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La inflación del Reino Unido genera optimismo y cautela.
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Las proyecciones de crecimiento del FMI resaltan la prolongada espera por los recortes estadounidenses.
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El dólar estadounidense sube a medida que persisten las preocupaciones sobre la inflación.
Los mercados europeos han disfrutado de un bienvenido respiro de la presión vendedora que ha dominado gran parte de la semana, con los índices continentales a la cabeza. Una caída tanto de la inflación general como de la subyacente en el Reino Unido ha ayudado a resaltar la continua trayectoria descendente que muchos esperan que traiga pronto un retorno al objetivo para facilitar un giro moderado por parte del Banco de Inglaterra. Los comentarios de ayer del gobernador del BOE, Andrew Bailey, así lo indicaron, destacando la confianza en que el Reino Unido está en el camino de bajar las tasas. Sin embargo, la métrica mensual del 0,6% de hoy tanto en la inflación básica como en la general debería ser motivo de preocupación, replicando el aumento del 0,6% observado en el IPC del Reino Unido el mes pasado. Si el objetivo es el 2%, una ganancia del 1,2% en dos meses contribuye poco a alentar la idea de que el problema de la inflación se ha resuelto en gran medida. En respuesta, hemos visto a los mercados revaluar el primer recorte de tasas, y los elevados indicadores de salarios e inflación hicieron que las expectativas de un recorte en junio se redujeran a apenas un 29%. En cambio, es posible que tengamos que esperar hasta agosto (50%) o septiembre (67%) para ese primer giro de Bailey & co.
Los índices estadounidenses sufrieron fuertes caídas ayer, cuando Jerome Powell reiteró la opinión de que la Reserva Federal se mantendrá firme en su enfoque para reducir la inflación. La fortaleza relativa de la economía estadounidense fue destacada ayer por las proyecciones del FMI, con la predicción de un crecimiento del 2,7% para 2024 para Estados Unidos en marcado contraste con las tibias perspectivas para el Reino Unido (0,5%) y Alemania (0,2%). Si bien muchos ven esto como motivo de optimismo para las acciones estadounidenses, no ayuda mucho a quienes esperan pacientemente un recorte de tasas por parte del FOMC.
La continua fortaleza del consumidor estadounidense se destacó el lunes, con la cifra anual de ventas minoristas del 4% indicando que la demanda sigue siendo fuerte a pesar de una inflación superior a la meta. Dado que el crecimiento, el gasto de los consumidores y la inflación se mantienen fuertes, la Reserva Federal no tiene otra opción que mantener las tasas con la esperanza de que puedan aliviar la presión de la economía. La cifra de solicitudes de desempleo de hoy probablemente contará una historia similar de fortaleza continua de la economía estadounidense, con solicitudes tanto iniciales como continuas que hacen poco para señalar una necesidad desesperada de que la Reserva Federal tome medidas de apoyo. Con los mercados en caída, las presiones inflacionarias que no disminuyen y la economía estadounidense no muestra signos de desaceleración, no sorprende ver que el índice del dólar va camino de su cuarto mes consecutivo de ganancias.
