Para el funcionario, la situación en el sur se suma a las múltiples crisis que enfrenta el país desde 2019 y exigió que a todos los niños se les garantice el acceso a la educación y la protección contra daños físicos y mentales, así como la oportunidad de prosperar y contribuir. para la sociedad.
En un comunicado de prensa, el director de Unicef expresó preocupación por la situación de los niños y familias desplazados de sus hogares, tras casi siete meses de hostilidad en la nación.
Por cierto, Beigbeder afirmó que mientras el escenario siga siendo tan volátil, más niños sufrirán; y en ese sentido enfatizó la obligación de garantizar la protección de los más pequeños según el derecho internacional humanitario.
En este punto, indicó que los bombardeos en curso en el sur obligaron a aproximadamente más de 90 mil personas, entre ellas 30 mil niños, a abandonar sus hogares.
Según el último informe del Ministerio de Salud Pública, ocho menores aparecen entre las 344 personas asesinadas como consecuencia de los ataques israelíes.
Por su parte, de los 1.359 ciudadanos heridos, 75 niños sufrieron heridas desde el inicio del intercambio de disparos en octubre de 2023.
Los ataques en Tel Aviv afectaron a los servicios esenciales de los que dependen niños y familias, incluidas nueve estaciones de agua, que abastecen a una población de 100.000 habitantes, afirmó Unicef.
Al mismo tiempo, añadió que más de 70 escuelas y 23 centros de salud permanecen cerrados debido a los constantes bombardeos israelíes.
Según Unicef, antes del inicio de este conflicto, los servicios esenciales del Líbano, incluidos los sistemas de salud y educación, ya estaban al borde del colapso después de años de estar sobrecargados.
Las crisis financiera y económica sin precedentes exacerbaron las vulnerabilidades que existen desde hace cinco años en el país con un impacto directo en la pérdida de empleos e ingresos, alta inflación y escasez de servicios como electricidad y medicamentos, añadió el Fondo.
En este sentido, Unicef afirmó que, en colaboración con sus socios, brindó ayuda vital a las familias afectadas con la entrega de suministros médicos vitales, kits de higiene y nutrición para las personas desplazadas que viven en refugios colectivos y comunidades en todo el Líbano.
Durante la actual etapa, el Fondo de las Naciones Unidas proporcionó combustible, agua, tanques, ropa de invierno y mantas, además de brindar, junto con el Ministerio de Asuntos Sociales, ayuda monetaria de emergencia única para atender las necesidades inmediatas de 85 mil habitantes.
En este contexto, varios niños desplazados internos pudieron reanudar su educación en escuelas públicas y recibieron nuevos útiles escolares y asistencia de transporte.
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