En 2023 se expidieron 71.057 visas de trabajo, lo que representó una caída del 69,9% respecto a 2022, cuando se otorgaron 235.824.
Para analizar esta fuerte caída, El Servicio Nacional de Migración explicó que la base de comparación para 2022 es alta, porque el proceso de regularización iniciado en 2021 se mantuvo vigente. Y aunque ese efecto ya no existe, la entrega de visas que permiten a extranjeros trabajar en el país sigue disminuyendo después del primer trimestre de 2024.
Según las cifras a las que tuvo acceso Pulso, Entre enero y marzo se entregaron 17.625 visas de trabajo, lo que representa una caída del 22,7% respecto al mismo periodo de 2023 cuando se entregaron 22.791.
Según explica la entidad, estos permisos de residencia temporal permiten identificar “exclusivamente a la población en edad de trabajar”, lo que, a su juicio, es más preciso para analizar visas que permiten trabajar.
En el desglose por países, aunque Venezuela sigue a la cabeza con 5.201, tuvo una caída del 37,3% respecto a los 8.301 que se entregaron entre enero y marzo de 2023. Además, este año hubo un cambio en el segundo lugar, ya que Bolivia destronó a Colombia al registrar 4.035 y 2.580respectivamente, quedando más atrás Perú con 1.460. En quinta posición quedó Haití con 943 visas de trabajo.
Algo que también ha influido en esta reducción es el mayor control de la población migrante. Se eliminaron algunas visas especiales, como las por motivos laborales, creadas durante el segundo gobierno de Michelle Bachelet, y que fueron derogadas en el segundo gobierno de Sebastián Piñera. Sin embargo, bajo su mandato se crearon visas de responsabilidad democrática, beneficiando a los ciudadanos venezolanos. Este permiso fue derogado por la administración del presidente Boric, permitiendo el ingreso regular, sólo con contrato de trabajo.
El empleo migrante se mantiene por encima del millón desde agosto de 2023. En la última medición del Instituto Nacional de Estadística (INE), para el trimestre diciembre-febrero alcanzó 1.099.024.
Juan Bravo, director del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (OCEC-UDP), afirmó que “si bien las visas de trabajo están cayendo, esto no implica que se reduzca el empleo de extranjeros, ya que hay factores como el ingreso irregular que rompen esa asociación”.
El economista agregó que la tasa de empleo informal de los extranjeros se ubicó en 31,1%, “superando ampliamente lo observado hace 4 años, en el periodo diciembre 2019-febrero 2020 cuando alcanzó 22,8%”, advirtiendo que “uno de los más graves” Los problemas que se observan en el segmento extranjero es el fuerte deterioro de la composición del empleo hacia una mayor prevalencia de la informalidad laboral, en comparación con el período prepandemia”.
El director del Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales UC, David Bravo, añadió. “El mercado laboral sigue pareciendo mejor para los inmigrantes que para los nacionales en términos de empleo: la tasa de empleo de los inmigrantes es del 75,6%, muy superior a la de los chilenos, del 55,4%”. Sin embargo, señaló que “la tasa de informalidad es del 26,9% entre los chilenos y del 31,1% entre los extranjeros”.
