cantidad de nutrientes para desarrollar cerebros grandes, rasgo con el que comúnmente se asocia nuestro éxito evolutivo. La gran demanda de alimento por parte de nuestra descendencia explica nuestra particular forma de reproducción: el apareamiento por vínculos.

La memoria evolutiva nos informa de manera instintiva sobre la necesidad de compañía para emprender la ardua tarea de ser padres. La existencia de la menopausia y las abuelas, dice Hasset, es un factor clave para permitir una infancia prolongada y soportar sus exigencias: debe haber adultos adicionales, además de los padres, que estén dispuestos a invertir tiempo en sus hijos necesitados.

Nuestra infancia se prolonga porque necesitamos mucho tiempo para aprender las habilidades necesarias para ser adultos funcionales e integrarnos en un orden social complejo. Tenemos que aprender a construir el significado de las palabras, pero también de los gestos y entonaciones de quienes nos rodean y de quienes dependemos. Para aprender a leer no sólo debemos identificar grafemas y fonemas: tenemos que desarrollar la sensibilidad.

En el proceso de lectura, las narraciones orales, las explicaciones pacientes sobre acontecimientos cotidianos y las canciones son tan importantes como los libros. ¿Por qué la luna permanece en el mismo lugar aunque nos movamos? ¿Cuánto vive una mariposa? ¿Dónde está Palestina y qué pasa con los niños que viven allí? Las preguntas de niños y niñas son portales a la curiosidad y también son exigencias de la prolongada infancia de nuestra especie.

Detenerse a escucharlos atentamente y ofrecer respuestas estimulantes que abran conversaciones significativas contribuye a construir una forma sensible de estar en el mundo. El planteamiento del profesor Hasset de que tener una infancia larga es la ventaja evolutiva más importante de nuestra especie es otra manera de decir que lo que nos ha traído hasta aquí es privilegiar el cuidado y la sensibilidad.

Los libros median entre la curiosidad desbordante de los niños y la contención de los adultos. Son mágicos porque escapan a la edad y nos igualan en nuestra naturaleza sensible. Pero escapar de la edad no implica escapar del tiempo: la presencia y la atención requeridas para leer y ser padres son incompatibles con los ritmos impuestos por la productividad capitalista.

No hay tiempo para hablar, no hay tiempo para jugar, no hay tiempo para leer. Quizás no necesitemos comprar más libros sino más bien disponer de más tiempo. El emparejamiento de vínculos no es una cuestión circunscrita a la pareja: cuando decimos que se necesita un pueblo para criar a un niño es porque hay que redistribuir la atención que requiere la infancia. En un mundo cada vez más individualista, es difícil encontrar una afiliación comunitaria que nos permita poner en práctica esta máxima, pero podemos resistirnos: aunque no tengamos hijos, podemos interesarnos por niños y niñas, estimular sus cerebros hambrientos. con historias fantásticas, mirarles a los ojos cuando nos hablan y responderles con frases completas, con todo el poder de nuestro lenguaje, para que sientan que forman parte del diálogo con el mundo que les rodea.

Algunas recomendaciones de autores internacionales invitados a la FILBO para dedicar tiempo a la lectura con niños y niñas:

Perros y gatos bajo la lupa de los científicos Antonio Fischetti y Sébastien Mourrain:

Un libro para celebrar el espíritu enciclopédico de la infancia. ¿Los perros hablan con la cola? ¿Por qué nos hacen parar tantas veces a orinar cuando los sacamos a pasear? ¿Es cierto que el ronroneo de los gatos tiene poderes curativos? ¿Por qué los gatos tienen tanto sueño? Más allá de los datos curiosos, este libro ofrece pistas para descubrir las maneras en que nuestros peludos compañeros de aventuras están en el mundo, cultivar la curiosidad y apreciar el sentido del humor.

Respira de Inés Castel – Branco

Estar en el mundo puede ser abrumador y esto no es algo que debamos ocultarle a los niños. Respira es una empresa para padres, madres y cuidadores que buscan estar presentes con un gesto de amor en los momentos de ansiedad de los más pequeños. Con una amigable guía de lectura, es un libro ideal para iniciarse en los rituales literarios de la hora de dormir o para fortalecer hábitos de consciencia y mindfulness en familia.

Los monstruos también lloran de Guillaume Duprat

¿Qué pasaría si le preguntáramos al monstruo de Frankenstein su versión de los hechos o si Cerbero pudiera decirnos qué sintió cuando escuchó la lira de Orfeo? Leer este libro es abrirse a la complejidad de nuestra naturaleza. En una época en la que se privilegia la visión simplista de las emociones, leer las historias de monstruos contadas por ellos mismos es una oportunidad para cuestionar lo que nos han dicho que está bien y que está mal.

*Escritor, columnista y gestor cultural.

 
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