Publicada en el sitio oficial de ese grupo ambientalista, la nota indica que desde 2020 a la fecha se han registrado 81 daños graves, distribuidos prácticamente en todas las regiones del país, aunque las de Lombardía, Piamonte y Sicilia fueron las más afectadas con 15, 14 y nueve, respectivamente.
A continuación, en esa lista se mencionan las regiones de Cerdeña, Emilia-Romaña y Trentino Alto-Adige, con seis daños cada una, como consecuencia de sequías cada vez más crónicas debido al cambio climático, con graves repercusiones ambientales y económicas.
Ante esta situación, Legambiente alerta sobre “la necesidad de intervenciones rápidas, concretas e integradas que no puedan posponerse más”.
Entre las propuestas formuladas en ese documento está el restablecimiento de una dirección única para las autoridades distritales, para conocer la disponibilidad, el consumo real, la demanda potencial y definir balances hídricos actualizados.
También se propone la aprobación de una estrategia nacional integrada que promueva la implementación de nuevas y modernas prácticas y medidas para reducir la demanda de agua y evitar su desperdicio.
Otra acción que se recomienda es la reducción del consumo y desperdicio de este recurso en usos agrícolas, con sistemas agroalimentarios que requieran menos agua y el uso de métodos de riego más eficientes.
Los expertos de Legambiente señalaron la necesidad de que los instrumentos de programación regional de la nueva Política Agrícola Común (PAC) de la Unión Europea sean capaces de orientar las elecciones de los agricultores hacia los cultivos.
Finalmente, sostienen que es fundamental restaurar todas aquellas prácticas que permitan la máxima retención de agua en los territorios, así como “promover acciones para restaurar la funcionalidad ecológica y recuperar los servicios ecosistémicos en los mismos”.
Al mismo tiempo, es necesario promover sistemas de recuperación de aguas pluviales y reutilización de aguas residuales tratadas, añade el análisis.
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