El Tribunal de Cuentas descubre ausencia de facturas y sobrecostes en una de cada tres órdenes de urgencia a Tragsa

El Tribunal de Cuentas descubre ausencia de facturas y sobrecostes en una de cada tres órdenes de urgencia a Tragsa
El Tribunal de Cuentas descubre ausencia de facturas y sobrecostes en una de cada tres órdenes de urgencia a Tragsa

Trabajadores de Tragsa en las obras de rehabilitación de un antiguo hospital durante la pandemia. (EFE/Juan Carlos Cárdenas).

La empresa pública Tragsa fue fundada en 1977 con el objetivo de ejecutar contratos en el ámbito agrícola, forestal y de conservación de la naturaleza, pero actualmente realiza trabajos en todo tipo de áreas para más de un centenar de administraciones públicas. Una de las ventajas de contratar con Tragsa es que las administraciones evitan procesos de licitación al ser calificadas como un “medio propio” público. Por tanto, tras las tensiones derivadas de la pandemia y la crisis de oferta e inflación de los últimos años, Los pedidos de las administraciones se han multiplicadotambién los de emergencia. Estos representaron el 8% de la facturación en 2022 (68 millones de euros), aunque el mayor auge se vivió en los peores años de la pandemia (83 millones en 2021 y 103 millones en 2022).

Un informe del Tribunal de Cuentas publicado este viernes sigue la actividad de la empresa en 2021 y 2022 a través de una muestra de 85 expedientes y detecta numerosos “debilidades y deficiencias” en gran parte del 13 archivos de emergencia incluidos en la muestra. De los analizados, nueve tienen ausencia de registros de recibo; de relaciones valoradas o facturas y formalización de excesos y/o modificaciones. Los expedientes de emergencia con problemas ascienden a 21,1 millones de euros, casi un tercio del totala pesar de que menos de la mitad de los contratos de este tipo han sido revisados.

Le puede interesar: La cronología de los contratos del ‘caso Koldo’: 53 millones haciendo autostop mientras miles de personas morían por covid en España

Tres de los expedientes con deficiencias fueron encargados por el gobierno autonomo de las islas baleares entre agosto de 2020 y mayo de 2021 y tienen que ver con la pandemia de Covid-19. La administración no informó en el acta de ninguno de los tres expedientes cuál fue el presupuesto para el pedido o Cantidad final del trabajo realizado. Cabe señalar que en el más caro de ellos, el destinado a instalar y dotar de puntos de vacunación en las islas, hubo un sobrecoste de 126.156 euros respecto a la cantidad formalizada inicialmente, según confirma el Tribunal de Cuentas con las facturas. . El importe total de los tres ascendió a 2,3 millones.

Además, las cesiones de estos tres ficheros a Tragsa fueron a su vez principalmente subcontratado con otras empresas a un precio de tarifa. “Las unidades consistentes en trabajos de montaje fueron contratadas con terceros y la mayoría de las unidades restantes responden a suministros y/o alquileres también contratados con terceros”, detalla el informe, señalando que Tragsa podría haber obtenido beneficios en este proceso.

La organización también detecta sobrecostos con el fin de que el comunidad de madrid realizó a Tragsa en enero de 2021 para limpiar los accesos a los centros educativos durante tres días después Filomena. El importe inicial de la obra fue de 200.000 euros, pero la facturación total ascendió a 242.398,44 euros, “sin que se haya formalizado el exceso”, lo que implica detallar el motivo del sobrecoste. “El margen obtenido por Tragsa en esta acción ascendió a 111.480,24 euros, lo que representa una ganancia del 46%”, detalla el informe. En este también se observa que “los montos de subcontratación que aparecen en la relación valorada no coinciden con facturas de contratistas”.

Por otro lado, la Comunidad de Madrid encargó a Tragsa el traslado de unos edificios en San Fernando de Henares en enero de 2022 por una duración de cinco meses, pero el plazo y los importes para ejecutar la obra se ampliaron hasta alcanzar los 701.591 euros. Según el Tribunal de Cuentas “No hay relaciones valoradas, ni facturas, ni actas de recibo” en el expediente.

Le puede interesar: La CNMC denuncia a la Comunidad de Madrid por subvenciones para formar a desempleados

Sin embargo, el expediente de emergencia que más deficiencias presenta es el llevado a cabo por el generalitat valenciana por 15,7 millones para reparar los regadíos de Alicante por las intensas lluvias de 2019. La orden se prorrogó y prorrogó hasta diciembre de 2021, por lo que el organismo considera que las prórrogas “no se justifican por la necesidad de actuar inmediatamente”. En el expediente las certificaciones no coinciden con las facturas y, derivado de la constante prórroga, el 72% del personal que trabajó en las obras fue temporal, algo que critica el informe.

el gobierno de Castilla la Mancha También encargó la limpieza de accesos a centros educativos después de Filomena y después de Dana en septiembre de 2019. En el primer caso, la orden como tal a Tragsa no consta en el expediente. Además, el pedido inicial era de un millón de euros, pero la producción según la cuenta de gestión asciende a 1,3 millones. En cuanto al segundo pedido, “está incompleto, no hay autorización del monto y solo hay un documento de recibo de un colegio”. Cuesta 495.337 euros. Finalmente, hubo una comisión en Melilla con un sobrecoste de 134.141 euros para arreglar un paseo afectado por un temporal “sin que se acredite que se haya modificado el pedido por el exceso facturado”.

Ante la variedad de trabajos que realiza Tragsa sin relación con sus objetivos originales, el organismo que preside Enriqueta Chicano considera que “no se considera el crecimiento de las acciones de la compañía en las diferentes áreas de actividad”, “teniendo en cuenta que requiere especialización en todos ellos”. En esta línea, critica el aumento de la subcontrataciónque no tiene límites legales en los contratos de emergencia: “La posibilidad de contratar la mayor parte del pedido con terceros o que una gran cantidad de suministros se realicen externamente pone en duda la justificación de la cesión“, señala.

El documento constata también que en la subcontratación existe “ausencia de trazabilidad en la ejecución” lo que impide comprobar que el importe certificado por Tragsa se corresponde con lo facturado por el contratista, especialmente en los casos en los que El mismo contrato se aplica a diferentes pedidos.. De hecho, el Tribunal de Cuentas detecta la formalización de varios contratos con el mismo objeto y proveedor que, en el caso de determinados contratos menores, han supuesto un división. La ruptura de contratos permite asigna un servicio a tu dedo, sin competencia y casi sin publicidad ni controles.

Un ejemplo detectado por el Tribunal de Cuentas es la puesta en servicio del Diputación Provincial de Lugo a Tragsa para la limpieza de la institución, que a su vez subcontrató con un proveedor al que realizó varios contratos menores que en conjunto superan el umbral permitido por la ley de 15.000 euros.

 
For Latest Updates Follow us on Google News