Un plebiscito que marcará el rumbo del país

Ecuador acudirá a un plebiscito el próximo domingo 21 de abril por convocatoria del presidente Daniel Noboa, en momentos en que la derecha, con la que se identifica el presidente, busca erigirse con un sello autoritario, contando con el apoyo de los círculos políticos. Conglomerados mediáticos, económicos y hegemónicos que insisten en moldear la voluntad popular a su manera.

Más de 12 millones de electores, sobre una población total que supera los 17 millones, están llamados a votar sobre 11 cuestiones, la mayoría de las cuales se refieren a la lucha contra la inseguridad, cuyo agravamiento ha colocado a Ecuador entre los países menos seguros del mundo. mundo.

Esta cuestión, sin embargo, endulza cuestiones que buscan suprimir derechos y garantías fundamentales: una de ellas intenta restablecer la precarización laboral, prohibida en la Constitución de 2008, y otra busca eliminar la jurisdicción soberana de la nación en litigios sobre inversiones extranjeras, como se afirma en esa misma Carta Magna. Estas propuestas, a juicio del secretario general del Partido Comunista del Ecuador, Diego Vintimilla, buscan restablecer el neoliberalismo en el país.

El debate sobre estos temas fundamentales, sin embargo, se ha visto ensombrecido por la “guerra” que Noboa ha declarado al crimen organizado, y que con el correr de los días se ha convertido en el caballo de batalla de su campaña por la consulta popular.

Esta guerra deja un saldo de más de 18 mil detenidos en lo que va de 2024, la mayoría en sectores marginales, en contraste con la ausencia de acciones contra el lavado de dinero en el sistema financiero, en las que, según fuentes legislativas, se han detenido unos tres mil. Anualmente se blanquean 500 millones de dólares.

Las cifras sobre operativos policiales y militares generaron simpatías entre la población, asediada por el crimen organizado. Sin embargo, la inseguridad no ha disminuido a la magnitud a la que aspira la sociedad, lo que según algunos analistas que siguen la evolución de las tendencias de cara al plebiscito, ha provocado una caída en la popularidad del gobernante.

Este descenso ha llevado al presidente y a sus estrategas a buscar recursos para frenar la tendencia, el mayor de los cuales fue el allanamiento policial a la sede de la embajada de México, para detener y devolver a prisión al exvicepresidente exiliado Jorge Glass, en el marco de los procesos judiciales contra la corrupción.

El episodio, que ha merecido la condena en el extranjero por violar normas del derecho internacional, ha recibido, sin embargo, aceptación local, al calor de una fuerte narrativa de medios locales y extranjeros que ha tergiversado la interpretación de los hechos para responsabilizar a México. el hecho.

Sin embargo, los apagones eléctricos que se desataron una semana antes del plebiscito, debido a la sequía que afecta a las mayores hidroeléctricas, a los que se suman nuevas cargas tributarias que asfixian la economía familiar y aumentan el costo de vida, amenazan con erosionar el favor de los votantes de Noboa. . En Ecuador, donde la voluntad de los electores es históricamente maleable, los plebiscitos suelen terminar convirtiéndose en un examen de la gestión de un gobierno, más allá de los temas sobre los que se le consulta.
El plebiscito es también un paso en el camino que Noboa busca seguir para su reelección en 2025. Este propósito lo había expresado públicamente en foros financieros internacionales incluso antes de su toma de posesión el 23 de noviembre de 2023.

Ese camino, sin embargo, está plagado de otros obstáculos estructurales que afectan a la sociedad ecuatoriana y que Noboa no ha tocado: altas tasas de desempleo y subempleo. El 60,5 por ciento de la población carece de empleo adecuado, según el estatal Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC).

A ellos se suma la pobreza y la distribución desigual de la riqueza. A diciembre de 2023, la pobreza de ingresos había aumentado casi un punto respecto a 2022 hasta situarse en el 26 por ciento. Además, nueve de cada cien ecuatorianos se encontraban en pobreza extrema, según el INEC.
Ecuador es un país de aguda concentración de riqueza. El 1,3 por ciento más rico de la población concentra el 50,2 por ciento de la riqueza, mientras que el 32,4 por ciento más pobre tiene sólo el 2,9 por ciento, y los vulnerables y la clase media, el 12,8 por ciento y el 34,1 por ciento, respectivamente, según el profesor universitario Andrés Mideros.

Estos indicadores mejoraron en los diez años de Revolución Ciudadana (2007-2017). La clave de estos indicadores sociales fue el crecimiento económico, y este se produjo gracias a una alta inversión pública. Sin embargo, el regreso del neoliberalismo al gobierno en 2017, con Lenin Moreno, significó también la involución de esa estrategia y con ella, la contracción de la economía. En 2024, la economía crecerá sólo un 0,8 por ciento, según el estatal Banco Central del Ecuador, una cifra que está por debajo del crecimiento de la población.

El recuerdo de aquella década ha llevado a una parte del electorado, mayoritariamente popular, a votar por fuerzas y propuestas progresistas en los últimos siete años de hegemonía derechista, ya que obtuvieron una votación elevada, aunque insuficiente para ganar el gobierno.

Sin embargo, el sociólogo y profesor universitario David Chávez cree que sería “devastador” que Noboa triunfara. La violenta incursión policial en la embajada de México en Quito y el apoyo que ha recibido el gobierno de Daniel Noboa por ese episodio mostrarían que la derecha habría logrado “legitimar la dictadura y la barbarie en la sociedad ecuatoriana”.

Profesores universitarios que protestaron contra los operativos policiales y militares en las zonas marginales del país sostienen, por su parte, que la solución a los problemas de inseguridad “no pasa por armarse, generar más violencia, sucumbir a la arbitrariedad y al irrespeto a los derechos humanos”. .” “sino por “exigir otras políticas y otros enfoques que nos permitan reconstruir los vínculos a través de la educación”.

rmh/lo

luis onofa

Periodista. Maestría en Comunicación Social. Universidad Andina Simón Bolívar, Ecuador. Licenciado en Ciencias de la Información. Universidad Central del Ecuador. Productor y conductor del programa de opinión La Oreja Libertaria, del Colectivo Espejo Libertario, en Radio Pichincha, Quito. Corresponsal de la Agencia de Noticias del Estado Mexicano, Notimex. Redactor y coeditor de la edición de fin de semana del Diario HOY. Corresponsal temporal de Inter Press Service y agencias Reuters. Editor de Prensa Latina, en la corresponsalía en Ecuador. Coordinadora de Nueva Revista. Reportero del Diario El Tiempo de Quito. Profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad Internacional SEK, Quito. Profesor del departamento de Periodismo Informativo, Facultad de Comunicación de la Universidad de las Américas, Quito. Profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad Central del Ecuador. Autor del libro “Huellas del discurso del presidente Rafael Correa en los mercados populares de Quito”, tesis de maestría en Comunicación Social, publicada por la Universidad Andina Simón Bolívar. Presidente de la Asociación de la Prensa Extranjera del Ecuador. Presidente del Colegio de Periodistas de Pichincha.

 
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