Se apagan las luces en EFTI, la gran escuela de maestros de fotografía de Madrid

Se apagan las luces en EFTI, la gran escuela de maestros de fotografía de Madrid
Se apagan las luces en EFTI, la gran escuela de maestros de fotografía de Madrid

37 años de formación, difusión y dedicación a la fotografía. Instalaciones con más de 4.500 metros dedicados a imágenes fijas, pero también en movimiento. Miles de profesionales que han crecido entre sus muros como estudiantes o profesores, desde Alberto García Alix a Manu Brabo, pasando por Estela de Castro o Ruth Montiel Arias. Todo eso y más acabó para siempre en EFTI el pasado viernes 31 de mayo. Lo hizo de un plumazo, con un correo electrónico para alumnos y profesores externos, y un WhatsApp para el personal fijo.

“Con todo nuestro dolor y pesar, tenemos que decirles que el camino de EFTI termina aquí”, indicó una comunicación dirigida a más de 200 personas, entre estudiantes y personal. El mensaje ponía fin a la trayectoria de la Escuela de Técnicos en Fotografía e Imagen, centro de referencia en el sector que luego decidió cambiar de nombre y mantuvo sus siglas para añadir la coletilla Centro Internacional de Fotografía y Cine.

“Mucha gente dice que las cosas empezaron a ir mal allí, cuando llegó el cine”. Lo comenta en conversación con Somos Madrid, una profesora-colaboradora que prefiere no dar su nombre. “Siempre fue la escuela de fotografía de referencia en Madrid. Cuando empecé hace unos años, era un lujo. Un trato exquisito y siempre pagaron a tiempo. Pero los últimos tiempos han sido muy difíciles. Comenzaron con retrasos de unos tres meses desde la emisión de las facturas y la cosa empeoró aún más. Me deben 1.200 euros y tengo compañeros que tendrían que pagar cantidades mucho mayores”, explica.


El profesor destaca, no obstante, “la extraordinaria red personal y profesional” tejida en la escuela a lo largo de décadas, que dio lugar a “una red artística aún más notable”. Ese recorrido hizo que ella y muchos de sus compañeros les dieran “un voto de confianza”. Por eso protesta contra este final “brusco e inhumano”, que deja a cientos de estudiantes sin un título oficial semanas antes de terminar las clases.

Este lunes, tras una concentración espontánea frente a la sede del centro en la calle Fuenterrabía (en el distrito de Retiro), EFTI emitió un segundo mensaje en el que aportaba otros datos sin aclarar el futuro incierto de quienes forman parte de la institución desde hace años. . : “Lamentamos mucho esta situación, sobre todo. Una vez que el juez designe al administrador concursal (AC), nos pondremos en contacto con él sugiriéndole que hable con colegios de referencia, y de esta manera pueda continuar y finalizar sus estudios. Legalmente no podemos hacerlo, aunque esa era nuestra intención, pero es el administrador concursal quien puede hacerse cargo de ello, no la dirección de la escuela. EFTI confirma a este medio tanto el cierre irrevocable e inmediato como el procedimiento concursal.

37 años, infinitas maneras de mirar

Las actuales (o anteriores) directoras de EFTI son Elena del Amo García y Patricia Sánchez Soto, que hace apenas unos meses relevaron a José Luis Amores, al frente de su administración desde su creación en 1986. Durante su largo periodo, lo que terminó desembocando en este cierre, se generó toda una sinergia creativa en el colegio en el que quienes fueron alumnos luego pasaron a impartir clases o exponer sus obras.

Tal fue la repercusión, que en 2018 el Centro de Cultura Contemporánea Condeduque acogió una exposición colectiva para resaltar el recorrido histórico del centro bajo el título EFTI, maneras de mirar. En él reunieron obras de 61 fotógrafos de diferentes generaciones que pasaron por la escuela como profesores, como alumnos o con ambas facetas. La exposición incluyó obras de premios Nacionales de Fotografía como Alberto García Alix, Isabel Muñoz, Javier Vallhonrat y Cristina García Rodero; de fotógrafos de agencias tan relevantes como Magnum y figuras internacionales que también pasaron por EFTI, entre las que destaca la estadounidense Jane Evelyn Atwood.


“Comparten espacio y tiempo para ofrecernos una visión general de la transformación del lenguaje fotográfico en las últimas décadas. La fotografía del siglo XXI no es estanca, los géneros se contaminan, las herramientas técnicas son casi infinitas pero sobre todo entendemos que no hay una única manera de mirar”, se lee en el programa de actividades. El siguiente vídeo, en el que diversas personalidades implicadas en la exposición hablan de su trabajo, muestra la diversidad de miradas que conformaron la historia del centro. El texto adjunto termina con una aspiración que ya no puede cumplirse: ¡Vamos por 30 años más!

