Los tiempos de los medios son verdaderamente tiránicos. Muchas veces, puedes estar en la cresta de la ola durante años para luego ser desplazado y/o relegado de ella, por diversos motivos. Un ejemplo de esto es el Bambino Veira.
Héctor Bambino Veira Fue una estrella del fútbol argentino, donde destacó en los clubes más grandes de nuestro país, pero en San Lorenzo encontró su lugar en el mundo como futbolista y como entrenador. “Nunca dije una palabra contra el otro. Nunca ofendí a la afición del rival cuando gané un clásico. Y eso, a la larga, la gente lo tiene en cuenta”, declaró en una de sus últimas notas a El Gráfico.
Su carismática y arrolladora personalidad le llevó a ir más allá del mundo del fútbol para formar parte del imaginario popular, gracias a frases como “Entiendo la crisis del club, pero pedí un cuatro y me dieron un pomelo” o “Para Para mí el fútbol es belleza”.
Más allá de sus habilidades en el ambiente deportivo, supo llenar las revistas del corazón con amores y romances populares que van desde Carmen Barbieri hasta Mirtha Legrand.
Cuando dejó las canchas aprovechó su faceta de showman y en 2013 formó parte de “Buenos Muchachos”, programa donde participó con Beto Casella, Guillermo Coppola, Cacho Castaña y Coco Basile que fue un éxito en C5N y se convirtió en un espectáculo teatral.
En 2014, el programa fue cancelado y desde entonces, el Bambino Veira Se alejó de la televisión. Esporádicamente colabora en “Acá Hay Fútbol”, ciclo de medianoche en Radio La Red.
Sin redes sociales y con poca presencia en la alta exhibición, Minuto Neuquén tuvo acceso a ver cómo luce hoy la gloria de San Lorenzo y sorprende. Lejos de ser el hombre que se mostraba con traje y complementos dorados, hoy opta por un look más relajado y deja que el paso del tiempo cubra su cabello teñido de rubio, casi rojizo, para lucir muy bien sus canas.
La cancelación
El 17 de octubre de 1987, Héctor Veira Fue denunciado por maltrato infantil por Sebastián Candelmo, un adolescente de 13 años que hoy se llama Práxedes Candelmo y trabaja como enfermero en el Hospital Argerich. A la inmensa gravedad del suceso se sumó la total cobertura mediática del caso.
En octubre de 1991, Veira ingresó en prisión para cumplir una condena de seis años. Estuvo detenido durante 11 meses, hasta que el Tribunal Supremo retomó el caso y lo rebajó a intento de violación, fijó la pena en 3 años y lo puso en libertad.
“Creo que mi valor está en el presente. Lo del ‘quetejedi’ (de Veira) es un tema del pasado y no puedo quedarme en el pasado”, declaró Candelmo a la revista Gente. Si bien luego de ese horroroso episodio Veira pudo continuar con su vida con normalidad, está claro que el avance del feminismo y la cultura de la cancelación ayudaron a que este personaje icónico del fútbol nacional desapareciera de los medios.
