Sin duda, uno de los mayores desafíos a la hora de adoptar una cachorro es tener que educarlo. Muchas personas suelen perder la paciencia y contratar a un adiestrador, o peor aún, esperar a que su pequeño supere la “etapa” del desastre. Sin embargo, existe una conducta que debes erradicar en tu perro para que no se ponga en peligro, escapar cuando La puerta se abre.
La seguridad de nuestra mascota siempre será nuestra principal preocupación cuando se trata de ella, ya que no sólo basta con ponerle un collar y una placa, para asegurarnos de que tu perro no correrá peligro, también hay comportamientos básicos que debes reforzar en su educación.
¿Por qué se escapan los perros?
Existen diferentes motivos por los que tu perro “se escapa” de casa. Puede deberse al aburrimiento, la necesidad de realizar más actividad física, el miedo, la ansiedad por separación, entre muchos otros.
Lo más común es precisamente por miedo o debido a la necesidad de una mayor actividad física. Es importante darle tiempo a tu mascota para que corra, camine y explore lugares para que libere toda la energía que tiene acumulada, sobre todo si es un cachorro.
Muchas veces, cuando ya tienes un vínculo fortalecido con tu mascota, esta ya no se marcha al ver la puerta abierta, sino que tiene que pasar por un proceso de entrenamiento para que eso suceda. Si adoptaste un perro mayor, es decir, no cachorro, es imprescindible que le enseñes que no salga cuando vea la puerta abierta.
¿Cómo puedo evitar que mi perro salga cuando la puerta está abierta?
Reforzar la conducta con tu mascota es muy importante, y si no quieres que salga de casa a la primera oportunidad, debes tener paciencia y enseñarle a desviar su necesidad de salir.
El instinto natural de un perro le dirá que puede salir corriendo y que ver una puerta abierta es una invitación a hacerlo. Sin embargo, debes enseñarle que este no es el caso. Para enseñarle a tu perro a no salir de casa debes hacer lo siguiente.
- Ponle la correa a tu mascota.
- Abre la puerta y cada vez que se acerque, tira lentamente de la correa hacia atrás.
- Tráelo de regreso a la puerta y cada vez que quiera irse, regrésalo a una posición tranquila.
- Retrocede y camina nuevamente hacia la puerta por un rato, siempre asegurándote de que tu mascota no pise la calle.
- Una vez que te sientas más seguro, retira la correa y Quédate cerca de la puerta abierta para comprobar que ya no intentará salir.
Repita este proceso durante varios días. hasta que notas que tu perro ya no busca salir a la calle cuando ve la puerta abierta. Con este ejercicio tu pequeño sabrá que ver la puerta abierta ya no es sinónimo de salir, sino lo asociará con mantener la calma.
Y listo, con unos minutos al día de este ejercicio con tu perro, y dejará de escapar cuando ves la puerta abierta.
