‘El Sol’ supera los 100 conciertos en gira por la ciudad más mexicana de Estados Unidos

‘El Sol’ supera los 100 conciertos en gira por la ciudad más mexicana de Estados Unidos
‘El Sol’ supera los 100 conciertos en gira por la ciudad más mexicana de Estados Unidos

En California, el 40% de la población es latina, pero el miércoles todo el Crypto Arena, en el corazón de Los Ángeles, era mexicano. La casa de Los Ángeles Lakers se convirtió por segunda y última noche en la casa de Luis Miguel, quien en la principal ciudad del Oeste de Estados Unidos superó los 100 conciertos de su gira, que se estrenó en agosto del año pasado en Buenos Aires (Argentina). ), y cuyo inmenso éxito le ha hecho sumar 50 fechas y, si todo va bien, casi 180 recitales por todo el mundo cuando acabe el año. recorrido, el próximo noviembre. Los de Los Ángeles (el primero el martes 16 y el segundo el miércoles 17), ambos llenos, son una buena muestra del poder de reunión que sigue teniendo la convocatoria, después de 40 años de trayectoria. El sol de México. Y la energía desbordante que, inesperadamente, ha recuperado para darlo todo sobre el escenario.

Cuando el vocalista de 56 años aparece en el escenario Crypto ante 20.000 almas, ni siquiera saluda. Entra directamente con Será que no me amas. Luego, sin apenas respirar, Amor Amor Amor. Y así durante la hora y media de concierto, donde no para ni un momento, y sólo se toma un breve descanso poco después de la mitad del concierto, para desaparecer un par de minutos y cambiarse de ropa. Lo que hace Luis Miguel y el secreto de su éxito durante décadas ha sido y sigue siendo su música, su voz, sus letras. Durante años se mantiene reservado, encerrado en su vida privada, no concede entrevistas ni habla con la prensa. Por eso, aunque en la hora y media en escena no deja de sonreír, no se dirige al público salvo con gestos. Ni un “¡Buenas noches, Los Ángeles!”, ni un hasta pronto, ni un guiño a la ciudad, ni siquiera una presentación del equipo que le acompaña. Pero funciona para la audiencia. Llueven gritos y aplausos, que al final se prolongan durante minutos. Un final, por cierto, sin bises.

El público es, en un 90% –siendo conservador– de origen latino. Casi el 20% de la población estadounidense es latina (y de ellos, dos tercios son mexicanos. Pero en California la comunidad mexicana es legión. En una ciudad con casi un millón de mexicanos (de los 10 millones que hay en todo el condado de Los Ángeles 4,8 son Latinos y 3,6 de ellos mexicanos, según estimaciones del último censo), muchos aprovechan para ver por primera vez al ídolo de masas que llevan toda la vida escuchando en casa, recuerda acompañada de Claudia, una nicaragüense. por sus amigas mexicanas Melissa y Margarita, en la entrada de Crypto. Son amigas y, como tantos otros pequeños grupos de mujeres que vienen juntas a Crypto, se han animado a venir a ver a la mexicana. algunos acompañados de parejas o hijos les cuesta más soltarse, pero terminan coreando “Cuando calienta el sol aquí en la playa” a todo pulmón, llevamos muchos años siguiéndolo. dicen Sonia y Eva, hermanas americanas originarias de Michoacán, que han venido con el marido y la hija de Sonia y están esperando su turno en la larguísima fila de la comercialización ($45 por una camiseta, $95 por una sudadera, más impuestos). “Él es divino“, los dos ríen al unísono.

Y sí, Luis Miguel, si no divino, seguro que está en uno de sus mejores momentos profesionales. En plena forma su energía es indomable, no para de moverse, de saltar, de sonreír, de tocar con sus músicos. Modula su voz, aleja el micrófono tanto como quiere y se escucha con potencia, juega con los tempos y las letras, las adapta a sus ritmos, no se toma un descanso. Luis Miguel comienza con tres coristas y una banda de una decena de integrantes, luego crece con otra decena de instrumentos de cuerda (e incluso con un director de orquesta) y alcanza su gran momento en el último tercio, cuando nada menos que 14 mariachis y cinco bailarines.

Él Espectáculo, muy clásico, canónico, funciona de forma rigurosa. Con ingredientes de cantante, Luis Miguel es el dandy latino contemporáneo. En menos de 100 minutos repasa una carrera de éxitos en unas 25 canciones (algunas más si se cuenta que son varias) popurrís, donde pasa de puntillas por algunos de sus grandes) con una puesta en escena sencilla pero efectiva, con confeti, imágenes de archivo, un escenario de varios pisos y, a lo largo de todo decorado para él, un jarrón de rosas blancas sobre un taburete donde reposan un par de toallas y vasos de agua. Clasicismo sin estridencias. Como novedad y sorpresa, un dron sobrevuela el escenario durante todo el concierto, y él sabe aprovechar el juguetito y lo agarra, le sonríe, lo sacude y consigue buenas tomas en las múltiples pantallas de las que hace gala Crypto.

Sol No se quita la sonrisa ni el traje, llevando siempre el micrófono en una mano y la petaca en la otra. Pocas arrugas, figura fibrosa, dientes perfectos, tupé impecable, no necesita presentarse ni ser presentado. La primera parte del concierto pone de pie al público angelino, mientras que en la segunda, sin parar, parece más tranquilo. Es entonces también cuando llega el momento más sorprendente de la noche, con sus dos duetos… con Michael Jackson y Frank Sinatra. La más extraña es la primera, con fotografías de Jackson proyectadas en pantalla, y con su voz en apagado cantando sonrisa en inglés y Luis Miguel haciéndolo en español. Con Sinatra es un clásico. A mi manera, aunque esta vez con el estadounidense en una actuación grabada y en color en la pantalla del escenario y el mexicano cantando al inglés, lo que levanta menos sorpresas que el primero. No pasa nada, en un par de canciones llegan los mariachis y con la biquini El público se está volviendo loco y no paran de cantar hasta el final, con Cuando el sol calienta.

Luis Miguel soplará este viernes 54 velas, en el escenario del T-Mobile de Las Vegas, donde llegará su próximo concierto, el 103 de su gira. No es un novato en la plaza: ya llenó tres veces el Dolby Live de la ciudad (eso sí, con 6.000 espectadores en lugar de los 20.000 de ésta) el pasado mes de septiembre. Ha salido de Salt Lake City, Dallas, Atlanta, Miami, Nueva Orleans… 30 en total en EE.UU., para continuar después con 14 en España y otros 29 en México, incluidos seis en la capital en octubre, donde ya dio siete el pasado año. Después de cuatro años de silencio desde su anterior gira, El Sol tiene unas ganas imparables de brillar.

 
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