Las exportaciones de petróleo crudo de Irán alcanzaron en el primer trimestre del año el nivel más alto en seis años, según datos de Vortexa citados por el Financial Times.
El promedio diario durante el período se situó en 1,56 millones de barriles, casi todos los cuales se enviaron a China, lo que le reportó a Teherán unos 35 mil millones de dólares.
“Los iraníes han dominado el arte de eludir las sanciones”, dijo al Financial Times Fernando Ferreira, jefe del servicio de riesgos geopolíticos de Rapidan Energy Group. “Si la administración Biden realmente va a tener un impacto, tiene que centrar su atención en China”.
La noticia llega mientras la UE y Estados Unidos preparan nuevas sanciones contra Irán en un intento por convencer a Israel de que no tome represalias contra Teherán después del ataque con aviones no tripulados y misiles de este último contra objetivos militares israelíes el fin de semana pasado.
La industria petrolera de Irán sería el objetivo obvio de nuevas sanciones, como sugirió la Secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen.
“Claramente, Irán continúa exportando algo de petróleo. Quizás haya más cosas que podamos hacer. No quiero adelantar nuestras actuales actividades de sanciones, pero ciertamente, eso sigue siendo un área posible que podríamos abordar”, dijo Yellen a principios de esta semana según lo citó Reuters.
Sin embargo, los analistas han dicho al Financial Times que la administración Biden se muestra reacia a endurecer demasiado la sanción, ya que esto conduciría inevitablemente a un aumento de los precios del petróleo que un presidente que se postula para la reelección realmente no puede permitirse en un año electoral.
Esto es especialmente relevante a la luz del hecho de que el gobierno federal difícilmente podría repetir la liberación de SPR a partir de 2022 para controlar los precios en el surtidor, ya que la reserva se encuentra en el nivel más bajo en 40 años después de esa liberación de 2022.
Además, cualquier acción dura contra las exportaciones de petróleo de Irán afectaría las relaciones con China, que es prácticamente la única salida para el crudo iraní. Ese crudo, según el Financial Times, cubre una décima parte de las importaciones totales de petróleo de China.
Por Irina Slav para Oilprice.com
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