Integró la “Generación del Nuevo Realismo”, que propuso una lectura renovada de los clásicos locales del sainete, a la luz de una perspectiva identitaria social actualizada. La originalidad de Cossa fue que supo ensamblar el discurso urbano de Buenos Aires con una visión ecuménica del drama humano, promoviendo la instalación de sus obras como “nuevos clásicos”. Así, a partir de 1964 con Nuestro fin de semana inició una prolífica obra caracterizada por títulos como tute cabrero (1968), llevada al cine dirigida por Juan José Jusid, el avion negro (1970), coescrito con Germán Rozenmacher, Carlos Somigliana y Ricardo Talesnik, el enorme éxito que obtuvo con la nona (1976), y posteriormente con el viejo sirviente en el 79.
Tito Cossa estuvo entre los creadores de Teatro Abierto con gris de ausencia 1981. En 1981 estrenó Ya nadie se acuerda de Frédéric Chopin, obra que estos días sigue expuesta. La peculiar estética de Cossa recreó un teatro popular, a menudo girando en torno al tango y el costumbrismo, para mostrar una lectura histórica y política de la época contemporánea. Asimismo, se dedicó durante muchos años al periodismo y dirigió Argentores, empresa que lo distingue hasta el día de hoy como presidente honorario. La lista de sus obras más conocidas es extensa, al igual que su resurgimiento en los escenarios: Los compadritos, Yepeto, Lejos de aquí, Los años difíciles, Los pingüinos, Cuento de variedades e incluso la adaptación de Tartufo de Moliere, entre otros. Premio Nacional de Teatro, Ciudadano Ilustre de Buenos Aires, fue homenajeado en 2023 por la Biblioteca Nacional Mariano Moreno con el Premio Rosa de Cobre.
Muy querido y admirado, Tito Cossa será despedido mañana 7 de junio en la sede de Argentores. La Biblioteca Nacional, que tantas veces lo contó entre sus visitas notables, lamenta profundamente su pérdida y acompaña a su familia.
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