A lo largo de su historia, EFTI también ha sido escenario de exposiciones fotográficas con todo tipo de técnicas y planteamientos. En los últimos años uno de los más celebrados fue la distancia correcta. En él, el artista Pepe Guinea retrató los aspectos más cotidianos e íntimos de su experiencia como enfermo de cáncer, lejos del sensacionalismo o la grandilocuencia con la que los medios suelen abordar esta enfermedad. La mirada se detenía en pequeños detalles llenos de significado: pulseras identificativas, pastilleros o una sencilla camisa flanqueada por una bata de hospital.


El proyecto había sido galardonado con la Beca DKV Albarracín en 2019, una iniciativa dirigida por el prestigioso fotoperiodista Gervasio Sánchez, exprofesor de EFTI. Sánchez también es corresponsable, junto al colectivo Entrepueblos, de una de las últimas exposiciones que acogió el colegio: Activistas por la vida. Una muestra más de esa “red humana y artística” destacada por quienes formaban parte del colegio hasta hace apenas unos días.

Mantener el espíritu de EFTI a pesar de la herida de su cierre

Juanjo finalizó en julio un Máster en Fotografía de Autor que empezó en septiembre y por el que pagó 10.000 euros entre matrícula y tasas. Dice que los afectados se han organizado en un grupo general de WhatsApp, además de otros segmentados (de plantilla fija, de colaboradores, de alumnos según la carrera…). Preparan la vía judicial, pero también hay un interés subyacente en mantener la llama creativa y humana que el EFTI encendió durante cuatro décadas.


Así, asegura que el director de su Máster está ultimando conversaciones con el profesorado para que puedan terminar las docencia pendientes fuera de la escuela, aunque al final del curso los alumnos no reciban una titulación homologada. “Hay que tener en cuenta que muchos docentes ya llevaban meses trabajando sin remuneración. Ahora se han ofrecido a seguir haciéndolo incluso con EFTI cerrado”, destaca la docente que prefiere no dar su nombre.

Juanjo señala que al menos ya vivió en Madrid y también ha podido disfrutar de casi todo el programa, aunque no recibirá reconocimiento académico por ello. Otros casos son más drásticos, como el de Jimena. En enero se traslada de México a Madrid para realizar un Curso de Introducción a la Fotografía. Lo terminó en julio, pero en septiembre empezó otro que ya pagó, con el que esperaba profundizar en temas concretos como el uso de herramientas de postproducción o la fotografía de moda. En total, 4.600 euros por un entrenamiento que fue interrumpido o que ni siquiera había iniciado. Y hay casos todavía más complicados, de personas que no sólo ya han pagado la próxima matrícula, sino también las fianzas o mensualidades de los pisos en los que iban a vivir cuando llegaron a Madrid expresamente para estos estudios.

Jimena cuenta que eligió EFTI para iniciarse en el sector porque le recomendó una exalumna que dejó la escuela, ahora fotógrafa de bodas profesional: “Estudió aquí y ha hecho su carrera. Ella me habló bien y decidí”. Ver a un alto ejecutivo de tecnología hace apenas unos meses fue otro factor decisivo en su decisión.

Ya estábamos viendo cosas raras como que las computadoras funcionaban cada vez peor, sin que nadie las cambiara ni las arreglara.

Porque según varios afectados, el centro intentó mantener en todo momento su imagen de prestigio. “Y ya estábamos viendo cosas raras como que los ordenadores funcionaban cada vez peor, sin que nadie los cambiara ni los arreglara”, afirma Jimena. Juanjo lamenta que, para evitar las sospechas de los alumnos, la dirección siguió realizando concursos o convocatorias de premios, con premios y premios económicos que nunca se entregarán.

La escuela ha pasado por tiempos tan tensos que todavía hay obras de una exposición estudiantil que se inauguró hace apenas una semana dentro de EFTI. “No nos dejan entrar a sacarnos nuestras propias fotografías”, denuncia Juanjo. Cuando finalmente puedan coleccionar lo que es suyo, el centro estará vacío de arte, creatividad y ojos por primera vez en 37 años.

 
For Latest Updates Follow us on Google News
 

PREV La actriz Ana Milán dice lo que todos piensan sobre las escaleras del Guggenheim
NEXT Conectando a los jóvenes con el arte contemporáneo