“¿Han votado todos los diputados?” preguntó el presidente saliente de la Cámara, Ricardo Cifuentes, antes de anunciar el resultado de la elección en la que ganó la legisladora comunista Karol Cariola como nueva titular de la corporación.
“¡Nooo!” fue la respuesta masiva de los parlamentarios, varios de los cuales enfrentaron problemas técnicos al emitir sus votos.
El sistema de votación electrónica fue el elemento que contribuyó a elevar la tensión del momento y permitió que algunos representantes de cada bando político aprovecharan para hacer los últimos esfuerzos para convencer a los diputados que estaban en duda.
Uno de los más activos en la sala fue el jefe del comité de enfermeras registradas, Ximena Ossandón, quien recorría los escritorios de su bancada tratando de ayudar a los diputados que estaban confundidos con el procedimiento tecnológico y no sabían cómo emitir su voto. De hecho, se acercó al diputado. María Luisa Cordero (RN-independiente), a quien le señaló dónde debía hacer clic para expresar su apoyo al candidato opositor, Juana Pérez (Demócratas).
En esos momentos se produjeron varios incidentes que podrían haber cambiado el resultado.
el radical Alexis Sepúlveda, quien semanas atrás había llamado expresamente al oficialismo a bajar la postulación del PC (que finalmente recayó en Cariola), se puso de pie y se dirigió a la salida.
Según la versión de algunos legisladores, el radical estaba molesto con su comité y algunos temían que eso lo llevara a no votar por el candidato del PC. Ante el riesgo de que esto sucediera, a pocos metros de la salida fue detenido por el diputado socialista Tomás de Rementería, quien le pidió que por favor votara por Cariola
La escena quedó reflejada en una fotografía subida a la cuenta oficial de la Cámara en Flickr, en la que se puede ver que el diputado socialista Danisa Astudillosu par alejandro bernales (liberales) y el jefe del comité conjunto radical-DC-liberal, Luis Malla (liberal), también vinieron a calmarlo.
Malla, al igual que otros dirigentes del oficialismo, estuvo de pie durante casi toda la sesión, asegurándose de que no faltara nadie. El liberal, en particular, se situó estratégicamente a la salida de la sala.
Pese a ello, Malla desdramatizó la escena. “En la imagen solo estábamos hablando. Nunca hubo ningún deseo por parte de ningún diputado de abandonar la sala. Los votos estaban comprometidos”, dijo el jefe de la comisión, quien si bien admitió que Sepúlveda expresó públicamente sus dudas, el día de la sesión ya estaban todos alineados.
El mismo diputado radical explicó que su voto por Cariola nunca estuvo en duda y que simplemente tuvo un problema con que su partido incorporara al independiente. Francisco Pulgar, que abandonó en el último minuto de la votación, factor que también fue decisivo en la victoria del parlamentario comunista. “No tengo ningún veto (al PC), al contrario. Reconozco la trayectoria y capacidad política de la presidenta Karol Cariola… Lo que le expresé al titular de la comisión, Luis Malla, fue que no estaba de acuerdo en que una de las variables de esta negociación sea que el diputado Pulgar sea recibido en nuestra comisión. No estuve de acuerdo con eso. Una cosa es la negociación, pero otra cosa es que nos tenemos que hacer cargo, respecto a una negociación que hizo el Ejecutivo, de este parlamentario, con quien tenemos diferencias”, dijo Sepúlveda, quien tiene una rivalidad regional con Sepúlveda, ya que ambos son Legisladores del Maule.
La decisión de sumar a Pulgar al comité que conforma Sepúlveda se debió a la inminente represalia que iban a tomar los demócratas para expulsarlo de su bancada, donde también se encuentra el PDG.
