Victoria Villarruel busca lograr una victoria en el Senado

Victoria Villarruel busca lograr una victoria en el Senado
Victoria Villarruel busca lograr una victoria en el Senado

Este jueves, Victoria Villarruel buscará reivindicarse contra su propio gobierno tras el rechazo del DNU 70/2023 y lo más probable es que pueda hacerlo gracias al apoyo del peronismo. El vicepresidente convocó una sesión en el Senado para discutir las especificaciones de unos seis embajadores, entre los que sólo hay uno que suscita dudas: el del rabino Axel Wahnish para la embajada en Israel. Wahnish es criticado por su postura -que es la de Javier Milei- respecto al traslado de la embajada argentina a Jerusalén. El más crítico es Martín Lousteau, que podría votar en contra del documento junto a otros radicales y dejar así al oficialismo en una cifra muy precaria. Villarruel confía, sin embargo, en que un sector de Unión por la Patria saldrá en su rescate. La apuesta libertaria tiene nombre y apellido: Juan Manzur y los santiagueros que responden al gobernador Gerardo Zamora.

La Libertad Avanza pretende aprobar, en total, unos seis pliegos: el de Gerardo Werthein -dueño de uno de los holdings más grandes del país- para la embajada en Estados Unidos, el de Guillermo Nielsen para Paraguay, el de Ian Sielecki por Francia, la de Mariano Caucino por la India, la de Sonia Cavallo –hija del exministro Domingo Cavallo– por la OEA, y, finalmente, Axel Wahnish por la embajada de Israel. Los cinco primeros no causan mayores problemas, pero el caso de Wahnish es diferente. Wahnish es un rabino de una comunidad judía marroquí que tiene un vínculo muy estrecho con Javier Milei: el presidente lo conoce desde hace dos años y les consulta frecuentemente desde entonces. Incluso lo llama su “guía espiritual” y lo nombró personalmente para servir como embajador en Israel.

La crítica a la nominación de Wahnish no es por el carácter, sino por la defensa que había hecho, en la Comisión de Acuerdos del Senado, del deseo del presidente de trasladar la embajada –que hoy está ubicada en Tel Aviv– a Jerusalén, un territorio en disputa con Palestina. Uno de los más críticos, en su momento, había sido Martín Lousteau, quien se había negado a acompañar el dictamen -apoyado por el resto del radicalismo- hasta que la propia canciller Diana Mondino acudió a su despacho en el Senado para convencerlo. En esa reunión, Mondino “se comprometió a no avanzar en nada que vaya en contra de la resolución de la ONU”, según explicaron el entorno del senador radical. Unos días después, sin embargo, el propio Milei volvió a insistir en una entrevista con la idea de trasladar la embajada y volvió a hacer saltar las alarmas entre la oposición.

Desde el rechazo del DNU 70/2023, Lousteau viene probando cierta autonomía respecto del resto de su bloque. “Martín teme el impacto que pueda tener el traslado en el reclamo argentino sobre la soberanía de Malvinas”, explicaron cerca del senador cuando este se negó a firmar el dictamen de Wahnish. Sin embargo, tras las declaraciones de Milei y en medio de la escalada del conflicto entre Israel e Irán, más radicales dicen ahora que no se sentirían cómodos apoyando la nominación de Wahnish. La mayoría espera una nota pública de Mondino en la que se comprometa a no intentar mover la embajada: se lo había prometido la canciller cuando visitó el Senado hace casi un mes y, hasta ahora, nunca ha comparecido. “Si no hay nota y compromiso público, habrá varios senadores que votarán en contra”, aventuró un senador radical del norte.

El poroteo de Villarruel: UxP al rescate

Sin el apoyo de Lousteau, Villarruel tiene problemas para conseguir el número que apruebe el pliego de condiciones. El enfrentamiento del Gobierno nacional con el gobernador de Santa Cruz, Claudio Vidal, había llevado a que la vicepresidenta perdiera dos votos -el de los senadores Natalia Gadano y José María Carambia-, por lo que para llegar a 37 necesitaba el sí o sí de los radicales. Ahora, ante el rechazo de Lousteau, Villarruel tendrá que tocar la puerta de UxP.

Inicialmente, el peronismo se había manifestado en contra del nombramiento de Wahnish por las mismas razones que Lousteau: la embajada en Jerusalén. Sin embargo, con el paso de las horas, dos actores comenzaron a presionar internamente para permitir su aprobación. El más importante fue el tucumano Juan Manzur, quien mantiene vínculo con varios miembros de las ramas más ortodoxas del judaísmo. En una reunión de bloque celebrada la tarde del miércoles, Manzur fue categórico en su defensa de la nominación de Wahnish y los otros cinco documentos diplomáticos. También salieron en su defensa los dos senadores que responden a Gerardo Zamora, como Claudia Ledesma Abdala y Gerardo Montenegro.

Esta presión interna sumió a UxP en una discusión que duró varias horas. Aunque hubo varios que no quisieron apoyar el nombramiento de Wahnish, acabó predominando la voluntad de una mayoría que reclamaba que había que hacer un gesto al partido gobernante. “El tipo es inocente. Quizás no nos pongamos de acuerdo sobre la embajada, pero eso lo decide el presidente, no el embajador”, explicó un importante dirigente peronista que destacó que, transcurrido un mes desde que se rechazó el DNU 70/2023, era hora de para darle un impulso al gobierno “para que no parezca que nos oponemos a todo”. Con los votos de UxP, que serían casi todos, Villarruel no tendría problemas en aprobar los seis pliegos.

 
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