A primera hora de este viernes, el ejército israelí bombardeó nuevas “estructuras militares” supuestamente vinculadas al partido-milicia chiita Hezbolá en el sur del Líbano, en medio de un repunte de las tensiones tras casi ocho meses de combates en la frontera. “Aviones de combate han atacado una estructura militar de Hezbolá en Jebel Razlan y las estructuras militares de la organización en Ramia y Kafarkila, en el sur del Líbano”, afirmó el Ejército en un breve comunicado en su página web, sin por ahora ninguna información sobre las víctimas. Según información recogida por el diario libanés ‘L’Orient-Le Jour’, a última hora del jueves Israel llevó a cabo una serie de ataques de artillería contra los alrededores de Bustane, Dhira, Yarine, Yibein y Alma el Chaab, en los alrededores de Tiro. Asimismo, Hezbolá afirmó haber llevado a cabo un ataque con proyectiles contra un grupo de soldados israelíes en el norte de Israel, sin que el Ejército se haya pronunciado al respecto, según informó la cadena de televisión libanesa Al Manar, vinculada al grupo. . El secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió el jueves sobre el uso de “armas cada vez más destructivas” por parte del ejército israelí y de Hezbolá durante sus enfrentamientos y apeló a un alto el fuego. “Estos intercambios de fuego podrían desencadenar un conflicto más amplio con consecuencias devastadoras para la región”, advirtió su portavoz, Stéphane Dujarric. En este sentido, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, advirtió este miércoles que el Ejército israelí “está preparado para una acción muy potente” en la frontera con Líbano, en el marco de una visita a la ciudad de Kiryat Shmona, situada en el norte del país y blanco de decenas de ataques con proyectiles y drones por parte de Hezbolá. El Ejército israelí y Hezbolá –respaldado por Irán y que tiene un importante peso político en el Líbano– mantienen una serie de enfrentamientos desde el 8 de octubre, un día después de los atentados perpetrados por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás). que dejó cerca de 1.200 muertos y unos 240 secuestrados.
