Una muestra del verano, pero también de Francia sacudida por el cambio climático. El sábado 6 de abril, Francia continental experimentará un breve pero excepcional pico de temperaturas, que se prevé que alcancen o incluso superen los 30°C en el suroeste y los 25°C en la mitad norte del país. “Eso es alrededor de 10 grados por encima de lo normal. Es muy raro alcanzar niveles así a principios de abril”, dijo Tristan Amm, pronosticador del tiempo del servicio meteorológico nacional de Francia, Météo-France. La temperatura de 30°C se alcanza normalmente entre mediados de mayo y finales de junio en Francia continental.
Sin embargo, como resultado del calentamiento global, los umbrales de calor se alcanzan cada vez más temprano en la primavera y se mantienen altos hasta entrado el otoño. Como resultado, el verano se está volviendo más dominante que nunca sobre las otras estaciones.
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Más concretamente, tras el aumento de las temperaturas el viernes, el sábado se podrían alcanzar los 30°C en el sur del centro de Francia; e incluso se superó en el suroeste, con temperaturas que alcanzaron los 31 a 32°C en algunos lugares. Esas dos últimas zonas podrían incluso experimentar “noches tropicales” el viernes y el sábado, cuando las temperaturas no bajan de los 20°C. Durante el día, también se prevé que las temperaturas alcancen entre 25 y 29°C en la región del Loira y entre 26 y 28°C en la zona metropolitana de París, así como en el Este. Muy pocas zonas se salvarán de la ola de calor.
Se espera que el indicador nacional de calor, que sigue las temperaturas medias diarias medidas en 30 estaciones en toda Francia continental, alcance entre 17 y 18 °C el sábado, un récord para principios de abril. Sin embargo, según Météo-France, este episodio no puede considerarse una ola de calor porque deben cumplirse criterios específicos, en particular una temperatura igual o superior a 25,3°C durante un día.
viento foehn
¿Qué explica este aumento temprano de las temperaturas? “Un sistema de baja presión frente al Atlántico actúa como una bomba de calor y lleva aire caliente desde África a Francia”, explicó Amm. “Se trata de una configuración clásica, pero con el calentamiento global está provocando temperaturas más altas que en el pasado”, explicó Aurélien Ribes, climatólogo del Centro Nacional de Investigaciones Meteorológicas (CRNM). Esta ola de calor se ha visto reforzada localmente, particularmente cerca de los Pirineos, por lo que se conoce como el “efecto Foehn”. “El viento del sur, después de haber atravesado los Pirineos, amainará en el lado francés. Esto comprime la masa de aire y la calienta”, añade Amm.
Por el contrario, según el meteorólogo, es poco probable que la nube de arena del Sahara, que cubrirá Francia este fin de semana y tiñerá el cielo de naranja, baje las temperaturas. Actuará como un filtro que limitará los rayos del sol y afectará principalmente al noroeste de Francia, que ya se prevé que se salvará del pico de temperaturas. La nube de arena degradará la calidad del aire en todo el país, con posibles repercusiones para la salud.
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