El arzobispo, representante permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales, habló en la conferencia sobre la situación humanitaria en el país africano afligido por una profunda crisis.
El Observatorio Romano
Acción rápida, apoyo “inquebrantable” y un esfuerzo global “para brindar seguridad, estabilidad y paz a través de nuestra respuesta colectiva a las necesidades humanitarias de Etiopía”. Esto es lo que invocó el arzobispo Ettore Balestrero, representante permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales en Ginebra. Un país azotado por una profunda crisis humanitaria que afecta – recordó el nuncio apostólico en un encuentro dedicado a la situación de la nación africana – a un ciudadano de cada seis, con más de 4,4 millones de desplazados internos y más de un millón de refugiados. Éstas son las consecuencias de los conflictos, las epidemias, las sequías.
El papel de la Iglesia
La Iglesia católica en Etiopía, aunque minoritaria, desempeña un papel fundamental en la prestación y distribución de ayuda a la población: en 2023, explicó el Prelado, se beneficiarán de ella 6 millones de personas, sin distinción de credo. Los proyectos, por un total de más de 80 millones de dólares, se centraron principalmente en la ayuda humanitaria y la seguridad alimentaria. “La Santa Sede renueva su compromiso”, afirmó el nuncio apostólico, no como “una obligación”, sino según “un profundo sentido de humanidad compartida”.
