Un juez negó el lunes el intento de último minuto del expresidente Donald Trump de retrasar su juicio penal en Nueva York y trasladar el caso fuera de Manhattan.
La jueza Lizbeth González lo negó sin explicación en auto de una sola frase.
Los abogados de Trump pidieron a un tribunal de apelaciones intermediario que pospusiera la fecha del juicio del 15 de abril, argumentando que la abrumadora publicidad previa al juicio hizo imposible encontrar un jurado justo e imparcial, incluso con un riguroso proceso de selección del jurado.
“En términos de publicidad perjudicial antes del juicio en este condado, este caso es único”, dijo el abogado defensor Emil Bove, argumentando que no había habido un caso con tanta atención desde el asesinato policial de Amadou Diallo en 1999.
En un breve argumento ante el Primer Departamento de la División de Apelaciones, la defensa sugirió que demasiadas personas en Manhattan tienen una opinión negativa de Trump.
“Cuando el prejuicio contra el acusado está tan arraigado, se ha arraigado hasta tal punto, no se puede confiar en que voir dire lo aclare”, dijo Bove. “La selección del jurado no puede realizarse de manera justa la próxima semana en este condado”.
Un fiscal de la oficina del fiscal de distrito de Manhattan dijo que no hay nada que sugiera que los posibles miembros del jurado en Manhattan fueran “excepcionalmente susceptibles” a la publicidad negativa previa al juicio, ya que Trump es una figura nacional, incluso global.
“La idea de trasladar el lugar aquí es errónea”, afirmó el fiscal Steven Wu. “El mero hecho de que conozcan este caso no es una indicación de parcialidad”.
Los fiscales también dijeron que el propio Trump –ya sea a través de publicaciones en las redes sociales, discursos de campaña o comentarios en los tribunales– fue responsable de generar gran parte de la publicidad asociada con el caso que lo acusaba de falsificar registros comerciales para encubrir el verdadero propósito de un pago por silencio a una actriz porno.
“Este es el acusado que llega a esta discusión con las manos sucias”, dijo Wu.
Se espera que los abogados de Trump regresen a la división de apelaciones el martes en un intento por relajar las restricciones sobre lo que el expresidente puede decir sobre las personas asociadas con su caso de dinero secreto.
El juez de primera instancia, Juan Merchán, impuso una orden de silencio limitada que impide que Trump hable sobre los fiscales, el personal judicial, los testigos y otros. Merchan amplió recientemente la orden para cubrir a su familia y a la familia del fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg.
Trump está luchando contra la orden de silencio en virtud de una disposición de la ley del estado de Nueva York que permite a un acusado impugnar una decisión administrativa. Trump no está demandando personalmente al juez, pero el caso se titula Trump v Merchan.
Aún no hay fecha fijada para los alegatos orales del martes.
Trump enfrenta 34 cargos criminales por falsificación de registros comerciales luego de ser acusado formalmente por un gran jurado de Manhattan en relación con un pago por silencio que su entonces abogado Michael Cohen hizo a la estrella porno Stormy Daniels pocos días antes de las elecciones presidenciales de 2016.
Trump ha negado haber actuado mal y se declaró inocente en abril pasado.