En los momentos previos, Sepúlveda ya había dado algunas señales que pusieron en alerta al oficialismo, que mostró cierta renuencia a sentarse a votar. Antes de la elección de la nueva mesa, el presidente saliente de la Cámara abrió una votación para resolver una cuestión regulatoria. El diputado republicano Benjamín Moreno había solicitado que dos mociones parlamentarias (una sobre el fomento de la música y otra sobre la Ley de Urbanismo) también pudieran ser conocidas por la Comisión de Constitución.
Si bien estas dos solicitudes fueron rechazadas, la junta demostró que Sepúlveda, que se paseaba por la cámara, no había votado en la segunda de esas votaciones.
El resultado de aquellas votaciones anteriores también expuso Otro detalle que fue decisivo en la elección de la mesa que se produjo minutos después: faltaba el voto del republicano independiente Mauricio Ojeda. quien al parecer por un caso fortuito sufrió un retraso en su vuelo procedente de La Araucanía y no pudo llegar a tiempo.
Lo curioso es que Ojeda viajaba inicialmente a las 9:30 desde Temuco junto a varios parlamentarios de la región, quienes se sorprendieron al escuchar dos llamadas infructuosas de las azafatas a bordo del avión, preguntando si el legislador republicano independiente había abordado.
No fue la única situación extraña con los vuelos. Un avión de pasajeros procedente del Biobío, que transportaba a tres diputados opositores (Marlén Pérez, Sergio Bobadilla y Roberto Arroyo) y a una legisladora oficialista (Clara Sagardía), no pudo aterrizar en Santiago en un primer intento.
La congestión en el aeropuerto capitalino obligó al capitán de la aeronave a dar vueltas esperando autorización, pero ante el riesgo de quedarse sin combustible tomó una decisión drástica y tuvo que regresar a Concepción.
Luego de reabastecerse, el avión con los cuatro diputados a bordo finalmente pudo llegar a Santiago y desde allí pudieron tomar un vehículo hasta el Congreso de Valparaíso. Si bien lograron llegar, todo este percance, que no hizo más que aumentar el suspenso de la jornada, retrasó cuatro horas su llegada a la sede del Legislativo.
Además del episodio de Sepúlveda, antes de la elección de la mesa, las miradas se centraron en el sector donde se ubican los escritorios de la bancada independiente del PDG.
En su banca, Gaspar Rivas (PDG), quien desde el fin de semana se comprometió a votar por la carta del PC, recibió varias visitas. uno de ella miguel angel calisto (demócratas), quienes, intentando cambiar su voto, le transmitieron que la izquierda no iba a cumplir. Para neutralizar el vestíbulo de Calisto, el socialista Daniel Manouchehri Se puso de pie y le dio garantías de que los votos de los oficialistas iban a estar detrás de su nominación como vicepresidente, lo que finalmente se cumplió.
El diputado del PDG y nuevo vicepresidente primero también tuvo que superar severos reproches de la derecha y su partido. El fin de semana lo llamó Franco Parisi para apoyar a Joanna Pérez y la comisión política de su comunidad lo instó a no apoyar al candidato comunista.
En un vídeo surgido de la última reunión de la comisión política del PDG, Rivas defendió su acuerdo con el oficialismo, dado que a su juicio “ni la izquierda ni la derecha quieren votarme”. “Entonces, tal como sucedió Rubén Oyarzo, soy yo (la carta del PDG que llega a la mesa de la Cámara). Es diputado desde hace 10 años y veinte en política. No puedes hacerme estúpido. Soy estúpido hasta cinco pies. Esto es una trampa. No estoy preparado para esto. Esto (la decisión de la comisión política) no la voy a validar. “Es una sierra de piso”, dijo antes de abandonar la reunión que se mantuvo por videollamada.
Hoy, en entrevista con T13, Rivas dijo que el fin de semana aceptó el ofrecimiento que le hizo el gobierno de asumir la primera vicepresidencia a cambio de apoyar el oficio. Aseguró que tal oferta se la hizo explícita el ministro de la Segpres, Álvaro Elizalde.
