Sé que puede sonar a cliché que los críticos de series encontremos cada semana un nuevo título para adornar los laureles de la nueva mejor serie del año, pero lo cierto es que llevamos una muy buena racha de estrenos en estos dos últimos meses. Algunas de ellas, como ‘Shogun’, ‘Ripley’ o ‘Fallout’, tenían muy buena pinta desde el principio, mientras que otras han sido una sorpresa. En ese segundo grupo estaría un drama británico recientemente estrenado en Netflix titulado ‘Mi reno de peluche’ que, hasta la fecha, tiene el honor de ser la única serie en la que el firmante se ha presentado aquí un diez como una catedral. Y no es para menos.
‘Mi reno de peluche’ presenta la historia de Donny Dunn, la historia del protagonista y guionista Richard Gadd -en cuya experiencia real se basa la ficción-, un camarero y aspirante a comediante que un día hace un gesto amable con una mujer en su bar y de repente hay Se convierte en una acosadora enamorada bastante peligrosa. que tendrás que denunciar a la policía. A partir de ahí, la amenaza va escalando mientras nos cuentan con gran detalle los mecanismos de acoso de ella, Martha Scott, y lo que hace para intentar salvarse de la situación, pero también los motivos por los que inconscientemente quiere mantenerla cerca de él. . ella.
Aunque desde el primer episodio entendemos la necesidad de Donny de ser visto, a medida que avanza el metraje nos damos cuenta de que no está ahí y que no es el típico personaje estúpido que esperamos. Disfrazada de comedia negra en sus primeros compases, como ocurrió con ‘Fleabag’ al principio, poco a poco se revela como un retrato complejo y durísimo de acoso, abuso y trauma, que busca en todo momento renunciar al blanco y al negro.. Habrá a quien le recuerde a ‘Misery’, pero en la película protagonizada por Kathy Bates y basada en el libro de Stepheh King, su psicópata protagonista, Annie Wilkes, no tenía ni rastro de humanidad; Aquí, sin embargo, se compromete a explorar mejor la psicología de Martha, hasta el punto de que es el propio protagonista quien necesita comprender cómo funciona la mente y el desorden de su acosador. Nada es tan simple.
‘Mi reno de peluche’ es tremendamente visceral, incómoda de ver y, sin embargo, muy maratonable, porque aunque hay momentos que nos obligan a hacer una pausa y respirar -el cuarto episodio es tan fuerte como lo fue ‘Podría destruirte’ y el monólogo del sexto no se queda atrás-, la trama es adictiva y necesitamos saber cómo se desarrolla. continúa en todo momento. Pero, por encima de eso, Destaca el sello del autor de la propuesta y el convencimiento de que estamos ante una historia que surge de la verdad y el dolor. de un guionista que está escribiendo la obra de su vida. No se parece a nada que hayamos visto antes y nos deja avergonzados y asombrados por su honestidad.
Lamento no ser más detallado en los detalles ni en los argumentos a favor de ‘Mi reino de peluche’, sobre todo para sustentar la excelente nota otorgada, pero creo que quien se acerque a ella no debe saber más de lo que aquí se afirma: que es brillante, sincero, lleno de aristas y mucho más serio y poderoso de lo que su título podría sugerir. Hay que dejarse sorprender e ir con el estómago un poco preparado. Y, sobre todo, es una serie que nos hará reflexionar sobre las relaciones humanas, el consentimiento o el cuestionamiento de las víctimas, entre otras cuestiones. Pasador de seguridad.
Nunca antes las palabras “Enviado desde mi iPhone” habían dado tanto miedo.
Puntuación: 10/10
La serie… de la que todo el mundo va a hablar
Te gustará si… te gustan las historias rompedoras, de autor y únicas.
No para ti si… estás esperando la versión británica de ‘You’.
Nací en Wisteria Lane, fui compañera de cuarto de Hannah Horvath y ‘Chicago’ me volvía loca porque Roxie Hart soy yo. Tengo la lengua afilada, pero, como decía Lola Flores, “me tuvieron que dar un subsidio para la alegría”.
