España perdería su tercer proveedor y una quinta parte de su suministro de gas

España perdería su tercer proveedor y una quinta parte de su suministro de gas
España perdería su tercer proveedor y una quinta parte de su suministro de gas

Los países de la Unión Europea (UE) abordan la posibilidad de restringir la recarga y transferencia de gas natural licuado (GNL) ruso en puertos europeos en el marco del decimocuarto paquete de sanciones contra Rusia que ya estudian como respuesta a la invasión de Ucrania.

Varios países de la UE se muestran proclives a actuar contra el traslado de GNL, que llega en su mayoría a la UE a través de terminales en Bélgica, Francia o España.

Concretamente en el caso español, el GNL ruso supone perder al tercer proveedor de gas del país, tras Argelia y EE.UU., y aproximadamente una quinta parte del suministro de gas.

En 2023, el GNL ruso suponía el 18% del gas consumido en España, pero en este primer trimestre de 2024 la cuota ha subido hasta el 23%.

La empresa Naturgy es la que se vería afectada por esta medida ya que tiene firmado un contrato con Yamal LNG. Este es un contrato take or pay, que no puede dejar de comprar porque si no pierde el GNL, se vería obligado a venderlo en otro mercado.

Otros comercializadores han optado por descargar GNL ruso en terminales españolas, por lo que Rusia ha aumentado la cuota respecto a otros años durante la crisis.

El caso de Bélgica

Asimismo, el pasado viernes el Gobierno belga decidió sumarse a quienes apoyan la eliminación progresiva del trasvase de GNL ruso en la UE, pero pidió que esa supresión no comprometa la seguridad del suministro y los precios.

En Bélgica, el operador de la red de transporte de gas natural licuado, la empresa Fluxys, tiene un contrato de 25 años con la empresa rusa Yamal LNG para transferir y almacenar GNL –la mayor parte del cual luego se reexporta a Asia– en su terminal. desde el puerto de Zeebrugge, según informa el periódico “Le Soir”.

Bélgica también solicitará un embargo sobre las importaciones de barras de combustible nuclear rusas, ya que el uranio procedente de Rusia no está actualmente sujeto a sanciones.

En paralelo, Suecia y los países bálticos insisten en reaccionar contra la flota rusa “en la sombra” que, a través del Mar Báltico y utilizando barcos con bandera de terceros países, facilita a Moscú seguir exportando petróleo prohibido por la UE.

Advierten de que se añade riesgo medioambiental cuando en esta flota se utilizan barcos que no son aptos para la navegación.

Nuevo paquete de sanciones

El nuevo paquete de sanciones seguirá perfeccionando las medidas para impedir que Moscú eluda las restricciones ya vigentes.

Después de 13 paquetes de sanciones impuestas por Occidente a Rusia, Moscú continúa exportando gas por gasoducto y GNL, redirigiendo los suministros a Asia y, en particular, a China.

Por otro lado, el Parlamento Europeo apoyó el 11 de abril una nueva normativa sobre los mercados del gas -que aún debe recibir la aprobación del Consejo de la UE- que contempla la posibilidad de que los Estados miembros puedan limitar, de forma coordinada, el acceso del gas ruso y bielorruso. a las redes a través de gasoductos o terminales de GNL.

Las compras de la UE de gas ruso por gasoducto desde la invasión de Ucrania han caído un 71%, pero las ventas de gas natural licuado se han mantenido estables.

La mayor parte de este GNL llega a la UE a través de las terminales de Francia, Bélgica o España, país este último que exigió una respuesta comunitaria coordinada para evitar que la prohibición unilateral en un país sirva únicamente para que los metaneros con gas ruso busquen otros puertos en territorio comunitario. .

 
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