Murcia
Hola Victorio.
Ayer, viendo la gran acogida de la afición murciana al autobús del equipo, me acordé de cómo era esta afición no hace tanto tiempo.
A principios de los años 2000 no era tan fácil ni siquiera encontrar la camiseta del Murcia en algún sitio donde comprarla. Hubo años en Segunda División en los que no llegamos a los 4.000 socios. Los fanáticos jóvenes fueron una excepción entre una base de fanáticos veteranos y experimentados. Y había una actitud de ansiedad permanente, de exigencia enfermiza, que no se satisfacía con nada.
Hoy Murcia está peor deportivamente, pero se ha llenado de vida. Murcia se ha rejuvenecido. En 2024, podremos conseguir 20.000 espectadores ante el Ceuta, quedando a 5 puntos del playoff de ascenso.
Ayer me preguntaba qué ha cambiado: cómo hemos podido pasar de ser un club estático y envejecido a un club esencialmente joven, optimista, cuya ilusión ya no depende de la clasificación ni de la categoría en la que jugamos.
Ha tenido que ser una mezcla de muchas cosas: el trabajo de la Federación de Peñas, el auge de las redes sociales, probablemente también el trabajo del club en determinadas etapas, y sobre todo: la resistencia a dejar morir a Murcia… Todo eso ha ayudado a crear un orgullo íntimo y muy profundo en nuestros jóvenes.
Antes estos chicos se identificaban más con lo nacional que con lo extranjero. Ahora se dan cuenta de que vale la pena amar a lo que tenemos más cerca: el equipo de nuestra tierra.
Buenas tardes.
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