El Gobierno canceló la compra de 4 millones de libros escolares

El Gobierno canceló la compra de 4 millones de libros escolares
El Gobierno canceló la compra de 4 millones de libros escolares

Con una inversión superior a los 25 mil millones de pesos, el Ministerio de Educación había autorizado la compra de más de 4 millones y medio de libros de texto escolares que iban a ser entregados en escuelas públicas de todo el país. Sin embargo, “por falta de tiempo”, estudiantes de primaria y secundaria se quedaron sin su material de estudio.

El organismo, que está bajo la órbita del Ministerio de Capital Humano, inició el proceso el pasado 7 de febrero, a través de cuatro expedientes diferentes, mediante contratación directa. La idea era que cuatro editoriales reconocidas imprimieran y entregaran los ejemplares antes del inicio de clases. Pero eso no sucedió.

Los contratos aún figuran en el sistema como “pendientes” y están disponibles para su adjudicación, pero la entrega del material de estudio finalmente no se realizará por un motivo en particular.

Fuentes del ministerio que conduce Sandra Pettovello informaron a TN que “no se cumplió el cronograma”, ya que la compra debía iniciarse antes del inicio del año escolar, debido a los plazos para la impresión de los libros y su posterior entrega, que eran de al menos dos meses.

Si bien la administración anterior había iniciado el proceso de adquisición, que fue actualizado por el gobierno de Milei a principios de febrero, el trámite “se demoró”.

En ese contexto, las mismas fuentes explicaron que “cada provincia debe ser responsable de entregar el material de estudio” a los colegios de su jurisdicción. Algunos distritos, como la Ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, debieron tener sus propios manuales.

Esto ocurre en medio de las declaraciones del secretario Carlos Torrendell, quien aseguró que “no se iba a hacer un recorte presupuestario en Educación” a nivel nacional.

El propio Torrendell expresó en una entrevista radiofónica que en educación “el reto no es sólo gastar más, sino cómo gastar mejor”. También advirtió que el ajuste que está llevando a cabo el Gobierno “está siendo mayor en otras áreas de gobierno que en Educación”.

“El Ministerio de Educación de la Nación no va a tener menos recursos: va a tener los mismos recursos y los vamos a destinar a la alfabetización y a los temas fundamentales del aprendizaje”, agregó.

LA COMPRA QUE NO SE REALIZÓ

En la primera certificación, publicada en el sitio de compras del Estado, el Gobierno de Javier Milei había solicitado más de 600 mil ejemplares de “Prácticas de Idiomas”, exclusivamente a la firma Editorial del Árbol, a la proveedora Grace María del Pilar Moncayo Ortega. Por esta compra iba a pagar un total de $3.282.604.850.

“El material bibliográfico citado deberá estar impreso en la República Argentina y deberá cumplir con las normas de redacción establecidas por la Real Academia Española, incluyendo la correcta ortografía, gramática y uso adecuado del idioma español”, detallaron en las especificaciones técnicas.

Mientras tanto, el Gobierno también había iniciado un proceso de compra directa con el grupo Arte Gráfico Editorial Argentino SA, a quien solicitó la impresión de 235 mil libros de idiomas para secundaria, 210 mil ejemplares de Matemáticas, edición de “Yo Matías” para todos los niveles. , y 370 mil para primaria. Además, solicitó 344 mil libros sobre “Prácticas del Lenguaje”. Todo por un presupuesto de $9.612.452.855.

La Secretaría que depende de Capital Humano publicó otro contrato con Editorial Estrada SA, por un total de 11.231.790.530 pesos. La adquisición se divide en 1.900.000 ejemplares de Matemáticas, tanto para el nivel primario como para el secundario; y 88 mil libros de idiomas.

Finalmente, Educación había requerido la impresión de otros 813 mil ejemplares de Matemáticas de la Editorial Maipue, cuya propietaria es la proveedora Teresa Brass Eggers, por los que iban a pagar 1.207.998.935 pesos.

Todas las ofertas debían ser evaluadas por la Subsecretaria de Política e Innovación Educativa, que revisó los pliegos presentados por los proveedores del Estado. Están pendientes de adjudicación y, una vez aprobada la documentación, tuvieron 60 días seguidos para entregar los materiales.

Los pagos debían realizarse en tres cuotas. Primero, el Gobierno debía entregar un anticipo económico correspondiente al 50% de la compra, luego se completó con el 40% luego de verificar que el material había sido impreso, y el otro 10% se iba a entregar al finalizar la compra. .

En el pliego de condiciones también precisaron que todas las editoriales que fueron contratadas deberán -en un plazo máximo de diez días naturales- “atender y coordinar la entrega de los libros con el fin de que se realice de manera metódica y eficiente. ” .

En dicha reunión, como primera medida, debieron seleccionar el almacén donde se iban a almacenar los libros para que el Ministerio de Educación realizara la verificación correspondiente. “El depósito deberá ubicarse en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires o en un radio máximo de 60 km”, advirtieron.

Después de haber tomado todas estas medidas, el gobierno nacional, ya retrasado en la entrega, dio marcha atrás y no compró los libros. Las licitaciones aún aparecen en el sistema pero en los próximos días quedarán sin efecto, publicó Tennesse.

 
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