Actualizado: 07/04/2024 20:19
Domingo, 7 de abril de 2024 • 20:19
Por Sonia Schoenaker
Dolores Avalis tiene 26 años y es de Villa Mercedes. Hizo sus estudios secundarios en el Instituto Nuestra Señora del Carmen y luego se fue a Córdoba a estudiar Ingeniería en Diseño Industrial.
Actualmente vive en San Carlos de Bariloche y trabaja en el área de mecánica de la prestigiosa empresa de energía nuclear INVAP (Investigación Aplicada).
La joven forma parte de un equipo llamado SpaceBee Technology, que en diciembre de 2023 fue uno de los 10 ganadores del concurso NASA International Space Apps Challenge, en la categoría “mejor uso de la tecnología”.
El proyecto que presentaron se llamó “Aókinenk”, que significa “gente del sur” en lengua mapuche.
Es una aplicación web que permite registrar los movimientos sísmicos de la Luna. También contiene mapas del satélite natural donde se puede observar la temperatura y topografía, además de un asistente virtual con Inteligencia Artificial y un entorno de realidad virtual que permite al usuario sentir los movimientos lunares como si fuera un astronauta.
“Ese concurso fue un Hackathon (reunión de programadores con el objetivo de crear nuevos sistemas hardware o software de forma colaborativa) que duró 48 horas. Entonces, lo que hicimos fue organizarnos y crear una reunión virtual, donde literalmente estuvimos conectados durante 48 horas y cada uno propuso ideas”, dijo el ingeniero en diálogo con El Chorrillero.
El equipo utilizó sus conocimientos en programación y diseño 3D y también aprovechó la información abierta que ofrece la NASA.
“Tengo entendido que en ese concurso participaron 57 mil personas y se presentaron 5.556 proyectos a nivel mundial. Y entre ellos nosotros somos ganadores”, afirmó.
Anteriormente, en agosto de 2021, el equipo ganó el primer premio en Washington Moon River, una importante competencia de Espacio Abierto.
Diseñaron y crearon un robot explorador lunar, cuya misión era encontrar agua atrapada y tubos de lava en el suelo lunar.
“Ese proyecto nos llevó aproximadamente un año, eso es todo lo que duraría el concurso. A medida que fuimos avanzando fuimos pasando por tutorías hasta llegar a la semifinal y a la final donde nos declararon ganadores”, recordó.
Hasta ahora siguen desarrollando el robot lunar llamado “RoverTito”, y tienen la intención de “llevarlo a la NASA y poder mostrarlo, ahora que tenemos la oportunidad de ir”, dijo.
Dentro del grupo Avalis es ingeniera de diseño industrial y está formado por el ingeniero mecánico y jefe de equipo, Tomás Liendro; el ingeniero electrónico, Sol Maldonado Betanzo, quien desempeña el papel de mentor; el ingeniero electrónico Fabián Burgos; el ingeniero de telecomunicaciones, Lautaro Mendieta; el geólogo, Juan Manuel Losarcos; y el ingeniero electrónico y analista de programación universitario, Santiago Núñez.
Todos ellos tienen entre 26 y 28 años. La mayoría no se conocen personalmente, ya que viven en diferentes puntos del país. Se reunirán por primera vez para viajar a recibir el premio en Estados Unidos el 4 de junio.
Allí podrán ingresar a dos sedes de la NASA, “una en Washington DC y otra en Kennedy Central”, explicó Avalis.
“Tengo un sentimiento de agradecimiento y satisfacción porque todo esto lo hacemos con el poco tiempo que nos queda porque trabajamos”, afirmó.
recaudar dinero
Los jóvenes profesionales buscan patrocinadores para cubrir los gastos de dos miembros del equipo que no cuentan con el apoyo económico suficiente.
Asimismo, cualquier interesado en realizar un aporte económico puede trasladarse al alias ARGENTINOS.A.NASA, o contactarnos a través de Instagram @spacebeetech.
El objetivo de la recaudación de fondos es llegar a los siete mil dólares para costear los vuelos y la estadía de los jóvenes.
“Espero que esta visita nos genere un poco más de ilusión para poder avanzar y continuar con el proyecto, intentar recabar más información y tener más contactos para que en el futuro evolucione y pueda llegar a su fin. No sólo la aplicación, sino también Robertito”, dijo Dolores.
Como metas de futuro, todos aspiran a formar una StartUp (empresa emergente que se basa en las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para comercializar sus productos o servicios), para poder generar rovers que pisen la Luna y lanzar otras aplicaciones “para facilitar el paso de la información”.
“También que otras personas puedan sumarse a nuestro proyecto, compartir y desarrollar todo juntos porque hay mucha gente que tiene interés en el área espacial y que está en la misma situación que nosotros”, concluyó.
