Un gran incendio se produjo este miércoles en las afueras de Atenasen una zona de matorral bajo, ha obligado a las autoridades a ordenar la evacuación de miles de personas, mientras que las llamas ya han llegado a zonas pobladas, dijo a Efe un portavoz de Bomberos.
El incendio se produjo esta tarde cerca de la localidad de Koropi, a unos 25 kilómetros al este del centro de la capital griega, una zona de matorral bajo.
Las autoridades ya han ordenado la evacuación de la localidad de Kitsi, de unos 5.000 habitantes, así como de Labrikiá y tres campamentos de escuelas de verano en la zona.
Unos 90 bomberos con 35 camiones, seis aviones y ocho helicópteros cisterna luchan para evitar que las llamas lleguen a Kitsi, aunque el fuego ya ha calcinado algunas viviendas y comercios situados en las afueras de la localidad, según informaron medios locales.
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Las tareas de extinción se ven dificultadas por los fuertes vientos, con rachas que alcanzan los 90 kilómetros por hora, mientras que las autoridades se han visto obligadas a cortar el tráfico en varias carreteras locales.
El alcalde del municipio de Saronikos, Dimitris Papachristu, dijo a la televisión SKAI que el frente del incendio tiene aproximadamente 1,5 kilómetros y que debido a las condiciones climáticas adversas es muy difícil contener las llamas.
“Este es un día muy difícil”, afirmó en rueda de prensa el portavoz del Departamento de Bomberos, Vasilis Varthakogianis, quien señaló que este miércoles se produce un nuevo incendio aproximadamente cada 10 minutos, aunque la mayoría se apaga antes de que se propague. .
Decenas de bomberos luchan contra otro gran incendio en la región de Argolida, en el sur del país, que ha obligado a la evacuación de la localidad de Dárdiza.
Protección Civil había advertido desde ayer sobre un riesgo muy alto de incendios en la región capital del Ática y en otras cinco regiones del país, debido a las altas temperaturas que superan los 38 grados este miércoles y los fuertes vientos.
El verano pasado, Grecia sufrió una ola de incendios que devastaron una superficie récord de 150.000 hectáreas y mataron a 28 personas.
EFE
